18

1.2K 103 91
                                    

El galán del pueblo, sanado por la milagrosa comida, estaba pensando a mil por horas, con el corazón en la boca y con las manos picando le por querer tocar a esa bella dama que tiene enfrente.

Dolores le dió la espalda, no podía verlo a la cara cuando notó que estaba sin camisa y todo su pecho musculoso estaba expuesto a ella.

Se sentía como una colegiala, como cuando Mariano la abrazaba derepente y se avergonzaba tanto.

- Dolores/Mariano - dijeron al mismo tiempo, este se bajó de la cama y se arrodilló frente a ella.

La de moño hizo ese ruidito que tanto amaba Mariano, sentir las manos masculinas tomar su rostro fue un deleite para Dolores.

Tenían tantas preguntas, estaban tan angustiados uno por el otro y era tanta su cercanía.

Mariano sabía que no era correcto ese deseo irrefrenable de cuidar a Dolores de todo daño, aún si eso arriesgaba su vida, quería besar la, abrazar la como un niño abraza a lo que más ama y aferrarse con fuerza.

- Dolores yo sé que fui imprudente, antes de que hables porfavor no te molestes conmigo - Dolores podía oír todo, pero Mariano la conocía y si aún no lo estaba regañando era porque enserio estaba preocupada por el- no pude evitar lo, estaba tan nervioso, te ví tan mal, actúe sin pensar y se que siempre me dices que no sea así y...

La mulata solo atino a resoplar harta de tanta palabreria, disculpa, discusión, distancia, de todas esas cosas que hicieron de estos meses un infierno.

- Mariano cállate - dice su voz dulce antes de tomar por el rostro a Mariano y fundir sus labios en un sutil pero rápido movimiento.

El Guzmán duro unos minutos en reaccionar, los labios carnosos y suaves de Dolores estaban sobre los suyos, labios que no había probado en meses.

Mariano quiso protestar cuando sintió a la mulata alejarse, enmudeció ante los hermosos ojos castaños con lágrimas retenidas.

- cuando el rayo te golpeó creí que te perdería, estaba tan aterrada - habla en un susurro, abrazando el cuello de su amado y apegándose a su cuerpo cálido y expuesto.

- cuando yo te ví en shock pensé lo peor, pero al oírte gritar de esa manera sentí que me iba a morir - responde, con un sentimiento de malestar en el pecho- jamás te había pasado eso, creí que algo horrible te sucedió y no pude evitarlo...

- casi te mueres por mi culpa - recuerda soltando un sollozo, abrazándose más Mariano, que solo atina a caer al suelo y abrazar a la de amarillo.

- ¡Pudiste ser tu! Prefiero mil veces tener quemaduras por todo el cuerpo a que salgas lastimada - reclama, acariciando la espalda de Dolores.

- ni se te ocurra hacer eso de nuevo - no se lo está pidiendo, es una orden, sus miradas no se desconectan ni por un suspiró.

El moreno solo sonríe agradecido, extrañaba a su musa, su piel caliente y suave, su aroma a lluvia y a frutas, sus soniditos típicos, sus miraditas traviesas y dulces, su personalidad traviesa y curiosa pero tranquila, sus chismes y susurros al oído, Dios ¡Sus labios!, ¡Su cuerpo! Todo de ella.

- si a cambió puedo estar así contigo, puede que logré seguir su orden capitana - bromea, recibiendo un golpe en el hombro que si le dolió pero no lo mostró- te extrañe tanto, perdona me... Por no poder ser valiente, perdona me por casi...

Otra vez un beso robado lo calló.

- porfavor ahora no hablemos de esto, solo... Quiero tener te así un poco más - súplica, queriendo ser egoísta, solo un poco al menos así sea a espaldas de su familia.

Secretos De Familia (Brunoxlectora)(Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora