𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐋𝐕𝐈𝐈𝐈

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Han pasado pocos días desde la partida de Dave, y ahora mismo estamos en el aeropuerto esperando la llegada de Kirk Hammett. A pesar de que James me había advertido previamente de todo esto, aún no me siento psicológicamente preparada para aceptar que es jodidamente imposible que vuelva a ver al colorado en un futuro cercano.

La culpa me carcome, y los chicos parecen tan calmados, tan emocionados...

¿Cómo rayos fui capaz de decirle que se largara así nada más?

No sé qué es de él actualmente, no sé absolutamente nada. Solamente me quedan los recuerdos... Estar con Metallica no es lo mismo que solía ser. Claro, esos cuatro chicos no saben aburrirse, pero las cosas parecen perder su toque sin Dave, o al menos así es para mí. Incluso beber cerveza, que parecía ser lo mejor del mundo ha perdido su gracia ahora que no puedo compartir mis tragos con el colorado.

He pensado en irme y buscarlo. Lo he pensado mucho, pero, ¿por dónde empiezo? No tengo ni idea de dónde puede estar, de entre tantísimos lugares posibles...

Es una decisión muy arriesgada, vamos, probablemente Mustaine ha de repudiarme en estos mismos momentos. A mí y a Metallica también.

Los chicos han empezado sesiones de grabación en los estudios Music America, en Rochester, Nueva York.

Es increíble cómo vuela el tiempo, me siento vacía, y lo peor es que nadie lo nota. Si tan sólo Dave supiera lo jodida que he estado, cuanto pienso en él, cuantas veces lo he soñado... Ha sido difícil acostumbrarme a la ausencia de su voz, me hace falta volver a ver sus ojos color avellana. He estado distraída, repasando aquella mañana de ese lunes una y otra y otra vez en mi mente. Recordando cada palabra, cada mirada; cada lágrima que lloré.

Mierda, qué débil soy.

Estamos actualmente en el estudio, es medio día y Kirk está grabando sus solos. Que básicamente sólo recrea los solos de Dave. Yo estoy sola fuera del edificio fumando un cigarrillo y observando las calles de Nueva York, tan repletas de gente. Mi estómago ruega por comida, pero simplemente he decidido ignorar el sentimiento de vacío que siento.

-Qué onda ricitos -James saluda animadamente apenas me ve-. He estado buscándote.

-¿Qué sucede?

-He estado pensándolo mucho, y bueno, creo que te extraño -toma un cigarro y se sienta a lado mío.

-Pero aquí estoy -contesto sin voltear a verlo. Oigo como el encendedor arranca y al estar el cigarro completamente iluminado, James lo deja caer al piso.

-Yo sé, me refería a que extraño la manera en que eran las cosas cuando recién llegaste -oh, cabrón listo. Quitaste a Dave del camino.

-Pero la cagaste, James.

-Tienes razón, ¿pero quién no comete errores? Te extraño a ti y a mí, me gustaría que me dieras otra oportunidad -giro la cabeza para observarlo inmediatamente con una expresión ofendida.

-¿Tú no te das cuenta de nada, verdad? Sólo piensas en ti.

-Puta madre, Jane. Dave ya ni siquiera está aquí y no va a volver, olvídalo de una jodida vez.

-Tú no eres quién para decirme qué hacer. Y he estado pensando mucho, James... Me iré de aquí -resoplo al levantarme sin muchas ganas. Suelto la colilla del cigarrillo y la pisoteo.

-¿Irte? ¿Adónde? ¿A buscar a Dave? ¿De verdad crees que te seguirá queriendo como supuestamente lo hacía? Mierda, de seguro te odia tanto como nos ha de odiar a nosotros. Dudo el simple hecho de que te haya querido alguna vez, sinceramente creo que solo fuiste una distracción más para él. Digo, se follaba otras chicas estando tú en la habitación de a lado, si eso es querer a alguien, estamos jodidos -hace una pausa, yo no sé qué decirle-... Y lo peor es que aún lo quieres.

𝓢𝓪𝓭 𝓰𝓲𝓻𝓵  //  𝓓𝓪𝓿𝓮   𝓜𝓾𝓼𝓽𝓪𝓲𝓷𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora