13. Girls just wanna have fund$.
Observé mi reflejo, virando la boca, no completamente segura de lo que estaba mirando, ni si me gustaba o no. O si tal vez me gustaba demasiado.
-Te ves espectacular, June, de verdad. Estás en el polo medio entre lo caliente y lo tierno.
-¿O sea, perfecta? -Le tiré un beso y luego sacudí mi cabello. Esperé un segundo y luego le guiñé el ojo.
-Como siempre, querida. -Brooke y yo nos miramos por un segundo, como pensando "¿Es posible que los seres humanos lleguen a ser tan ridículos?" Y luego nos destornillamos de risa. La actuación me había causado tanta gracia como pena, que no podía parar de reír.
Seguimos así por un buen rato, hasta que mi respiración se fue normalizando. Creo que hasta se me salió una lágrima.
-Maldición. Creo que soy una buenísima actriz, ¿eh? Tal vez la escenita que pasará hoy no será tan mala, después de todo. -Le comenté a Brooke, retocando mi labial rojo y presionando mis labios,
-Con una profesora como yo, es obvio que no. -Me respondió, situándose a mi lado y haciendo unas muecas frente a el espejo. Algo que nunca pensé que llegaría a ver.
Sus ojos azul oscuro destacaban más, gracias al crop-top negro carbón que llevaba puesto. Y su cabello chocolate oscuro, caía en delicados rizos sobre su espalda, un poco arriba del final de su espalda. Estaba despampanante.
-Modestia sobre todo, ¿Amber? -Me enderecé, puse una mano sobre mi cadera y le alcé una ceja. Ella hizo una mueca igual de ridícula que la de Amber y sonrió exageradamente.
-Sobre todo, Kirsten. -Habló con una voz de lo más aguda. No pude evitar reír de nuevo.
-¿De verdad crees que no me veo como una zorra? -Le pregunté, caminé hasta la cama de Brooke y me senté. Desbloqueé mi celular y vi que tenía más de mil mensajes del grupo de mis amigos. Todos estaban viendo cómo iban a ir y qué iban a llevar de tomar y más cosas como esas. Porque eran unos jodidos desorganizados.
-No he dicho eso, cariño. Si quieres actuar como Kirsten, debes vestir como ella, hablar como ella, y ser igual de estúpida que ella. O sea, que si te ves como una zorra, estás haciéndolo bien. -Ok. No sabía si sentirme ofendida o halagada. Decidí por ninguna de las dos.
-Ohh... de acuerdo. -Sonó más como una pregunta. Brooke me sonrió enseñando su sonrisa colgate y alzó ambas cejas.
-Que empiece la función. -Le devolví la sonrisa. Tomé mi bolso de su cómoda e introduje dentro mi celular. Bajé un poco mi falda, pues ni en un millón de años iría con una falda tan diminuta como esa a una fiesta; pero por la venganza haría de todo. Esperé a que Brooke se pusiera sus botas de tacón, negros, también y ambas salimos por la puerta.
Al pasar por el pasillo que conducía a la cocina, la mamá de Brooke, la señora Piper, nos miró de arriba a abajo, deteniéndose más detalladamente sobre mí.
-¿Por qué June parece una prostituta de Vegas? -¡Vaya! Solté una gran carcajada. Pero al mirar a Brooke, me percaté de que ella no estaba tan feliz.
-Mamá, no empieces. -Le advirtió. Piper rodó los ojos, inclinó su cabeza y tomó lo que le quedaba de su botella de Pepsi. Era una regla de oro en la casa de Piper Stuart: Pepsi, no Coca Cola. Frío siempre, calor nunca. Palabras soeces sobre palabras cursis. Ley de la vida.
La señora Piper lucía un pijama muy particular. Una camisola extra grande, pantalones extra grandes y medias color grises. Siempre la veía así, cuando venía a casa de Brooke y su madre no estaba trabajando en la oficina. Era una mujer inteligente, a la cual la vida le dio un golpe, y que aún no podía sanar. Una más en el millón de personas que vivían así.
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El tímido.
Teen FictionJune Charleston era ese tipo de chica que veías por la calle, y si eras mujer, probablemente dos cosas podrían pasar por tu cabeza: Envidia o admiración. Era solo con ver su caminar, su paso tan decidido y seguro, que hacía que los chicos quedasen h...