15. Ella actúa como verano y camina como lluvia.

973 49 4
                                    

15. Ella actúa como verano y camina como lluvia.

əuuɾ POV Miércoles 7:15 a.m

Las mañanas no eran mi fuerte, en absoluto. Alguien podría venir hacia mí en este momento diciéndome "Hey, ¿Puedo robarte?" Y yo muy complacida y adormilada respondería "Diablos, hazlo, vuélveme feliz". Aunque era algo medio estúpido, nadie pregunta si te puede robar. Pero hasta allá llegaba mi grado de estupidez en esos momentos.

El hambre me hacía arder el estómago y hacía que el cerebro se me friera aún más.

Tengo tanto sueño...

Me acomodé mejor en mi lugar y conté las baldosas del piso que estaban al alcance de mi vista.

−¡June, oye! −Sue trotó hacia mí, con el ceño fruncido entre sus cejas.

−Hola, Charlie. Ven, desabúrreme. Esto de esperar en un consultorio es una mierda aburrida. Y muero de sueño. −Cerré un momentó los ojos pues me empezaban a arder. No podía ver que estaba junto a mí, pero sí lo sentía.

−Te ves desastrosa. −Aún con los ojos cerrados, solté una risa cansada.

−Qué sutil, eh. Y sí. Me siento desastrosa. Pero necesitaba buscar mis píldoras.

−¿Qué píldoras? −Abrí de a poco mis ojos.

−Vitaminas. −Tomaba vitaminas desde pequeña. Pero las tomaba más cuando me resfriaba, y tenía como testigo a mis mocos que estaba verdaderamente resfriada.

−Uf.

−¿Tú qué haces aquí? −Lo miré. La señora que venía antes de mí se levantó en un santiamén cuando una enfermera la llamó.

−Oh, mi hermana necesita una constancia médica. −Hizo un gesto con la mano, restándole importancia al asunto. −Pero eso no es tan importante. No le dije que se enfermara ni fuese a la escuela. −Negué divertida con la cabeza.

−Y, ¿Cómo te sientes? −Charlie preguntó con real interés. Me encogí de hombros.

−Supongo que bien, ya se me está iendo el resfri... −Él negó.

−No, no físicamente. −Me mordí el interior de la mejilla. −He oído cosas. −Junté las cejas.

−¿Cosas? ¿Como qué?

−Has faltado dos días en la semana. Y hoy llegarás tarde. Y estás enferma. Algo pasa... Me doy cuenta. −Se tocó la sien con el pulgar y el dedo corazón. −Soy chino. Tengo sensores o algo así. −Eché la cabeza hacia atrás y empecé a carcajear. Ayy, los chinos.

−Me descubriste, Sue, algo pasa; lo admito. −Sus ojos escudriñosos preguntaban, "¿Y bien?" Dejé que un largo suspiro se escapara de mi boca.

−Es un chico. −Lo dije tan bajo que estoy segura de que él no me escuchó. Uf, mucho mejor. Si yo, y solo yo, sabíamos que estaba así por Sammuel y ya tenía ganas de tirarme de el Empire State. Imagínense si se lo dijera a alguien más.

Me estremecí. Ni loca.

−¿Es el chico nuevo del que todos hablan? −Maldecía a todos los chinos y sus sensores integrados del diablo en ese instante. Rendida, asentí con los ojos cerrados. Necesitaba un café negro. Urgente.

−Últimamente estás todavía más al tope de todos los cotilleos que corren por los pasillos de Prep. −El dolor de cabeza y el hambre se intensificaron justo al escuchar esto. Hice una mueca de dolor.

−Tengo miedo de preguntar pero, ¿Podrías decirme de qué se tratan esos chismes? −Les indiqué a mi estómago y a mi cabeza que se prepararan para lo próximo, porque sino iba a desmayarme justo allí. Y ya tenía suficientes problemas por los que preocuparme.

El tímido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora