Capítulo 31: Lo hice

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Narra Dylan

Salí del gimnasio, pero ya no estaba en la escuela. Había una luz que me encandilaba, pero seguí corriendo. Cuando mis ojos se adaptaron al ambiente, me di cuenta que estaba al aire libre, era de día y había diferentes juegos a mi alrededor.

Paré de correr y me concentré en donde estaba ¿Lo hice?

-Dyl... ¿Estás bien?- escuché su voz detrás de mi y sentí una punzada de felicidad.

Me di vuelta para mirarla. Y ahí estaba, Emma en el parque de diversiones. Este era el momento en el que Nate me había vencido. La pelea no pasó.

Corrí a abrazarla con fuerza y hundirme en su hombro. Lo hice, lo hice, lo hice.

-Dios, te extrañé mucho- murmuré y ella me devolvió el abrazo algo confundida.

-¿Eh?

-Te amo. Muchísimo. Lo sabes, ¿no?- me separé poniendo mis manos en su cintura para mirarla mientras sonreía y ella hizo lo mismo- Eres la mejor. Jamás querría que no hubiéramos cambiado de cuerpo. Eso fue lo mejor que me pasó. Te lo juro.

-Ok, ya entendí. No lo dudo- me respondió riendo- ¿Qué pasó? ¿Estás bien?- preguntó mientras ponía sus manos en mi cuello y me acariciaba las mejillas.

-Estoy bien ahora.

Me acerqué para besarla. Necesitaba eso. Necesitaba sentirla como era ella, a mi Emma. Hice esto por ella y aunque tendríamos que hablar después sobre algo. La quería así ahora.

Ella me correspondió y nos quedamos en eso unos segundos.

-¿No estás enojado?- Nate, era Nate.

Me separé de Emma y me acerqué a él.

-Para nada, amigo- le dije poniendo una mano en su hombro- Lo lamento- agregué y todos me miraron confundidos, pero no me importaba.

-Bueno... ¡Vamos, amigos, el día apenas empieza!- exclamó Alan- Sigamos jugando.

Todos se fueron yendo hasta la rueda de la fortuna y quedé solo con Sam.

-Gracias- le dije. Sentí que sabría de lo que hablaba.

-De nada- me contestó sonriendo- Lo hiciste, felicidades- agregó y asentí.

-Enserio no lo hubiera hecho sin ti.

-Lo sé- respondió con sinceridad y solté una risa- Que suerte que estoy para ti- me dió una palmada en el hombro y se fue con los demás.

Miré a lo lejos a alguien muy conocido, la Señorita Cooper. Ella también me vio y me guiñó un ojo. Supongo que también debería agradecerle.

✨✨✨

-Ninguna pareja se toma tan bien esto de "terminar"- soltó Emma con la respiración acelerada y acostada en mi pecho.

-Ninguna pareja entiende porque realmente termina- contesté mientras empezaba a acariciarla.

La charla con Emma salió muchísimo mejor de lo que creí. Ella también lo sabía. No somos compatibles o, al menos, no ahora. Era mejor para los dos conocer a otras personas, estar libres en la universidad.

Y bueno... el sexo de despedida fue necesario.

-Aún no puedo creer todo lo que sufirste por mí- comento.

Le había dicho todo, obvio que me creería.

-Fue por mi estupidez. Culpa mía- respondí. Seguido a eso, Emma se separó de mí y se sentó en la cama. Yo hice lo mismo y quedé junto a ella. Besé su hombro con cariño e intetaba tocarla lo más posible, no sabía cuando volvería a verla siquiera- ¿En qué piensas?- pregunté.

-Quiero darte algo- contestó mirándome.

-¿Un beso?

-Mejor- aseguró ¿Round dos? Emma se alejó un poco de mí otra vez y abrió el primer cajón de su mesita de noche. Volvió a la misma posición con una caja púrpura- Quiero que tengas todos mis cuadernos de historias- me explicó- Leelas todas.

Agarré la caja increíblemente sorprendido. Me encantaba lo que estaba haciendo, sería un lindo recuerdo.

-¿Segura?

-Segura.

Yo sonreí. Ella sonrió.

Ambos sabíamos que quizás esta sería la última vez que nos dirigeramos la palabra. Y me fascinó que lo haya hecho tan especial.

Deseos desafortunados ✨ (Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora