Deseos desafortunados ✨ (Dylan O'Brien)

Capítulo 6: El día

Narra Dylan

Mi sueño fue interrumpido por un sonido repetitivo y extremadamente fuerte ¿La alarma? Manotié la mesa de noche y la apagué.

-¡Levántate! Vas a llegar tarde- escuché la voz de Julia en mi habitación.

-¿Eh?- pregunté aún sin moverme de la cama.

-A la escuela. Vamos levanta tu trasero- dicho eso, oí la puerta cerrarse.

Abrí finalmente los ojos y me senté en la cama. Todo estaba en su lugar, bueno... desordenado, pero no en cajas como debería, me iba en dos días.

Después de la pelea con Emma en el parque de diversiones, simplemente me fui hasta mi casa y me sumergí en la compañía de Boy. Honestamente, no sabía si la razón la tenía yo o ella, si yo era el que había estado mal o ella por su actitud ante Nate. O si yo había sido un reverdísimo idiota al crear una pelea por la mismísima nada, o ella merecía saber la verdad.

Ahora la pregunta era ¿Por qué tenía que ir a la escuela?

Me levanté de la cama complemente al recordar cada palabra que dije el día anterior.

"¡Desearía que ni siquiera hubiéramos cambiado de cuerpo en primer lugar!"

No, no, no, no, no. No lo decía en serio. O quizás si, quizás muy en el fondo si quería saber que sería de nuestras vidas si eso no hubiera pasado. Pero perderla de esa forma no, jamás.

Me cambié rápido y... fui a la escuela con Julia. Realmente no tenía otra opción. No podía creer que esta brujería estuviera pasando otra vez. Pero, Emma recordará... todos lo harán. Tienen que hacerlo.

Al principio cuando llegué, pensé que, probablemente, estaba siendo paranóico y estaba ahí esperando a nadie que yo conociera, pero mi hermana estaba ahí conmigo. Sus bromas no llegan a tanto.

-Hola, hermanos O'Brien- escuché a Meg mientras nos abrazaba por el hombro.

-Hola, Meg- dijo mi hermana- Yo ya los dejo- siguió y se fue con sus amigas.

-¿Viste a Joey?- me preguntó Megan.

-No...- contesté confundido. Vi mi casillero y me acerqué con mi amiga a mi lado.

Empecé a mirar para todas partes buscando a Emma, necesitaba hablarle.

-Sam está alla- señaló Megan con la cabeza detrás de mi.

-No busco a...

-Creo que es la primera vez que llego antes de que toque la campana- me interrupió Joey casi sin aire acercándose a nosotros.

Ay no, es aún peor.

-Joey, ¿cuánto falta para la graduación?- pregunté desesperado.

-Umm...- vio su reloj- 15 días, 16 horas, 53 minutos y 11 segundos.

Es el día, EL DÍA. El día que Emma me manda a detención para vengarse, el día que ella va a detención también. El día en que todo cambio.

Si Joey está aquí, Moon también y siempre llega más tarde que Emma.

Me giré hasta su casillero y la escena que vi me rompió en mil pedazos: Emma besando a Nate contra su casillero, ella agarrándolo del cuello y él con sus manos en sus caderas, mientras Moon y Alan hablaban "amistosamente".

-Dylan...- escuché a Meg y noté que ambos pararon de besarse para solo sonreír.

Me acerqué casi corriendo a los cuatro desesperado por solucionar y entender esta locura.

-Emma...- musité.

Nate se puso a su lado y los otros tres me miraron con una cara entre confusión y asquerosidad. Me dolía, me dolía esa mirada de ella.

-Si... ¿Qué es lo que quieres?- dijo casi con desprecio tomando la mano de Nate.

-... por favor, no- me sentía mal, horrible. Ella ni siquiera se molestaba en entender- Nosotros...

-¿Quién eres tú?- me interrupió- Sal de mi vista y no me vuelvas a hablar ¿Entendido?- siguió con esa sonrisa falsa. Abrí la boca para decir algo- Genial- se respondió a ella misma y me rodeó para irse.

Alan siguió a Emma, Nate me miró con indiferencia y aún sin entender porque me acerqué a ellos, para después irse.

Moon se acercó a mi.

-Deja de molestar, ya suficiente tengo con que vengas a mi casa- me dijo con burla y se fue tras sus amigos.

Me quedé ahí parado pensando en el problema en el que me acabo de meter, esta vez no tenía a Emma que me ayudara, tenía que resolverlo completamente solo.

-¿Qué diablos fue eso?- preguntó Joey acercándose a mi con Megan. Ambos con la misma cara de no saber de donde venía mi actitud.

-Yo...- empecé. Ni siquiera podía reaccionar- ... voy a tarde a clase.