Narrador Fred Weasley
A pesar de ser el inicio de una guerra, finales de agosto y con medio callejón Diagon cerrado, nuestras ventas se habían triplicado en la última semana.
La tienda estaba en todo momento a rebosar de gente, pero hoy había algo que me hacía especial ilusión, y era que por fin mi madre permitiría a Ginny y Ron, así como Harry y Hermione, venir por primera vez a la tienda y ver lo que con tanto esfuerzo y dedicación habíamos logrado.
El timbre de la puerta que anunciaba la llegada de un nuevo cliente no paraba de sonar, hasta tal punto que ya no nos sorprendía escucharlo, pero hoy estaba especialmente pendiente, y es que me moría de ganas de ver la reacción de mis hermanos menores.
--¡George!--grité para avisarle--¡Ahí están!
Ginny fue la primera en entrar. Desde que le hablé de los micropuff estaba deseando verlos y quedarse con uno, por eso no me sorprendió verla entrar corriendo en dirección a las pequeñas criaturas en lugar de saludarme, no. Lo que realmente me dejó petrificado fue la persona que entró tras ella.
Tan distinta en tan poco tiempo, aún más preciosa si es que eso era posible y con una figura más atlética que denotaba las horas de deporte que había dedicado ese verano, Dené entraba con paso firme mirando a cada lado de la tienda analizando cada detalle.
Se había teñido algunos mechones de pelo en rosa claro y una multitud de esas decoraciones muggle llenaban sus orejas. Pero lo que me llamó más la atención fue la mirada tan triste y derrotada que tenía.
Sonrió levemente cuando localizó de nuevo a Ginny, avanzando hacia ella y quedando prendada del micropuff que mi hermana le mostraba al instante.
La observé desde lejos tomar uno rosado y comenzar a acariciar su pelaje suavemente con la mirada perdida y asintiendo sin prestar mucha atención a lo que mi hermana le decía.
--Hola señoritas--saludé acercándome tras dudarlo mucho.
Ginny me saludó sin mucho afán, jugando con el micropuff morado al que parecía haber cogido cariño.
--Hola Weasley--saludó escuetamente Dené sin mirarme
--¿Vuelvo a ser Weasley?--pregunté algo dolido
--¿A qué son una monada Dené?--preguntó Ginny lanzándome a un segundo plano
--Claro que sí--sonrió ella sin muchas ganas y supe que era por mí-- Parece que le has caído bien.
--Quédatelo Ginny, te lo regalamos como buenos hermanos que somos.
Ginny saltó encantada y se puso el pequeño micropuff morado en el hombro.
--Le llamaré.... Umh... Arnol--dijo tras una leve duda
--Tiene cara de Arnol--puntualizó Dené dando su visto bueno al nombre
--¿Tú también quieres uno?--le pregunté
--No traigo los galeones suficientes hoy. Quizás venga otro día a por uno--dijo mientras apoyaba sus manos en el mostrador
--¿Qué? No, Dené. Yo te lo regalo--añadí rápidamente
--No podría aceptarlo Weasley--me replicó-- Pero gracias de todos modos.
--Se están vendiendo rápido, quizás cuando vuelvas no queden.
--¿De verdad?--preguntó Ginny sorprendida-- Unos, qué sé yo, ¿dos meses sin veros? ¿Dos meses y ésta es la conversación de mierda que mantenéis?
--Ginny, no...--comenzó a decir Dené pero mi hermana rodó los ojos
Ginny se giró indignada para ir con Hermione, que estaba junto a los filtros de amor, dejándome totalmente solo con ella.
ESTÁS LEYENDO
La última de los Black • || Libro 1 • FRED WEASLEY ||
FanfictionDenébola Black es la hija resultante del encuentro apasionado entre Regulus Black y Juliet Greengrass, dos Slytherin fieles al Señor Oscuro. Con la repentina muerte de Regulus, Juliet abandona sus creencias por la supervivencia de su hija. Diecisé...