Bir Şans Daha (Otra Oportunidad) 1&2

#10 "Cihangir se puso celoso"

               𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀 𝐎𝐋𝐂𝐀𝐘

—Las ayudaré a que puedan ocultar todo. —dijo Emir después de suspirar y pensarlo un rato.

Inmediatamente lo abrazo.
¡Que alivio!

—Vamos antes que se den cuenta. Además, Cihangir matará a alguien si no vamos. —dijo Akasma.

—¿Por qué dijo eso? —susurró Emir mientras íbamos.

—Observa y verás.

NARRA CIHANGIR

Estos tipos no me caen para nada bien. Miran mucho a Olcay, en especial ese idiota de Ferit.
Llegaron Akasma, Emir y Olcay.
Ferit y Tolga se presentaron con Emir.

—Estos idiotas, no me caen bien. —dije en el oído de Olcay cuando se sentó.

—A ti nadie te cae bien. —dijo ella tratando de disimular.

—Nadie que mire tanto a mi esposa me cae bien. —dije y ella sonrío.

—¿Estás celoso? —preguntó mirándome a los ojos.

—¿Qué piensas? —respondí y sonríe.

—Olcay, ¿Nos están escuchando? —dijo Ferit interrumpiendo.

—Si. Perdón.

—"Señora" Olcay, así le dicen todos sus trabajadores. —dije mirando fijamente a Ferit.

—¡Cihangir! —dijo algo fuerte Olcay.

—Eso no es necesario, la conozco muy bien, somos buenos amigos. ¿Tú le dices señora? —respondió Ferit.

—No, nunca le dije así. Esa palabra esta mucho más lejos para nosotros. —dije sonriendo pero con ganas de matarlo.

—Estaban diciendo que ya empezaron con el trabajo, ¿Verdad? —dijo Emir mirándome a mí.

—Olcay, ya mandamos a vigilar a Vural y nos van a ir avisando cuando se vaya acercando. —dijo Tolga.

—Bien. Gracias.

Más tarde estamos cenando todos juntos.

—¿Estás bien, hijo? —me dijo susurrando mi padre.

—No me caen bien. En especial ese Ferit. —respondí sin sacarles la mirada de encima.

—Tranquilo. Si Olcay los contrató es porque son confiables.

—¡Mira cómo la mira! No me gusta que miren así a mi mujer.

—Ya lo dirán y todos lo sabrán, falta poco hijo. ¡Tranquilo! —dijo y seguimos comiendo.

NARRA OLCAY

Le tuve que pedir a Emir que cambie de tema porque era muy incómodo.
Muchas veces Cihangir se puso celoso, pero nunca lo ví reaccionar así.
Es muy tierno igual, pero me hizo pasar un mal momento el estúpido.

Terminamos de cenar y se acerca Yasemin, la dueña del hotel.

—Hola. Buenas noches. —dijo y asentamos — Les quería invitar a unas preguntas que hace nuestro hotel todos los años a los huéspedes. —dijo simpáticamente.

—¿Qué clase de preguntas? —preguntó Serkay.

—Personales, sus sueños, cosas así.

—Está bien. ¿Cuándo es? —preguntó Emir.

—Mañana.

—Iremos entonces. —dije y asiente.

—Que descansen. Nos vemos mañana. —dijo Yasemin y asentamos.