Bir Şans Daha (Otra Oportunidad) 1&2

#44: El enemigo en casa

NARRA CİHANGİR

Olcay llegó a casa y vió todo el despelote que hicimos con Doruk.
Tiramos juguetes por todos lados y ni hablar que Doruk estaba todo sucio ya que jugamos con barro.

—Puedo explicarlo todo. —dije al ver que no me sacaba la mirada de encima.

—Por supuesto. —dijo tranquilamente— Pero primero ambos se van a bañar y luego juntan todos éstos juguetes. —ordenó enojada y Doruk no paraba de reírse.

—Tu mamá se enojó y tú te ríes, a mí me da miedo. Vamos. —le dije entre risas a Doruk y lo alzo para llevarlo arriba.

—¿Dónde está Emine? —preguntó Olcay mientras subimos las escaleras.

—Le dije que tenía la tarde libre.

Sin más vueltas lo metí a Doruk a su bañera y lo bañé.
Cuando terminé se lo dí a Olcay para que lo cambie y me bañé yo.

NARRA OLCAY

Termino de cambiar a Doruk y nos quedamos sentados en la cama con uno de sus autos que ama.
Es de policía, mide unos 60 centímetros y es el único juguete que cuida, todo lo demás lo rompe.
No cuida nada éste nene.

—¿Ya sales? —le pregunto a Cihangir desde la puerta del baño.

—Ya salgo. —responde con la voz algo alta.

Comienzo a preparar la ropa para darme una ducha.
Hoy el día fue largo y cansador, quiero ducharme y dormir.

Estoy terminando de bañarme y Cihangir abre de golpe la puerta.

—¿Cómo se te ocurre abrir la puerta así? —grité.

—Creo que necesitas escuchar esto Olcay. Apúrate y vete al hospital, yo me quedo con Doruk. —dijo y me seco rápido las manos.

Akasma estaba en el teléfono llorando.

—¿Qué pasó? —pregunté asustada mientras me tapo y Cihangir sale del baño.

—Havva... Fue envenenada.

—¡No puede ser! —mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Volkan está sólo en el hospital. No quiere que esté nadie allí.

—Salgo para allá. Envíame la dirección del hospital en el que está.

—De acuerdo. —respondió y cortó la llamada.

Salgo de inmediato y me voy a la recámara.
Cihangir ya me había preparado la ropa para ir, ya que lo que yo me había buscado era para dormir.
No lo pensé y me cambié.

—Avísame de todo por favor. —dijo Cihangir preocupado y asiento.

Los saludo a ambos y salgo.

Llego al hospital, veo a Volkan sentado en la sala de espera sólo pero sigo de largo y me voy a la cafetería para llevarle un café.
Me duele verlo así. Por más que hayan pasado muchas cosas entre nosotros, no quiero ni puedo dejarlo sólo.

La señora Havva es una persona muy querida para mí.
Por más que últimamente no hayamos hablado, es una persona muy hermosa.

NARRA VOLKAN

Eché a todos los que me estaban acompañando, quiero estar sólo.
Estoy en la sala de espera sentado en una de las sillas, mirando al piso y un vaso de café interfiere en mi vista.

—Si me pides que me vaya, no lo haré. —miro hacia arriba y era Olcay.

—Gracias. —respondo agarrando el café y se sienta al lado mío.