Un antes insignificante

Lo necesito

Había vuelto a trabajar y para serles franca, estaba emocionada por este nuevo caso que me darían.

Comencé a leer todos los archivos del caso y este si que era grande. Trataba de una mujer que había sido asesinada en su propia casa mientras su marido fue atado a una silla con los ojos vendados. Mierda, era bastante fuerte ver las imágenes y toda la información detallada.

Comienzo a escribir el reporte y a hablar con el esposo y todos los trámites que deben hacerse. Seguía todo paso por paso para no estropear nada de este caso. Estuve tan atenta a todo que ni me enteré que mi horario del almuerzo había pasado hace como tres horas. Joder.

Mi teléfono comienza a vibrar. Era Brad, atiendo.

*****
"¿Me extrañas? Nos vimos hace dos días" bromeó y me lo imagino poniendo los ojos en la otra línea.

"Te tengo una noticia."

"Suéltala"

"Me estoy yendo a Irlanda"

Espere a que me dijera que era mentira.

"¿Me estas tomando el pelo?"

"No. Volví con Erika hace dos días y me convenció de ir a conocer su país"

Comienzo a estallar a carcajadas.

"Cuando vuelvas, te espera el mayor bullying de tu vida... El hecho de que te vayas significa que puedo usar tu casa de playa para Alex y yo." - hablo divertida.

"Úsala. No me importa yo te mandaré fotos de Irlanda."

Vuelvo a reír fuertemente por la locura que cargaba mi mejor amigo.

"Encárgate de dejarla limpia solamente"

"Por supuesto. Suerte en Irlanda" - hablo y vuelvo a reír. Brad suspira y me saluda.

"Adiós. Te quiero imbecil"

*****

Le marco rápido a Alex y le escribo:

"Libérate el finde de semana. Eres mío. Te tengo una sorpresa"

Apago mi teléfono y me concentro nuevamente en mi trabajo.

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Voy al gimnasio después del trabajo y como siempre, Martin me saluda y da la clase de boxeo. Apenas termina, salgo y me voy a casa porque quería probar una receta de verduras salteadas con una salsa especial.

Una vez que llegó a casa, me baño, me pongo el pijama, me sirvo una copa de vino blanco y comienzo a hacer la receta.

Agregó el aceite y toda la mierda que me pide pero nada me sale. Por estas razones odio cocinar y debo dejárselos a los comercios así yo solamente compro.

Frustrada agarro mi cartera y decido ir a comprar comida a un local de la esquina. No me importa estar en pijama cuando muero de hambre.

Bajo al lugar y pidió una docena de sushi para llevar. El mejor plan del mundo. Espero mi comida sentada a un lado mientras veo mi teléfono. Mensaje de Alex.

- ¿Qué estas haciendo?

- Esperando a que me den el sushi.

- ¿No salió la receta?

- Nop. ¿Quieres venir a cenar?

- Me encantaría ir pero tengo que hacer unas cosas ya que pasado mañana es mi cumpleaños.