Capítulo 17

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La mañana siguiente fue algo tortuosa, la luz del día le lastimaba los ojos y sentía un fuerte dolor de cabeza, no entendía cómo era posible que siendo un dios, sintiera una resaca tan fuerte como esa. Ese día, despertar no fue emocionante, la noche anterior había sido la primera noche que no durmió en los brazos de He Xuan desde que vivían juntos, no se sintió tranquilo durante su sueño y no despertó con la sonrisa de su prometido.

Alteza. Creo que hice algo malo anoche. A-Xuan parecía enojado.— Se comunicó con Xie Lian por la red privada y recibió la respuesta de inmediato.

No hiciste nada malo. Pero le preguntaré a San Lang si He Xuan le dijo algo.

Se quedó en la cama un largo rato, necesitaba pensar en lo que había hecho cambiar de animo a He Xuan y también necesitaba reunir fuerzas para levantarse y soportar el dolor de cabeza durante el día.

Por otro lado, He Xuan se había levantado mucho antes e hizo las tareas domésticas de ambos: recogió los huevos, algunas verduras del huerto, hizo el desayuno, limpió un poco y preparó el té favorito de Qingxuan para que lo bebiera al despertar. Suponía que le haría bien a su posible resaca. Llegó a la habitación con una bandeja con el desayuno y el té, y la puso sobre la mesa. Qingxuan aún estaba acostado, pero no se fijó si estaba despierto.

—Qingxuan— lo llamó, mientras deslizaba el dosel translúcido de la cama para que entrara la luz por completo— Te traje congee y tu té favorito. Levántate antes de que se enfríe.

Guardó silencio. No sabía qué tanto recordaba Qingxuan sobre la noche anterior, pero al menos quería tratarlo bien y no decir nada al respecto en caso de que su prometido no guardara memoria alguna.

Qingxuan se quejó cuando el dosel fue recogido en una esquina de la cama y la luz golpeó directamente sobre sus párpados, dolió, y su cabeza sentía horribles punzadas pero el aroma del té y los ojos de He Xuan calmaban cualquier dolor.

—Buenos días.— Dijo con una pequeña sonrisa y tomó la mano de He Xuan para que se sentara en la cama, se incorporó y puso un mano sobre su cabeza para luego abrazar a su prometido. —Perdóname si dije o hice algo que no te gustó.— Le acarició la mejilla y tomó la taza de té, bebió un par de sorbos y volvió a hablar. —Si quieres, no traeré ni un gato. Y prometo ir hoy mismo a comprar el caballo para no volver a caminar hasta el refug-...— De inmediato supo que en algún momento había mencionado el templo de su hermano. Tomó otro sorbo de té y dejó la taza en la bandeja para luego tomar el tazón de congee.

—Yo... No quería mencionar eso. Encontré ese templo la primera vez que caminé hacia el refugio, solo sentí curiosidad. Lo siento, sé que incluso pensar en su nombre te hace recordar tu sufrimiento.— Bajó la mirada y comió en silencio, se sentía en conflicto, meses atrás se lo había hecho saber a He Xuan, le hizo saber que tenía miedo de que algún día, por ser uno de los hermanos Shi, He Xuan decidiera dejarlo y odiarlo para siempre, el miedo se apoderó de él de nuevo y tuvo ganas de llorar, pero se contuvo.

He Xuan le dejó un beso sobre su sien y no lo soltó mientras lo escuchaba disculparse.

—Xuan-er, no estoy molesto. Es esperable que visites su templo o cualquier cosa que te recuerde a él. No tengo ningún derecho a quitarte eso. Solo que...

Acarició su mejilla, Qingxuan era su tesoro más grande. Si lo perdiera, se volvería loco. Estaba seguro de que le pediría sus cenizas de vuelta para poder esparcirlas, no podría volver a perder a nadie más sin desear morir de nuevo.

—Si algún día deseas irte, por favor dímelo. No quiero que finjas si te sienta mal mi presencia, odio que sonrías así cuando anoche te traté con tanta indiferencia.

Después del final [beefleaf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora