Capítulo 33:
Mark está al borde del colapso. Anoche conseguimos que volviera después de pasar un rato tratando de averiguar una forma de sacar a Katia de AIDH, pero sé que no va a quedarse por mucho tiempo. Ahora que sabe que no necesita dormir o descansar, se queda despierto por horas, y aunque eso explica cómo es que tiene tanta resistencia, sigo pensando que no es bueno para su salud.
Mark está en la sala principal de la cabaña mientras que todos los demás están repartidos en las otras habitaciones; sé que Liv está con Gavin y Ethan están con Thomas en el laboratorio revisando pasajes, pero no sé en dónde estarán Addison y Sam.
—Oye —susurro pasando junto a él. Mark no desvía la mirada de la tableta sobre la mesa, pero sé que está escuchándome—, tengo una idea.
—¿Es una buena idea?
—Es una idea. —Me encojo de hombros—. No tengo mucho para defenderla, pero existe.
—Lo acepto.
—¿Leíste los archivos que nos enviaste? —Él se limita a negar con la cabeza—. Bueno, yo sí y hay cosas interesantes. Podemos usarlas a nuestro favor.
No las usaría en otro contexto, pero dicen que tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas.
—¿En qué estás pensando, Sebastian?
—En chantajearlos con filtrar la información que consiguieron. No todo, pero lo necesario para que AIDH deje salir a Katia a cambio de eso.
La mayoría de los archivos hablan sobre la existencia de los Syv, seis soldados creados por AIDH con la finalidad de acabar con los problemas de la humanidad. Serían criados como hijos de sus creadores para luego ser utilizados en algún momento de crisis. Resisten cualquier tipo de clima extremo y pueden regenerar heridas e incluso algunos de sus órganos, y también pueden ser controlados mentalmente.
Leer toda la información sobre ellos y sobre lo que AIDH planea para su futuro me revolvió el estómago, y lo único que tengo claro es que no dejaré que Mark lo lea en este momento; tiene demasiadas cosas en la cabeza, no puedo darle otra preocupación.
—Bien —dice con cuidado, como si estuviera pensando en si es o no una buena idea—. ¿Cómo planeas hacerlo?
—Planeo enviarles un correo. O tal vez ir a las oficinas.
—No irás a las oficinas —advierte—, esa posibilidad está bloqueada por ahora.
—Está bien.
Me senté a su lado mientras trabaja, porque es una forma de darle apoyo moral y ayudarlo por si lo necesita. Comenzaba a preguntarme en dónde estaban los demás hasta que Addison llegó a la sala.
—Mark —dice alargando las letras—, ¿cómo te encuentras?
—Bien —respondió. Tenso, pero estable—. ¿Tú?
—Bien —repite de la misma forma—. ¿Cómo van con todo esto?
Mark se encoge de hombros, por lo que considero que es un buen momento para adentrarme en la conversación.
—Katia está respondiendo los correos que hemos enviado, así que tenemos un punto. Dijo que no nos preocupáramos, porque está bien. Estábamos pensando en chantajear a AIDH para que la deje salir —respondo con un notorio tono acelerado que deja a Addison pensando en cada una de mis frases—. Y eso es todo. Vamos bien, ¿no, Mark?
—Supongo —dice en voz baja.
—Todo saldrá bien —respondo levantándome de la silla—. ¿Dormiste bien, Addison?
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AIDH: un nuevo orden mundial
Teen FictionSin discriminación, sin desigualdad: AIDH es la nueva potencia mundial que gobierna todo lo que conocemos. ¿Pero qué ocurrirá cuando sus secretos salgan a la luz y los hijos de los propios gobernadores deban decidir de qué lado estar?