Capítulo 5:
No tengo una excusa para estar aquí, pero debería. Ella comenzará a sospechar. O tal vez no: soy el jefe de seguridad, tengo una excusa para estar aquí. Ellos no la tienen; están en problemas. Ellos están en problemas y yo soy la seguridad.
Las luces se fueron en todo el piso, o al menos, eso parece. No tiene sentido que haya pasado, AIDH tiene generadores de repuesto en caso de que los generadores de repuesto verdaderos dejen de funcionar. La luz nunca se había cortado aquí.
—Mark, ¿Qué hiciste? —pregunta Katia.
No se escucha preocupada, más bien se escucha molesta. Quiere saber qué es lo que está pasando y no puedo culparla, pero sí puedo hacer que olvide esto.
—Quiero saber qué están haciendo aquí —le digo, intentando que mi tono no refleje nada.
Se sienten como eternos minutos de silencio, pero sé que solo fueron un par de segundos en los que ninguno de ellos supo qué decir. Supongo que no esperaban ser descubiertos; y aunque yo si esperaba descubrirlos, tampoco sé qué hacer.
Él necesitaba más tiempo para acercarse a Thomas y pedirle explicaciones; es la razón por la que todos comentan que «Adam y Thomas han pasado demasiado tiempo juntos». Y yo debí haber tenido un poco más de tiempo para ir con Katia y preguntarle qué es lo que quería saber con exactitud.
—¿Tienes algo que ver con todo esto? —pregunta una vez más.
—Respondan. Sigo siendo el jefe de seguridad, y ustedes no pueden estar aquí.
—Tú tampoco estás autorizado para estar aquí. —Está segura de lo que dice, y en realidad tiene razón, pero no creo que lo sepa. Es una copia exacta de Robert Harford—. Además, me diste las indicaciones, ¿no era obvio?
Las luces a nuestro alrededor comenzaron a parpadear cuando ella terminó de hablar. Tintinearon una o dos veces antes de volver a apagarse, y luego se encendieron por completo. Esto me dejó ver la expresión de los cuatro: atentos, sin una pizca de miedo. Puede que esté atrapado, pero no voy a dejar que lo sepan.
—Te hablé sobre las cámaras, pero no pensé que harías esto —le digo, como si fuera una verdad absoluta—. Habría jurado que eras un poco más inteligente.
Es brillante, es algo de lo que no tengo ninguna duda. Si las personas aquí lo notaran ella estaría en la cima.
—¿No fuiste lo suficientemente inteligente para darte cuenta de eso, Mark? —pregunta con un tono condescendiente.
—Kat, es suficiente —dice Savannah rompiendo el silencio. Noto una de sus manos envolviéndose en el brazo de Katia para empujarlo hacia atrás—. Creo que deberíamos irnos.
—Concuerdo —comento.
La mirada de Ethan se mantuvo fija sobre mí durante todo el tiempo que los cuatro permanecieron de pie en la entrada. Eso no cambió ni cuando él también comenzó a decirle a Katia que esto era demasiado por hoy.
Me quedé en la habitación hasta que los vi bajar. Era lo que debía hacer, ellos aún no están listos para descubrir la verdad. Pensé en dejar que lo descubrieran, pero mientras esto no explote, ellos están solos aquí, y no son capaces de enfrentarlo por su cuenta.
°°
Capítulo 6:
«AIDH provocará consecuencias globales» sí, me lo habían dicho un par de veces esta semana.
Sigo caminando por los pasillos intentando no prestarles atención a los detalles, pero es imposible: Las paredes ahora tienen otro tono de blanco y las luces son verdes, no azules —espero que eso solo sea un error de programación después del corte de luz—. Bajo usando las escaleras para no llamar la atención de nadie y llego hasta el tercer piso.
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AIDH: un nuevo orden mundial
Fiksi RemajaSin discriminación, sin desigualdad: AIDH es la nueva potencia mundial que gobierna todo lo que conocemos. ¿Pero qué ocurrirá cuando sus secretos salgan a la luz y los hijos de los propios gobernadores deban decidir de qué lado estar?