Graffiti Parte 2

Capítulo 10

La mañana había pasado más rápido de lo que pudieron darse cuenta. Las horas pasaron rápido sin que ellos pudieran contarlas, cada uno sumido en sus pensamientos y las situaciones que ocurrían en su vida.

Niall sólo pensaba en cómo la estaría pasando Shawn, en si no tendría problemas o si tendría mucho trabajo. Era tan extraño, Shawn y Lila estaban viviendo en la casa de su hermano, él podía ir y estar con Shawn sin temer por la hora o sabiendo que Shawn en cualquier momento podría decir que tenía que irse porque su hermana estaba sola. La divertida idea de pensar que eran una pareja viviendo en su propia casa era lo que siempre sentía cuando se acostaba junto a su novio.

En la mente de Harry se repetía una y otra vez las palabras de su padre, como si se tratara de ecos en sus oídos. Escuchar como Des decía el nombre de Louis y no en un buen sentido, siempre que escuchaba su nombre venía acompañado de una amenaza hacia su novio. Le aterraba saber que en cualquier momento podría acercarse a él y hace algo para alejarlo de él. Odiaba imaginar que algo pasara y se vea obligado a despedirse de él, de Louis. Del amor de su vida.

Liam, él estaba más feliz que nunca. Esa mañana despertó gracias a las caricias de Zayn en su cabello y una linda sonrisa. Y antes de irse, le dejó un tierno beso en su frente, diciendo: "Te veré en la tarde, cuando salgas de clases. Espérame por favor. Te quiero". Con esas palabras era imposible que no se encontrara reluciente y feliz, El chico del cabello negro con el qué pasó la noche, no había duda alguna de que se trataba del chico de quien estaba enamorado. Los suspiros que salían de sus labios eran la prueba clara y contundente de eso. Ya no podía pedir más que llegar el día en que él y Zayn se volvieran una pareja oficial.

La última clase terminó y Niall fue el primero en reaccionar, suspirando con cansancio y enfado por querer salir de aquel asfixiante y aburrido salón de clases.

—Ya no quiero venir a clases. Me cansa escuchar lo mismo siempre.

—No siempre es lo mismo, Niall —habló Liam con una gran sonrisa—. Y aprender cosas nuevas es algo divertido.

—Dilo por ti. Yo ya me canse de tener que despertar temprano todos los días para venir a un salón lleno de personas que están tan aburridas como yo, y escuchar la voz de un profesor que parece que odia su vida.

—No, lo que sucede es que siempre has odiado venir a clases. Pero creo que deberías de quejarte, ya son nuestros últimos meses en la preparatoria y luego nos vamos a la universidad. Ahí tendrás que seguir estudiando —explicó el rizado con una sonrisa traviesa.

—Aún no quiero pensar en eso, Harry. Yo me concentro en el ahora, y es que ahora odio las clases.

Harry y Liam rieron con suavidad por el comentario de Niall, quien quiso acompañarlos a reír pero su mirada se enfocó en la venta del aula. Afuera se encontraba George, logrando hacer que Niall bufara.

—Ese idiota otra vez —comentó Niall mirando hacia la ventana.

Harry y Liam miraron hacia donde veía el irlandés encontrándose con George de pie afuera de su aula.

—¿Por qué sigue insistiendo? ¿No le ha quedado claro? —Niall sentía cómo la sangre le hervía con verlo.

El profesor se despidió y salió del aula, dando con esto la oportunidad para que George entra al aula. Llevaba una caja de chocolate y un lindo oso de peluche en las manos. Atravesó todo el lugar hasta llegar con Liam y le sonrió de manera tierna.

—Hola Liam —lo saludó con voz tranquila, ignorando la mirada asesina de Niall sobre él—. Te traje esto.

—Gracias —lo tomó dudoso—. Pero no tenías que traer esto.