Capítulo 25

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Sus hermosos ojos cafés se enfocaban en lo blanco del techo de aquella habitación, al mismo tiempo que su cuerpo descansa en la cama que ya conocí a la perfección sin ser la de su habitación. No tenía mucho que hacer, no era como que saliera a saludar a las horribles personas que vivían ahí y decirles: "Buenas tardes, mi nombre es Zayn y son el novio de Liam. Quiero decirles que los odio a todos por no tratar a Liam como lo merece. Él no está solo, así que si vuelvo a enterarme que lo golpean, o si quiera llora por culpa de alguno de ustedes, yo me encargare personalmente de paguen por todo". Las ganas de hacerlo era las suficientes para hacerlo, pero sabía que Liam no lo permitiría, así que sólo podía decirlo en su cabeza.

Sus dedos acariciaban los suaves hilos que asemejaban el pelo del oso de peluche, sintiendo su estómago expandirse y contraerse al respirar, eso demostraba lo calmado que se encontraba. Todo era calma, sólo esperaba a que Liam regresara a la habitación pues había salido para ir a comer, no sin antes decirle a Zayn que regresaría con algo de comida para él, no podía hacer más que esperar a que su lindo novio regresara; mientras eso sucedía pensaba en su primo y en toda la situación que estaba pasando.

Esa tarde, cuando había decidido ir al instituto de Liam no sólo era para verlo, sino que había tomando fuerza y valor para decirle a Liam la verdad, o bueno, algo así. Pensaba comentarle algo como "¿Podrías odiar a alguien que entra en un trabajo muy peligroso e ilegal por querer ayudar a su familia?". Él estaba consciente de que hacer esa tinta pregunta era una estupidez, pero no quería alejar o lastimar a Liam, menos cuando apenas comenzaban su relación. Y para ser sincero, él realmente no quería decirle nada al respecto, seguía teniendo en mente que pronto dejaría ese trabajo y se alejaría por completo de ese mundo, así que no había la necesidad de comentar nada a Liam. O muy en el fondo, su subconsciente le gritaba que Liam no entendería, y no sólo terminaría con él, sino que también lo delataría con la policía. Muchas veces antes, la palabra delincuente salía de la boca del castaño cuando se refería a Zayn, y resultaba que no estaba tan alejado de la verdad, y el moreno odiaba que fuera así.

—¡Oh, Liam! —exclamó desespero—. No quiero lastimarte ni decepcionarte. Por favor, espero que lo entiendas.

Después de pensárselo una y mil antes, todo el plan de querer explicarle a Liam la verdad se vio frustrado -y no porque fuera necesario, fue más como una excusa para Zayn- cuando vio a Liam con ese golpe en su pómulo. No era el mejor momento para decirle algo de esa magnitud al castaño.

Pasarlo varios minutos más antes de que comenzara a escuchar pasos acercarse a la habitación. Él no se movió de su lugar porque estaba seguro de que se trataba de Liam, y no estaba equivocado, el problema era que no venia solo.

—Liam, cariño —se escuchó la voz de la madre del castaño al mismo tiempo que Liam abría la puerta, por lo que tuvo que cerrarla de nuevo, lleno de nervios.

—Mamá, me asustaste —dijo con honestidad, pues ni él la había visto antes de eso.

La adrenalina recorrió el cuerpo de Zayn al escuchar una segunda voz, se puso rápidamente de pie y se puso de pecho al suelo al otro lado de la cama, por si alguien entraba a la habitación pudiera esconderse bajo la cama con mayor rapidez.

—Mi niño, lindo —ella se escuchaba tan triste y arrepentida—. Mira como tienes tu hermosa carita. Perdóname.

—No importa ya. Se que me odia, así que era obvio que me golpearía. No es algo nuevo para mi.

Zayn sintió una gran fuerza en su interior, queriéndolo obligar a levantarse y salir de su habitación, tomar a Liam y abrazarlo, protegerlo. Pero no era el momento para poder salir de su escondite, así que tuvo que tener una mayor fuerza para ignorar ese sentimiento y seguir escuchando.

Graffiti Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora