Capítulo 31

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Niall estuvo varias horas en casa con Shawn y Lila, escuchando cómo la pequeña les contaba sobre el nuevo collar que adornaba su cuello y cómo hacía juego con el de Karim.

El rubio se quedó hasta que la pequeña castaña se quedó dormida, luego de algunos besos y caricias sobre la ropa con su novio, decidió regresar a casa.

Sus ojos se cerraban debido al cansancio de la noche. Al entrar a su casa, dispuesto a ir a su habitación, su padre lo detuvo con voz firme tras él.

—Niall Horan, ven aquí. Quiero hablar contigo.

—No voy a salir con Marie —casi soltó un bufido al hablar.

—No quiero hablar de eso. Te vi esta tarde con alguien fuera de la oficina. ¿Cómo se te ocurre hacer eso frente a la empresa? ¡Alguien pudo haberte visto!

—¿Así que me viste con mi novio? —lo miró de manera desafiante—. Debiste haberme llamado, así te lo hubiera presentado.

—No te hagas el gracioso conmigo, Niall. No quiero que vuelva a suceder algo como esto.

—Creí que sería algo peor, pero sólo pides que no vuelva a besar a mi novio frente a la empresa. Pensé que me prohibirías verlo o algo como eso, aunque si lo hubieras hecho, no te habría hecho caso de todas formas.

—Eres un mal agradecido. Todo lo que he hecho por ti, todo el dinero que he gastado en ti, todo lo que te he dado: toda la ropa cara que quieres, auto, te he pagado la preparatoria más prestigiosa de Londres, y así es como le pagas, siendo un maldito homosexual.

—¿Comenzaremos de nuevo con esto? Ya no quiero seguir discutiendo esto contigo. ¿Cuando lo vas a entender? Papá, por favor. ¿Por qué es tan difícil a aceptar que tu hijo es gay y tiene una relación con un chico encantador? Si lo conocieras, tú entenderías.

—¡Ni siquiera te atrevas! Nunca voy a aceptar algo como esto. Y si continúas con tu rebeldía, me obligarás a hacer todo esto por las malas.

—No hago esto por rebeldía. Cuando fingía tener una relación con el idiota de George, eso era por rebeldía. Sólo lo hacía para hacerte molestar, para que supieras que tú jamás podrás controlar mi vida; pero esto es muy diferente. Él es el chico al que amo.

—¡Eso no es amor! ¡Sólo es por lujuria! Vi la forma en que sujeto. ¡Repulsivo!

—Es repulsivo que mi novio y yo nos besemos, pero ¿no es repulsivo cuando un chico y una chica se besen?

—No es lo mismo.

—¿Cuál es la diferencia? En ambos casos son dos personas que tienen una relación, y al menos en mi relación puedo asegurar que existe amor, confianza y respeto. ¿No estás feliz por mi? Encontré a alguien que me ama y me respeta. Logré enamorarme de nuevo, después de que lo único que hacía era acostarme con quien fuera. ¿De verdad no te importa mi salud emocional? ¿Te preocupa más tu homofobia que lo que yo siento?

Por primera vez, frente a su padre, la voz de Niall se cortó y sus ojos comenzaban a nublarse debido a las lágrimas. Había comenzado molesto y enfadado por tener que pasar por la misma conversación de siempre otra vez, pero esta vez, de sólo pensar que su padre no le importaba lo que él sintiera, no pudo seguir siendo ese chico decidido y fuerte que tanto lo caracterizaba.

—No quiero volver a ver que llevas a ese fenómeno a la empresa, Niall. O la siguiente vez pediré a seguridad que lo echen.

Niall sólo miró a su padre irse, y decidió callar entender que su padre no se había percatado de que su novio era el mismo chico que trabajaba en la oficina de recurso humanos acomodando documentos. No sabía que tan bueno —o malo— era eso, pero iba a esperar y ver que sucedía.

Graffiti Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora