Capítulo sexto.

40 1 0
                                    

Tras una larga jornada de trabajo, el día había concluido y la noche era tan oscura, que me preguntaba como la gente no le temía, el frío que hacía en el exterior era paralizante pero a la vez confortante, era una de esas noches para meterte en tu cama, con una buena taza de café y un libro, aunque por hoy, estaba harta del café.
Recorrimos las calles de Londres, junto con Cassie, hasta llegar a su departamento, el edificio era bastante lujoso, de color vino y con hermosos decorados en blanco y dorado, era algo antiguo, motivo principal para que me pareciese hermoso. Cassie vivía en el departamento número 57 en el tercer piso.
-Aquí estamos-anunció Cassie, abriéndome paso para que pudiera observar el hermoso departamento en el que desde hoy, iba a vivir. Estilo contemporáneo, en tonos azules, celestes y violetas, bastante amplio y olía muy bien, entonces divise unas puertas corredizas de vidrio que daban a un pequeño y hermoso balcón, creo que esa era la mejor parte del departamento. 《Es precioso...》pensé, entonces Cassie me sacó casi de inmediato de mis pensamientos.
-Vamos Traw, te ayudaré a desempacar tus cosas, debes estar cansada.
-Es cierto Cassie, pero no olvides que hay algo que debes contarme-respondí algo impaciente, pues en verdad quería saber que sucedió con Sam Williams.
-Casi lo olvido, prometo contarte todo en cuanto desempaquemos, con una taza de té caliente, pero demonos prisa, la historia es algo...larga.
Es entonces cuando empezamos a acomodar mi ropa, en el Closet, entre otras cosas, de repente en el final de la maleta, se encontraba una foto mía, con papá y mamá. Cassie la tomó en sus manos y sonrió.
-¿Son tus padres? preguntó ella.
-Eran...pronuncie algo cabizbaja, huí de casa, no quiero volver a verlos.
-Creo que te haré cambiar de opinión, bien hemos acabado vamos por esa taza de té, te lo contaré todo en la terraza-respondió muy segura Casssie.
Al llegar a la terraza miré hacia abajo a pesar de mi vértigo, la vista era hermosa, se podía divisar un montón de grandes y luminosos edificios, al igual que en la acera la gente parecía muy muy pequeña, el cielo era casi tan oscuro como los ojos de Sam Williams, y cada vez me sentía más patética por no poder sacarlo de mis pensamientos.
-Bien Traw, debo comenzar desde mis orígenes. Yo soy huérfana, mi madre falleció cuando yo tenía 5 años, ella tenía cáncer y yo era muy pequeña como para recordarla, tengo ciertos recuerdos pero no sé si es ella o tan sólo mi mente está jugandome una broma cruel. Tras la muerte de mi madre, mi padre cayó en una depresión terrible, todo el tiempo lloraba y no quería que yo me acercará pues me parecia demasiado a mi madre, según el. Dos años más tarde el decidió suicidarse, yo llegué de la escuela, lo encontré en la cama, a su lado se encontraba un frasco de pastillas completamente vacío y del otro lado, una botella de alcohol, de igual manera vacía, creo que ha sido una de las escenas más horripilantes de mi vida, llamé a Emergencias, pero era tarde el estaba muerto desde hace horas. Cómo no tenía familiares, decidieron enviarme a un orfanato, hasta que alguna familia me adopte o hasta que cumpliera la mayoría de edad.
-Oh Cassie...dije, pero ella interrumpió.
-No sientas pena por mi Traw, ya lo he superado, continuaré. Durante más de 10 años era transferida de un orfanato a otro, supongo que lo único que pretendían era hacer tiempo, hasta que tuviera 18 años y fuera supuestamente "autosuficiente". Cuando cumplí la mayoría de edad no tenía idea de qué hacer con mi vida, jamás había trabajado, apenas había terminado la secundaria, estaba completamente confundida. La depresión por saber que no tenía a nadie, por no tener un hogar me invadió y terminé cayendo en lo peor de este mundo, las drogas. Las drogas acompañadas con mi adicción, y mi depresión hicieron que viviera literalmente en la calle, sobreviviendo de las monedas que desconocidos me daban por lástima.
Un día la señora Charlotte me encontró, llorando en la acera toda sucia y arrapastrosa, Traw...ella me salvó.
Me llevo por comida, aún estando consciente de que todo el mundo miraba a esa bella mujer elegante con aquella mendiga, porque en eso me había convertido...en una mendiga.
Ella me hizo abrir completamente los ojos, me hizo querer luchar, fue entonces cuando me ofreció el trabajo en el "London's Coffee" y que viviera en su casa, hasta que pudiera encontrar un sitio en donde quedarme.
Luego mi vida dio un giro trascendental, tenía un trabajo, conseguí este departamento y consideraba a Charlotte como mi madre, me sentía feliz, es entonces cuando Sam apareció...
Un día mientras trabajaba Sam llegó al café, tomé su orden, el me sonrió y bueno empecé a creer en el amor a primera vista. Cada martes venía a la misma hora, yo lo atendía y charlábamos, hasta que cierto día decidió invitarme a salir. Empezamos a hacerlo, pero tener a un modelo como pareja era demasiado complicado... todo el tiempo me sentía celosa de las zorras que se le insinuaban, nunca tuvimos una cita tranquila, romántica y decente. Siempre en bares, o grandes y ostentosas fiestas que yo detestaba porque no podíamos charlar. Era muy reservado nunca me habló de su familia, de sus gustos, de que le apasionaba, jamás. Un día el me sedujo, era de noche, estaba algo ebrio como de costumbre, y yo estaba estúpida e irremediablemente enamorada de el. Así que nos acostamos, por la mañana el se fue a duchar y su teléfono empezó a vibrar, un mensaje había llegado, la tentación pudo más que yo, revise su teléfono, quien busca encuentra Traw, y yo...encontré mi perdición.
《Cariño ¿Dónde estás? no te he visto desde la otra noche, te necesito, llama ¿si? te amo. Lucy》
《Sam, amor, olvidaste tu chaqueta la otra noche aquí, ven por ella ¿si?, y podría recompensarte, te espero. Amber.》
《Sammy, ¿Qué diablos sucede contigo? pensé que me amabas, pero apenas me acosté contigo empezaste a esquivarme, ¡eres un idiota! da igual, debo hablar contigo. Llámame ¿vale?. Geraldine.》
Encontré millones de mensajes de chicas llamándolo "amor" "cariño" y demás, fue en ese momento cuando me sentí la mujer más imbécil, yo era virgen...y le había entregado lo más preciado que tenía a alguien que de seguro ya no sabía el significado de virginidad.
Me vestí y salí del lugar, el llamaba constantemente y nunca respondí. Hasta que decidió armar un escándalo en el café.
-¿Qué te sucede Cassie? no has respondido a mis llamadas, te he dejado como un millón de mensajes ¡¿Por qué demonios estás evitándome!?
-¿Cómo puedes ser tan cínico? a la mañana siguiente de tu y yo nos acostamos, tu teléfono empezó a vibrar, un montón de mensajes de tus "novias" habían
llegado, eres un imbécil, puedes ser un modelo, exitoso y guapísimo, pero algún día te mirarás al espejo y te darás cuenta de lo mierda que has sido, probablemente me buscarás, pero para entonces, yo ya te habré olvidado, como se olvida a todo lo que no vale la pena, no vuelvas a buscarme porque te odio, Adiós.
El empezó a insultarme y a decir cosas como que nunca sintió nada por mi, que sólo buscaba sexo y que no necesitaba buscarme porque habían muchas que soñaban con que el "gran" Sam Williams, les dé una oportunidad. Creo que no me afectó tanto pues era algo que yo sabía, luego de esto no volví a verlo, se mudó de Londres, y apenas hoy volví a verlo.
Es un imbécil seductor Traw...ten cuidado, Sam no busca amor, porque ni siquiera se quiere a si mismo, el no quiere, el no ama, el no...siente.
Un silencio sepulcral había inundado el balcón, Cassie había terminado con el relato, y yo no sabía que decir.
《¿Cómo pude alabarlo de tal manera?》Era una idiota porque me imaginé una historia con alguien tan malo. Debía olvidarlo, sacarlo de mi mente, dejar de idealizarlo, en el fondo sabía que iba a lastimarme...sin embargo algo no me permitía hacerlo, llamenlo estupidez, llamenlo desesperación o simplemente Sam Williams estaba más dentro de mi, de lo que había imaginado.

Reencarnando a mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora