Capítulo Diecinueve.

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Lo primero que detecté por la mañana, fue la luz brillante que la ventana alumbraba directamente a mi rostro, provocando que abriera mis ojos con mucho odio pues enserio tenía demasiado sueño, podía dormir las horas que fuesen...pero jamás eran suficientes para hacer que al siguiente día despertara renovada y con energías. Me levanté de la cama, estaba sudando, la blusa de tirantes que utilizaba para dormir estaba completamente húmeda y mi cabello también lo estaba, cerré la cortina, para que aquel brillante sol ya no me perturbara, acto seguido volví a recostarme, pero no volví a dormirme ¿Cómo hacerlo, cuando el sueño que tuve hizo que mi corazón se acelerará tanto?
Ojalá mi almohada pudiera grabar mis sueños》pensé. Fue entonces cuando rebobine mi memoria, para recordar con lujo de detalles, aquel maravilloso sueño.
~Flashback~
Me encontraba en un avión, miraba por la ventanilla, todo lo que observaba eran las blancas y suaves nubes a través de las cuales volábamos, una suave tonada se escuchaba en el ambiente, provocando que la estadía en el avión se tornará mucho más placentera y pacífica. Al llegar al aeropuerto, recogí mi equipaque que únicamente constaba de una valija de color vino. Caminé fuera del área de revisión de documentos y finalmente era libre, sin embargo no estaba consciente en que país me encontraba, ni con qué fin me hallaba ahí. Pero de pronto, una sola presencia me hizo comprender a dónde viajé, todo era muy obvio. Nos miramos a metros de distancia y solté mi valija pues estaba muy feliz, después de tanto tiempo lo volvía a ver, él vino por mi al aeropuerto, ese era otro de los motivos de mi felicidad, tan elegante, atractivo y sexy como de costumbre, usaba unos jeans de color negro ceñidos a sus musculosas pero delgadas piernas, un suéter en tono oliva cubría aquel torso bien esculpido, que causaba envidia, pero vamos es modelo, su trabajo es lucir perfecto. Aceleró su paso hacía mi hasta que nos quedamos a menos de medio metro de distancia, sus brazos rodearon mi cintura, los míos se entrelazaron en su cuello, uniendo así nuestros cuerpos en un cálido y amoroso abrazo.
-Te echaba de menos. -susurró en mi oído.
-Si lo hubieras hecho, no me habrías abandonado. -respondí en voz baja, se notaba que estaba dolida.
De pronto nos soltamos convirtiéndonos de nuevo en dos cuerpos, con una de sus manos tomó mi valija y con la otra, tomó mi mano, entralazandolas perfectamente. Salimos del aeropuerto, en su coche nos dirigimos a su casa lujosa, contemporánea y amplia. Luego de cambiarme de ropa y desempacar mi valija, Sam y yo vimos una película en su habitación, ambos nos encontrábamos acostados, pero mi cabeza se encontraba apoyada en su pecho, el volumen de la película era muy bajo así que miré a mi alrededor buscando el control remoto hasta que lo encontré con mi mirada, se encontraba debajo del brazo de Sam, estiré el mío para alcanzarlo, pero Sam no me dejó.
-¿Qué cree que está haciendo señorita Sanders? -preguntó burlonamente, tomando el cotrol remoto y alejándolo de mi.
-¡Damelo! -chillé, intentado alcanzarlo.
-No lo haré Traw, me es imposible mirar una película cuando la chica que me gusta, se encuentra más pendiente del control remoto que de mi. -respondió y empezó a reír.
Empezamos a forcejear hasta que mi cuerpo se quedó encima del suyo y mi mirada se posó fijamente en sus preciosos labios, enseguida me percaté de que el también miraba los míos. Lo deseaba tanto como yo, entonces poco a poco mi rostro fue descendiendo hasta llegar al suyo, lo miré esperando su aprobación y Sam cerró los ojos, lo cual me indicaba que también quería besarme. Cerré los míos y nuestras bocas se encontraron, sus labios eran suaves y su aliento era sensacional, besaba increíble. Estábamos perfectamente coordinados, era un beso lento de aquellos que quisieras prolongar por horas, mis manos tomaron su rostro, como un instinto, para que ya nunca se separara de mi, él también tomó el mío y aquel beso se tornó muy largo pero placentero, jamás tuve ese remolino de emociones dentro de mi al besar a nadie, como sucedía con Sam Williams, supongo que se debía a que había esperado aquel beso por demasiado tiempo. Nos separamos cuando la falta de aire se hizo presente, sus brillantes ojos, sus labios y todo él, era mío. Acarició mi corto y rebelde cabello castaño.
-Te amo Traw Sanders. -dijo de repente.》
Fue entonces cuando desperté, feliz porque aunque fue en mis sueños Sam me amaba, desilusionada porque no fue real y no podía volver a soñar lo mismo, asustada de que aquel momento que tanto anhelaba nunca llegue.

Reencarnando a mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora