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''No estoy preocupado'' se repite quizás por quinta vez en el día mientras suspiraba intentando controlar la presión en el pecho. Ni siquiera estaba haciendo cálculos mentales de cuándo era que correspondía el chequeo del azabache ni nada de eso. No es como si estuviera obsesionado o algo por el estilo.

Ese día en la oficina Jungkook no había asistido sin explicación alguna y no contestó a ninguno de sus mensajes en donde preguntaba si le había sucedido algo. Pero tampoco es como si pudiera culparlo, después de todo él y el azabache estaban muy lejos de tener una relación y por consiguiente el menor no tenía que estar explicándole algo tan banal como el por qué no había asistido al trabajo.

Para Taehyung ni siquiera era un problema. No debería serlo al menos. El hecho de que su compañero solo estuviera faltando suponía que le sumaría puntos extras a la hora de que el señor Kwon tomase una decisión.

''¿Sabrá el señor Kwon el motivo por el que Jungkook había faltado?'' se pregunta de repente y solo se contesta que no era de su incumbencia y que no se lo preguntaría.

''¿Y si le pasó algo malo? ¿y si sintió algún síntoma y de repente tuvo que ir al medico a hacerse chequeos?'' recuerda que el azabache se hace sus estudios cada seis meses y ya habían pasado cerca de cinco desde el último. Era posible que algo estuviera saliendo mal y que por eso no fuera a trabajar en días tan importantes como aquellos, en donde llevaban más de tres semanas siguiendo a Kim Namjoon sin tener éxito en su búsqueda.

Jungkook no podía dejarlo solo, no ahora que de cierta forma se estaba acostumbrando a su compañía y por supuesto que estaba preocupado, ni siquiera tiene que pensarlo dos veces y desde el simple momento en que se le había insertado la idea de que el cáncer pudo haber vuelto, esa idea fue creciendo cada vez más hasta llegar casi al punto en la paranoia en el castaño.

Continua mandando mensajes el resto de la mañana e incluso intenta llamarlo en más de una ocasión sin éxito alguno, por lo que solo intenta relajarse  y continuar editando las fotografías que el señor Kwon le había mandado. Se dice a si mismo que si al día siguiente Jungkook nuevamente no aparecía, este iría con el señor Kwon a preguntárselo de una vez.

Al día siguiente vuelve a estar solamente él en la oficina pasadas ya unas horas desde que su horario de entrada había llegado, lo que lo hacía saber que el azabache nuevamente no asistiría. Ya no le importa realmente ser un entrometido en el tema y sin dudarlo se dirige hacia el ascensor para ir hacia la oficina de su jefe y asegurarse que todo estuviera bien.

Toca dos veces antes de entrar tímidamente. Su jefe se encontraba prestando atención a su laptop al momento en que ingresa en la oficina.

—Buenos días señor Kwon, me preguntaba...

—Taehyungie— le dice con completa confianza, lo que hace que automáticamente se relajara. Si a Jungkook le hubiera pasado algo este no estaría tan feliz. —Justo estaba por mandar a mi secretario para ir a buscarte. Quería que fotografiaras unas joyas para una marca y como a ti precisamente te gustan ese tipo de cosas creí que te gustaría el encargo.

—Claro, no hay problema señor— le dice reverenciando a penas. —Yo... ¿lo hago solo?— dice intentando buscar una excusa para hablar del azabache. —Ya sabe, como estamos en un tiempo de trabajo en equipo con Jungkook quería...

—No te preocupes por eso, Taehyung. Es probable que tengas que trabajar solo toda la semana.

Taehyung no puede evitar abrir la boca de sobremanera y asentir tímidamente por su expresión de sorpresa ante su jefe.

—Él... ¿sucedió algo?

—Sabes que no puedo decirte el motivo de su licencia, es personal.

Taehyung asiente e intenta tranquilizarse, ya que si su jefe -quien era casi familia con el azabache- no estaba preocupado, él tampoco debería de estarlo.

—¿Pero puedo saber si él esta bien?

—No te preocupes, Taehyung— le dice sonriéndole. —Me alegro que se estén llevando mejor, ¿sabes? nunca había visto a mi sobrino tan cómodo con alguien como cuando lo veo trabajar contigo.

El castaño siente cierto rubor crecer en su mejilla y solo puede inclinarse como respeto.

—Si, bueno... conectamos muy bien. Usted tenía razón cuando dijo trabajaríamos bien juntos.

—¿Verdad?— dice sonriendo su jefe. Luego de eso vuelve su vista hacia la laptop. —Te mando un correo con la información del encargo para que puedas ponerte en ello inmediatamente.

Taehyung asiente y reverencia a su jefe para poder retirarse. —Esta bien señor. Gracias.

El resto del día laboral puede de cierta manera esquivar un poco los pensamientos gracias a que estaba muy ocupado con la sesión de fotos, pero nuevamente cuando llega la hora de salida no sabe siquiera qué hacer. No es como si tomar el metro fuera un enorme problema, pero el hecho de que Jungkook no estuviese se le hacía cada vez más evidente.

Vuelve a intentar llamarlo ese día sin tener éxito y solo puede preguntarse cual podría ser el motivo de su ausencia y qué tan ocupado estaba como para siquiera contestar sus mensajes.

El tercer día llega sin realmente esperanzas a la oficina. El señor Kwon ya le había informado sobre la ausencia del azabache en toda la semana por lo que ni siquiera lo busca cuando entra ni tampoco lo espera.

Se preguntaba cómo sería su vida una vez que uno de los dos tuviera el ascenso, ya que resultara ganador o no, sabía que nuevamente tendría que estar en una oficina solo y no se creía capaz de soportar tanto aburrimiento durante tanto tiempo.

Extrañaba que Jungkook le trajera té. Ir él mismo y comprárselo en la cafetería no era lo mismo, ya que lo que realmente le hacía sentir calentito era el gesto del azabache y no tanto la infusión como él anteriormente creía.

Tampoco la pasaba bien viendo la taza de paletas sobre su escritorio completamente llena. Necesitaba tener a alguien frente suyo pidiéndole una cada dos horas.

Extrañaba también los pies del azabache, los cuales solían enredarse con los suyos constantemente y ni hablar lo mucho que extrañaba levantar su mirada y encontrarse con la del menor sonriéndole de forma coqueta.

Solo habían pasado tres días desde que no lo veía y definitivamente extrañaba que lo abrazara. Jungkook era de las personas más cariñosas que había conocido en su vida y sentía una extraña sensación en el estomago cada vez que recordaba los brazos del menor alrededor suyo. 

Y eso que intentaba no recordar las largas sesiones de besos matutinos que ambos tenían todos los días. A esos definitivamente eran los que más extrañaba, ya que ahora lo único que hacía era mirar fijamente la ventana de la oficina o preguntarse qué será lo que sucedió para que Jungkook se ausentara y sin siquiera mandarle un mensaje avisándole.

¿Tan poco importante era en su vida? porque más allá de la poca relación formal que tuvieran, Taehyung sentía una especie de compromiso con el menor y que éste no lo tuviera en cuenta de cierta forma le dolía.

Solo esperaba, desde lo más profundo de su corazón que si sea algo estúpido la razón de su ausencia. No le importaba del todo que este se haya olvidado de que él existía, no cuando estaba la posibilidad de que algo mayor estuviera ocurriendo y no se creía siquiera capaz de pensar en qué haría o cómo reaccionaría si el azabache entrara por la puerta con la noticia de que le había vuelto el...

—Hola hyung...— dice el azabache tímido abriendo la puerta de repente y lo único que puede hacer Taehyung, es tirarle la taza llena de paletas por haber sido un imbécil y no contestar a sus llamadas.

— dice el azabache tímido abriendo la puerta de repente y lo único que puede hacer Taehyung, es tirarle la taza llena de paletas por haber sido un imbécil y no contestar a sus llamadas

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And the reason is you 》▪︎KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora