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Taehyung no recordaba cuándo había sido la última vez que había compartido un momento que lo hiciera sentir tan a gusto, tan en familia.

Ni siquiera en las cientos de reuniones que había asistido con sus familiares se había sentido de esa manera, ya que de cierta forma nunca formó parte de una familia tan bondadosa y atenta como la del azabache.

Quizás hasta ese día era la primera vez que se sentía de esa manera, ya que los recuerdos junto con su abuela eran casi nulos y ni hablar que eran de una edad tan temprana.

Ese día habían comido los cuatro juntos de la carne asada hecha por Taeyang mientras escuchaba de las anécdotas que este tenía junto con GD en su juventud. Le resultaba extremadamente divertido pensar en su jefe en situaciones como la que describian y Taehyung no podía parar de reír ante la imaginación. 

La mano del azabache sobre su muslo solo mejoraba la situación, haciendolo sentir tranquilo en todo momento y sin sentirse alguien externo en la mesa.

Luego habían jugado todos juntos con una pelota en la playa para luego meterse en el mar por el resto de la tarde. Casi antes de que el sol se metiera Taeyang había sugerido una competencia de castillos de arena entre Jungkook y él dandole asi un buen fin al día para sus ojos.

De todas formas, Jungkook pudo mejorarlo. El azabache lo había llevado a recorrer una feria junto al mar que no estaba muy lejos de su casa y allí habían pasado horas y horas recorriendo y comprando cosas hasta avanzada la noche, cuando no le quedó más remedio que volver.

Realmente no le molestaría tener que volver a visitar a la familia de Jungkook en otra ocasión, ya que no se sintió en ningún momento excluido y hasta incluso no habían dicho nada al respecto cuando veían al azabache ser cariñoso y comportarse de una manera para nada amistosa con él.

—¿Sabes? Tus padres son geniales— le dice cuando estan acostados en la cama del menor, ambos mirando el techo.

Jungkook al parecer también se encontraba perdido en sus pensamientos hasta ese momento ya que se exalta un poco cuando el castaño rompe el silencio. Gira para mirarlo y le sonrie dulcemente.

—Lo sé. Les agradaste mucho ¿Sabes?— le dice acariciando su cabello y Taehyung asiente feliz, ya que él mismo sentía que eso era cierto. —Estoy seguro que van a querer que vengas conmigo todas las veces a partir de ahora.

—No me molestaría— le dice sonriendo. —De verdad me agradaron mucho tus padres. Más que los míos incluso.

Jungkook se ríe ante eso. —Te voy a traer conmigo a partir de ahora, entonces.

El castaño asiente felizmente y vuelven a quedar en silencio, suponiendo así que Jungkook ya iba a dormirse. Taehyung tenía demasiadas emociones juntas como para siquiera intentarlo, por lo que sabía que esa no sería una opción cercana al menos.

Nota en la oscuridad como Jungkook se había puesto a jugar con la pulsera de hilo azul que se había comprado en la feria e inevitablemente toca la que se había comprado él de color rojo. Quizás el azabache no lo había notado, pero Taehyung había sido muy insistente en que compartieran pulseras y temía por sus sentimientos, ya que sabía que estos estaban tomando rumbos quizas no esperados.

No se conocían realmente del todo, todavía había grandes interrogantes en el azabache y posiblemente Jungkook tenía de las suyas con él, por lo que no estaba seguro si hablar sobre el futuro de su relación sería realmente buena idea. Temía arruinarlo, que el azabache se negara y las cosas se pusieran incomodas entre ellos.

De todas formas si no revelaba aún sus sentimientos, la relación íntima entre ambos seguiría existiendo al menos por su parte, ya que creía cada vez más difícil separarse del azabache.

And the reason is you 》▪︎KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora