A la mañana siguiente la Mansión Maddison estaba sumida en un silencio muy poco habitual. Aunque silencio no era precisamente la palabra correcta puesto que en el exterior y más allá de las formidables paredes se escuchaban el incesante sonido de la lluvia al caer mezclado con los relámpagos que rompían el cielo de un alba que auguraba retrasarse al aparecer... un poco más. A pesar de eso, todos permanecían en sus habitaciones ya que era casi imposible que estuviesen fuera de las mismas cuando el clima se tornaba frío y hostil en toda la ciudad.
Norma Walfs se levantó muy temprano y rindió sus clemencias (como de costumbre) en el rincón de la habitación que le había sido asignada la noche anterior. Inmediatamente, Albert Colt salió del baño con la ropa puesta y una sonrisa muy evidente que hizo que Norma se detuviera en pleno ruego celestial preguntándose porqué su hijo estaba tan feliz.
—¿Sucede algo hijo mío? —preguntó levantándose del suelo con dificultad.
Albert que conocía muy bien a su madre supo de inmediato que aquella intención disfrazada e interesada no era más que pura curiosidad. Algo que ella misma rechazaba en las personas, sobretodo de índole mundana, pero que dentro de las cuatro paredes parecía cambiar de opinión. Él no le contaría absolutamente nada pues podría ir directamente a una inevitable discusión y estaba claro que no iba a hablar de los hechos ocurridos ya que ante todo se consideraba un caballero y por tanto, habían cosas que no se podían decir por orgullo y condescendencia propias de un hombre.
La verdad en sí, era que ni el mismo conocía que era cierto y qué no. De hecho, no sabía en qué punto se hallaba en aquel momento con Alissa Maddison. Le encantaría y podría tener algo muy serio con ella, si lo quisiera, claro. Pero...
¿Ella pensaría igual?
¿Tendría una relación con Alissa Maddison?
¿Podía haber algo más allá de lo que ocurrió anoche?
No hubo respuesta. Su cerebro no procesaba tal información. Estaba confundido. Se había decidido a no tener nada que fuera simplemente carnal así que si la intención de Alissa era eso la verdad no sabría que hacer. Era una mujer fascinante y frenética; una mujer perfecta para mantener una relación formal. En pocas palabras, le gustaba Alissa Maddison y sí tenía que conquistarla lo iba hacer a como de lugar.
Desvió el rumbo de sus pensamientos mientras se asomaba por la ventana y observaba en el firmamento que los escasos rayos del sol aún no aparecerían completamente debido a la lluvia que comenzaba a caer con más fuerza.
—Vamos, debo acudir al trabajo. —le dijo a Norma y se dirigió a la salida de la habitación.
Una vez que se hallaron en el enorme vestíbulo Gretta Collins les saludó con un ferviente cariño muy propio de ella mientras preparaba la mesa con el suculento desayuno en compañía de Melissa Puente. Olía delicioso y Norma tuvo la intención de preguntar de dónde provenía esa exquisita fragancia pero Albert se le adelantó y quedó callada en contra de su propia voluntad.
—Buenos días, señora Gretta. Espero y tenga un maravilloso día. —recitó Albert saludándole.
Norma caminó detrás de su hijo y saludó, aunque de forma muy distinta.
—Huele delicioso, Gretta... —comenzó a decir.
Albert la fulminó con la mirada y Gretta sonrió ampliamente al percatarse de su intención.
—Sí. Melissa se destaca todos los martes con el desayuno occidental. —explicó colocando el sumo de naranja en el centro de la mesa.
—Estupendo... —retomó Norma.
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Secretos de una ninfómana 🔞 (Completo)✅ (En físico) 😍
Romance🔥 Secretos de una ninfómana, es la historia de pasión y lujuria entre Alissa Maddison y Albert Colt. Dos seres con vidas sumamente distintas pero destinadas a un sólo fin: hacer que el infierno arda más que nunca. El deseo carnal que surge entre e...