118. La mano enferma

759 86 13
                                    

En este día, la casa del primer ministro estaba llena de invitados y carruajes, la gente estaba esperando verlo con una caja de regalos en sus manos, listos para dárselo.

Sin embargo, todas las personas que aprovecharon la oportunidad para conocerle fallaron. Ni siquiera entraron en la casa del primer ministro.

-"¡Du Yuzhang realmente no puede cambiar su arrogancia!"

Aquellos funcionarios que anteriormente habían hablado mal de él y lo habían acusado en la corte tenían miedo de que Du Yuzhanga aún estuviera molesto con ellos.

Ahora que Du Yuzhang no les permitió entrar a su mansión ni mucho menos verlo, empezaron a calumniarlo en todas partes, haciéndolo quedar como un caprichoso ministro de poder.

Nadie cree que Du Yuzhang esté realmente enfermo, pero en realidad es mucho peor que eso.

Dentro de la casa del primer ministro, Du Yuzhang yacía en su cama y tenía fiebre alta como en los últimos días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dentro de la casa del primer ministro, Du Yuzhang yacía en su cama y tenía fiebre alta como en los últimos días.

-"Suéltame ... No ... Sálvame ... ¡Ah!"

Du Yuzhang aún seguía inconsciente, pero su pesadilla nunca terminó.

En el sueño, el machete brillante lo persiguió desesperadamente, y luego lo cortó en pedazos una y otra vez.

-"Suéltame ... No ... ¡ah!"

Du Yuzhang estaba sudando. Sus ojos rodaban inquietos bajo los párpados cerrados. Respiraba cada vez más rápido, suplicando en susurros, aún estaba atrapado en una pesadilla y no podía despertar.

-"Ayúdame ... Ayúdame ... No ... ¡Déjame ir!"

De repente, una gran mano agarró delicadamente su mano.

Esa mano es más grande y transmite poder.

Du Yuzhang sollozó como si hubiera encontrado su salvación. Tembló y pellizcó con sus uñas la carne de la mano del hombre.

-"¿Por qué estás tan enfermo? ¿Tienes una pesadilla?"

El hombre apretó su mano y le secó el sudor frío.

-"Suéltame ... ¡No ... no!"

-"Está bien ... Despierta, no tengas miedo ... Las pesadillas son falsas ..."

La voz del hombre era baja y besó la oreja de Du Yuzhang, quien realmente se calmó lentamente y se deshizo de su pesadilla.

Al ver que Du Yuzhang estaba dormido, el hombre quiso quitar su mano de la palma de Du Yuzhang.

-"No te vayas ... Por favor ..."

Du Yuzhang tembló inquieto e inconscientemente agarró la palma del hombre.

-"Está bien, no me iré".

El hombre se sentó junto al sofá y acompañó silenciosamente a Du Yuzhang, quien se calmó y gradualmente se quedó dormido.

La mascota del rey /君宠难为 [novela china]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora