•𝐁𝐈𝐑𝐃 𝐈𝐍 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐃𝐎𝐌•

[Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 21]

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Los enfrentamientos siguieron hasta las 5 dónde todas finalizaron y todos comenzaron a retirarse pues más tarde tendrían la fiesta.

Si, recién habían peleado pero algunos ya se habían recuperado, estos eran los que había participado primero y de los demás no tenían heridas graves ya que los profesores a cargo de supervisar los enfrentamientos se encargaban de que no se hicieran dichos daños así que se podría decir que estaban bien y que mejor que la fiesta para relajarse, nada saldría mal.

La fiesta sería a las 9 así que tenía tiempo de descansar aún más.

¿Quería ir a la fiesta? ¡No! Pero había iba al ser débil contra su estúpido, intenso y de cierto modo adorable amigo rubio que insistió en que asistiera al igual que su hermana mayor quien le había dicho que asistiera ya que después de todo se lo había ganado, ¿se negó? ¡Claro que sí! Pero fue débil ante el último recurso de su hermana y amigo.

Aquel azabache de orbes carbón redondos con vendas en los brazos para cubrir las heridas y cicatrices que tenía su cuerpo dándole unos aires aún más sexy de los ya que tenía con aquel brillo de alegría, ánimos y entusiasta que lo caracterizaba pero ahora con la diferencia de que imploraban y animaban la presencia del pelirrojo.

Trato de negarse incluso a él pero cedió mucho más rápido de lo que hubiera deseado.

Ahora se encontraba acostado en la cama boca abajo recordando aquello.
Miro a su lado.

8:00 p.m

Dió un largo suspiro, era hora de darse una merecida ducha que le calmara los músculos, si bien se había duchado tras regresar del campo de enfrentamiento ahora quería una nueva para sentirse más relajado.

Se paró y se dirigió a preparar la ducha para luego despojarse de su ropa para poder sentir las gotas de agua recorrer cada espacio de su cuerpo, aquella agua tibia había comenzado a hacer su trabajo al quitar todo rastro de tensión y, de paso, sueño.

Disfruto como nunca antes de aquella ducha; sentir el rastro de jabón en sus rojos cabellos y su suave piel blanca pero sin llegar a ser pálida, el aroma que desprendía el jabón y el shampoo al mezclarse que, a diferencia de como podía haber pensado, era agradable ya que sorprendentemente no se sentía el rastro de los químicos en ello utilizado y solo desprendía un ligero olor a bosque por el olor a rosas junto al agua que por un momento lo unido en su imaginación.

Bosque....

Inevitablemente la imagen de cierta persona vino a su mente sobresaltandole pintando el carmín en sus mejillas.

Lo mejor era terminar su ducha de una vez, después de todo ya no quedaba más que quitarse el jabón.

Al salir lo primero que hizo fue dirigirse a su closet de dónde saco una camisa negra de más o menos 3/4 de manga luego una camisa rojo vino manga corta que resaltaría el color rojo de sus cabellos, un pantalón negro ceniza y unos tenis negros de suela blanca.

8:40 p.m

Temprano, se cambió con calma buscando sus aretes los cuales solo iban en una de sus orejas; al terminar se vio al espejo, solo hacía falta que peinara su cabello.