•𝐁𝐈𝐑𝐃 𝐈𝐍 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐃𝐎𝐌•

[Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13]

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La brisa fría de la noche que le arrullaba apaciguando sus ya abrumados sentidos acariciaban dulcemente sus finas hebras rojas cuál sangre al igual que su mejilla teñida de un ligero tono carmín por la misma.

Al fin se sentía a poder respirar mientras caminaba con calma hacia su dormitorio sintiéndose algo inquieto por la presencia tras él que le acompañaba desde hace ya un cierto punto.

Pronto aquella presencia a la cual no le había tomado la importancia de ver se apresuró a paso nervioso a su lado.

–Ehh...tu...tu eres el chico que siempre lleva puesta el buzo con la capucha ¿cierto?

No era muy bueno recordando a las personas ya que no era una importancia para él pero aquella voz se le hacía extrañamente familiar y fue hay cuando sintió su corazón dar un vuelco, su respiración cortarse por un milisegundo, sus manos vacilar y su mente ponerse en blanco admirando los orbes carbón que le miraban con nerviosismo y una gran sonrisa algo nerviosa.

Tenía que desviar la mirada o en cualquier momento su cuerpo dejaría de responderle así que adelanto un poco el paso con la mirada al frente, suficiente había tenido con la charla con sus hermanos acompañados del grupo de amigos que de apoco se disipaba para regresar a sus dormitorios.

–La-lamento si te sorprendí un poco, supongo que ya no hace falta presentarme tan formalmente pero me gustaría hacerlo está vez por mi cuenta.

Fue sacado de sus pensamientos al escucharlo, inconscientemente le había prestado atención mirándole de reojo mientras el chico a su lado intentaba mantener el pasa.

–Soy Rock Lee es un placer conocerte, puedes decirme Lee si gustas.

No hablar era una cosa y ser mal educado era otra, tenía modales y no quería responder, un gran dilema que simplemente podía ignorar y seguir su camino más sin embargo su lado racional no se lo permitía además de que estaba la duda de por qué le seguía hacía ya un rato, soltó un suspiro para si mismo imperceptible para el contrario para luego mantener su semblante serio y neutro.

–Gaara no Sabaku.

Fue lo único que dijo mientras abría las puertas del dormitorio siendo seguido por el azabache, eso ya era mucho, allí solo podía entrar los del tipo C pero ¿sería aquel azabache un tipo C?, no quería adelantarse así que tendría que preguntar o ignorarlo pero la curiosidad siempre mata al gato.

–¿Por qué has estado estado tras de mi desde hace rato?

Sin ver al azabache tras suyo continuo avanzado a paso lento aunque tuviera cosas por hacer para el día que seguía.

El azabache se sorprendió ante la pregunta ya que iba a una distancia prudente según él, aunque ahora que lo pensaba eso podría llegar a parecer acoso pintando en su rostro la incredulidad hacía si mismo.

–¿mmm? También es mi dormitorio.

Lo que suponía aunque escucharlo de la boca ajena era lo que quería.

Continuo subiendo las escaleras seguido del ajeno lo cual comenzaba a desesperarle un poco.

–¿Y me dirás qué tú habitación también está en este piso?