•𝐁𝐈𝐑𝐃 𝐈𝐍 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐃𝐎𝐌•

[Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17]

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Los días después de aquello transcurrieron con normalidad destacando el hecho de que al día siguiente de su falta su hermana fue la primera en resaltar su preocupación mientras él contenía sus gestos de dolor cuando había sido abrazada por la misma.

Había teniendo una semana de descanso el cual había aprovechado nada más ni nada menos que para dormir luego de haber terminado sus tareas.

Una nueva semana había comenzando, de apoco había logrado familiarizarse más con aquel grupo que fueron los primeros en tratarlo como un igual, claro, luego de Naruto y sus hermanos.

En aquel singular grupo tenía la libertad de sentirse cómodo aunque siempre tenía esa sensación que le dictaba que no se encariñara y siempre mantuviera su guardia o tarde o temprano terminaría siendo apuñalado por la espalda.

La semana pasada se había saltado el entrenamiento para no empeorar su situación pero estaba seguro que ahora podría asistir a ella libremente.

Realmente extrañaba su entrenamiento y no se había dado cuenta de ello hasta que tomo su arco y flechas comenzando su entrenamiento sin darse cuenta que en medio de ellas había tenido una visita, no fue si no hasta que disparó su última flecha mientras salía del campo agradeciendo a que estuviera acostumbrado a los giros sobre si mismo.

–¡Eres estupendo! ¡De veras!

Aquella voz un tanto chillona para él le saco de su mundo para rápidamente mirar a su lado viendo a su rubio y torpe amigo acercándose a él con una sonrisa ya típica de él.

–¿Que haces aqui?

–¿No puedo venir a verte en tus prácticas?

Ambos rieron mientras el peli-rojo negaba con gracia mirando con cariño a su amigo.
¿Hace cuanto anhelaba volver a ver a su amigo?

Nunca lo admitiría, pero en su interior la personalidad inquieta, hiperactiva y algo estúpida de su amigo realmente le había hecho falta en todos aquellos años.

Inconscientemente revolvió con gracia los cabellos dorados de su ajeno.

–Solo es raro verte por aquí, teniendo en cuenta que tú tienes tus prácticas de básquet

–Bueno, pero no son los jueves

–Valevale

No se habían percatado pero durante todo ese tiempo un azabache les había estado observando con ternura ante la imagen como también con cierta inquietud en su ser sabiendo perfectamente de lo que se trataba, pero sabía que aquellos chicos simplemente se consideraban hermanos teniendo historia desde pequeños así como también sabía que él solamente era un amigó.

¿Desde que momento aquella palabra le causaba tanto dolor?
No lo sabía pero tenía claro sus sentimientos o al menos trataba de comprenderlos.

Fue sacado de sus pensamientos por la voz del Uzumaki que le alentaba a acercarse y unirse a su plática haciendo sentir los nervios en ambos pero el de marcas de zorro era ignorante a la situación, realmente era muy despistado o muy estúpido según su amigo peli-rojo.