Narrador omnisciente
El primer día había sido todo un éxito. Dejando de lado el incidente de ese rato, faltaban pocos minutos para que la última clase concluyera.
Stiles hacia algunos apuntes rápidos en su cuaderno, haciendo una mueca por la letra fea que dejaba en las hojas blancas de la libreta, ¿pero qué más podía hacer? El profesor dictaba demasiado rápido, no podía tomarse ni un respiro.
El profesor empezó a dar unas indicaciones; y por fin, Stiles pudo descansar su mano. La sacudió y empezó a moverla para que la sangre circulara por sus venas, quitando el entumecimiento.
Y para su buena suerte, el timbre sonó.
—Eso es todo por hoy, pueden retirarse. Linda tarde —se despidió el docente para tomar sus cosas y salir del salón.
Varios alumnos empezaron a salir detrás de él, mientras que Stiles, se tomaba su tiempo para guardar con delicadeza y orden sus cosas. Sí, Stiles era muy ordenado.
Isaac y Liam lo esperaban ya con su mochila en el hombro, y cuando el castaño terminó, se levantó y les sonrió.
—Listo. Vámonos —los tres muchachos salieron del aula y empezaron a caminar por sus pasillos para salir de la universidad.
Stiles se absorbió en sus pensamientos. Afortunadamente no volvió a toparse con Derek en todo el día.
Llegaron al vehículo de Isaac, y mientras guardaban sus cosas en la cajuela, Stiles observó que a unos metros de ellos estaba esa persona que no quería ver.
Derek mantenía presionado a Jennifer en el cofre de su auto, posesionando sus labios como si fuera a comérsela viva, y a su lado, estaba ese chico con mandíbula levemente torcida; Scott, si no mal recordaba su nombre. De igual forma, se estaba dando un buen agarrón con un chico desconocido para él.
Había demasiada gente en el estacionamiento, pero se podían reconocer fácilmente.
—Iugh, ¿por qué no se van a un hotel? Es vergonzoso —dijo Stiles mientras se metía al coche junto con ambos hermanastros.
—¿Qué te digo? Ha Derek le encanta llamar la atención —respondió el rubio, encendiendo su auto y emprendiendo rumbo hacia su hogar.
—Hay algo que se llama privacidad o intimidad —reprochó el castaño.
—Esa palabra no existe en su vocabulario. Sin exagerar, es probable que haya pasado por cada chica y chico lindo que veas. Los rectores siempre lo reportan por encontrarlo con sus parejas dándose unos buenos agarrones en los pasillos más deshabitados o teniendo relaciones en el baño.
—¿Tan cabrón es?
—No tienes idea.
—Pero... ¿por qué es así? —Stiles tenía esa insistente duda en su cabeza.
—Desde que entró a la universidad ha sido así. Varias veces el director ha mandado a llamar a sus padres por su comportamiento, pero la única que viene es su madre. Si no mal recuerdo su nombre es Talia Hale.
—¿Y su padre?
—Nadie lo conoce. Derek ha sido muy misterioso respecto a su vida familiar y privada. Según me han dicho tiene dos hermanas, pero nadie sabe sus nombres.
—¿Y por qué no lo han expulsado de la escuela?
—Su familia tiene mucho dinero, y por consecuente, contactos y relaciones —respondió—. Y por otra parte, como te había dicho antes, es el líder del equipo de fútbol americano. Es un miembro muy importante para la escuela ya que gracias a él, hemos ganado varios partidos contra diferentes escuelas y ciudades.
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El hilo rojo del destino //Sterek//
RandomUn hilo invisible al ojo humano conecta a aquellos seres que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca romperse... Derek necesita que alguien le dé o...