Capítulo 7

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Narra Stiles

No podía creerlo. ¿Es que acaso había viajado a otra dimensión alterna a la nuestra o qué carajos?

Debía de ser una jodida broma.

¡En definitiva lo era!

—¿Qué haces aquí? —pregunté ofendido. Y sí, realmente lo estaba. ¿Cómo se atreve a venir a la puerta de mi casa como si lo de ese rato nunca hubiera pasado? Y peor aún ¡con su estúpida sonrisa Colgate!—, ¿no que tenías "muchas cosas que hacer"? —pregunté haciendo comillas con mis dedos.

Primero, ¿me vas a dejar pasar o qué?

—...

Antes de que pudiera decir algo, Derek me empujó levemente y entró a la casa como si fuera la suya.

El olor de su perfume invadió con vigor mis fosas nasales. Me mareó un poco. Pero, olía muy bien a decir verdad, debía de ser un perfume muy caro.
Fruncí el ceño y cerré la puerta.

No has respondido mi pregunta.

—Estoy aquí por Scott —rodó los ojos—Dijo que no estuvo bien lo que hice.

—¡Pues claro que no! Hay mejores métodos para resolver las cosas. Cómo hablar; por ejemplo, que es el método más común que le gente civilizada utiliza.

—¿Nunca paras de hablar, verdad? —rápidamente noté que empezaba a fastidiarse. Sonreí con orgullo.

—El sarcasmo es mi única defensa.

—Como sea.

Ambos nos quedamos parados frente al otro. Sin saber exactamente qué decir. De repente, algo hizo click en mi interior.

—¿Cómo sabes en dónde vivo? —ladeé la cabeza.

—Te vi el día que te mudaste.

Los cables en mi mente se conectaron por fin. ¡Mierda! ¡Es cierto! ¡El Camaro negro que pasó frente a mi era él! ¿Cómo no lo había notado antes?

Su auto no es el único en la ciudad, idiota.

Dijo aquella vocecita en mi mente. Cierto, podría haber sido alguien más. Pero ¡oh destino! Se dió la casualidad de que era Derek—fastidios—Hale.

Dime ya que vamos a hacer, me quiero largar de aquí lo antes posible.

—Espera. Iré a traer mis apuntes.

Me dirigí a mi habitación y dejé la puerta entrecerrada. Agarré mi cabeza y solté un chillido agudo tratando de que no sonara tan fuerte. Esto no estaba pasando. ¡Él realmente estaba aquí!

Lo más probable es que no terminaría bien. ¿Derek y yo en un mismo lugar? Oh no. Mala idea. Muy mala combinación. Mi cabeza daba vueltas. Empezaba a marearme.

Concéntrate.

No tenía tiempo para esto. Solo está aquí por un estúpido trabajo. Nada del otro mundo. Lo que cualquier universitario promedio haría.

Él no es cualquier universitario promedio, animal

¡Ya cállate, carajo!

—Maldito estúpido —murmuré.

Me dirigí a grandes zancadas hacia mi mochila y la jalé, la coloqué en mi hombro y salí de mi habitación. Mi cabeza era un lío pero tenía que lidiar con ello lo mejor posible. Tenía que guardar las apariencias.

El hilo rojo del destino //Sterek//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora