El hilo rojo del destino //Sterek//

Capítulo 23

Narrador omnisciente.

Al final de cuentas, Stiles si salió con sus amigos. Derek le llamó por teléfono, diciéndole que estaría ocupado esta tarde y que no podría juntarse con él, que lo dejaran para mañana.

Stiles no preguntó la razón, pero aceptó gustoso.

Cuando regresó a su casa, se sentía contento. Pero le carcomía algo por dentro, quería platicarle a sus amigos de Derek. No estaba obligado, pero sentía la necesidad de hacerlo. Sabía que tarde o temprano tenía que sacar el tema.

Solo esperaba que se lo tomaran a bien y que lo apoyaran.

Más tarde, en la noche. Derek terminó de ver varias películas como se lo había propuesto. Muchas terminaron gustándole, aunque no quisiera admitirlo en voz alta.

Le habían dado muchas ideas de cómo tratar a Stiles, qué tipo de detalles darle y el afecto que él necesitaba. En su vida se habría imaginado que haría algo así, pero todo fuera porque el castaño fuera feliz.

Ahora sabía lo que estaba dispuesto a hacer por él.

A la mañana siguiente, Derek se levantó temprano, se arregló, demasiado a decir verdad, y salió de su casa hacia la escuela.

Entró a clases y hizo apuntes de los temas vistos. Después, decidió ir a buscar a Scott, tenía que hablar con él.

Espero a que terminara el entrenamiento de Americano y se acercó al campo. Lo saludó afectuosamente y lo acompañó a las regaderas.

—Déjame ver si entendí. —habló Scott mientras se terminaba de secar el cabello con la toalla, acababa de salir de bañarse.—Tú, Derek Hale, el odios tres mil hacia Stiles Stilinski, que no podías verlo ni en pintura, ¿ahora estás saliendo con él? ¿Cómo así? —río irónico.

—Hablo en serio.

—Ya me lo veía venir.

—¿Cómo dices?

—No quiero decir te lo dije, pero, te lo dije. —se burló aún más.

—Bueno bueno ya, sí, las cosas dieron un giro inesperado pero no me arrepiento por eso. —hubo una pausa.—¿No me vas a decir nada?

—¿Y qué quieres que te diga? Amigo, eres feliz, lo noté rápidamente cuando empezaste a hablar de él, tienes un brillo especial en los ojos que nunca había visto en ti. Y si pasa eso, es que las cosas van en serio. —se colocó el pantalón—Él te hace bien. Has cambiado mucho, en el buen sentido, eres más responsable, más tolerante, por primera vez en mucho tiempo estás haciendo las cosas bien. Quiere decir que estás con la persona correcta. Y eso, me alegra muchísimo, si tú eres feliz, yo soy feliz.

—Tú también estás algo cambiado, ¿eh? ¿Quién eres y que le hiciste a mi Scott? —Scott río levemente, colocándose la playera.

—Soy el mismo, es solo que, yo también estoy saliendo con alguien.

—¿Con quién?

—Isaac Lahey.

—¿El mejor amigo de Stiles? No jodas. —Derek no pudo evitar soltar una risotada.

—Sí sí, búrlate, pero créeme, ese chico me tiene loco.

—¿Quién lo diría, no?

—Así es, pasamos de ser unos rompecorazones a qué alguien se haya robado el nuestro. Los perros ya tienen correa. —ambos rieron.

—¿Por qué no me contaste?