(Daniela)
Me duele en la manera que me hablo Henry.
Voy entrando a mi oficina para tomar mi bolso e irme, pero alguien está esperándome.
- ¿Aun no te vas?
- Te estaba esperando - sonríe - hermanita.
Quisiera sonreir como el, pero me siento muy mal asi que me sale una mueca.
- ¿Oye estás bien?
No aguante más y me lance a llorar en sus brazos.
-Tranquila.
Después de unos minutos me pude calmar.
- ¿Qué sucedió? -pregunta acariciando mi cabello lentamente.
- Nada - me separo un poco - no le tomes importancia.
- Claro que le daré importancia porque estaba llorando.
- Enserio Marcus no pasa nada.
- Daniela -toma mi mentón -dime.
Suspiro derrotada.
- Tuve una pequeña pelea con el jefe.
- ¿Jefe?
- Te suena Henry Bolldem.
- Oh - es lo único que puede salir de su boca.
- Intercambiamos algunas palabras que salieron de control.
- ¿Te dijo algo que te haya afectado?
En pocas palabras me dijo cualquiera - me gustaría decirle eso, pero no lo haré.
- Sabes que soy una llorona.
- Dani, tú, no eres una llorona simplemente eres muy sensible eso es todo.
- Quizás tengas razón en eso.
- Claro que la tengo.
- Siempre tan sabio - su risa es muy contagiosa por lo que lo acompaña.
- Ya es suficiente.
- Si - le doy la razón.
- ¿Tienes planes para esta noche?
- No.
- ¿Qué te parece una noche de pijamas?
- ¿Hablas enserio?
- Hablo muy enserio.
- Me encantaría.
- Perfecto, entonces primero pasamos por mi apartamento para recoger unas cosas mías y nos vamos de lleno a tu depa, ¿Te parece?
- Por mí no hay problema.
- Entonces andando - sonrió en respuesta.
(Marcus)
Ver ese brillo en sus ojos cuando le dije que haríamos un pijama fue una sensación de tranquilidad para mi cuerpo.
- Llegamos - le informo a mi acompañante.
- El edificio es muy bonito.
- Gracias, la primera vez que lo vi llamo mi atención de inmediato.
- Te doy la razón este lugar transmite tranquilidad.
- Así es, pero entremos.
Bajamos al mismo tiempo dela camioneta, vamos subiendo por el ascensor hasta que llegamos a mi piso.
- Adelante - la invitación a pasar cuando ya colocó la llave.
- Gracias.
Entramos al departamento, es un lugar con las paredes en tonos blancos y grises, la parte de los muebles y la cocina son un color azul marino.
- Que bonita esta la decoración.
- Gracias, me gusta mucho el azul marino.
- Lo pude notar - me mira de arriba a abajo.
Hago lo mismo que ella y veo que mi traje es de un azul marino, es cierto la mayoría de mis trajes son azul marino, no lo puedo negar y evitar.
- Pero siéntate te traeré un poco de agua.
- No es necesario Marcus me siento muy bien así.
- ¿Segura?
- Muy segura, ahora ve a alistarte.
- A eso voy y siéntate en casa Dani ahora vuelvo.
- Te espero.
No digo nada más y salgo directo a mi habitación, al igual que algunas cosas las paredes de este son azul marino, la cama solo con unas sábanas blancas, una mesita de noche al costado, una alfombra en el piso, mi closet pasando la puerta que se encuentra a la parte derecha y la puerta del baño.
Voy directo al armario para poder sacar las cosas que llevare.
Saco una mochila mediana de la repisa baja para meter todas mis pertenencias. Lo único que empaco es un pijama y utensilios de higiene.
Como no pienso ir en traje me cambio de ropa que consta de un buzo negro, un polo plomo y unas zapatillas a juego.
Le echo un último vistazo a mi cuarto, salgo en camino a la sala donde deje a Daniela.
Al llegar la veo sentada en uno de los sillones con dos portafotos en la mano, pero uno de ellos lo deja al lado para tomarle más importancia a uno.
¿Es la foto que creo?
- ¿Quién es ella? - ahí responde mi pregunta.
Nunca encontré el momento en el cual podría contarle, pero creo que ese momento ha llegado.
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DETRÁS DE TU SONRISA
Romance" A VECES, DISFRAZAMOS EL DOLOR QUE SENTIMOS POR UNA SONRISA QUE HACE CREER A TODOS QUE ESTAMOS BIEN, CUANDO REALMENTE EL DOLOR NOS CONSUME POR DENTRO Y SOLO APARENTAMOS POR FUERA "