Capítulo 22

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(Daniela )

Estamos sentados junto a Marcus en una mesa con la señora Josefina y el señor Eduardo. Lo conocí al entrar a este lugar, fue muy amable conmigo igual que Josefina y me sigo preguntando de dónde salió Henry.

- ¿Aún no llega?

Vuelvo a la realidad al escuchar hablar a Josefina hacia el señor Eduardo.

- No cariño.

Ella solo agacha la cabeza para esconder su tristeza. Me siento muy mal por ella y enojada con Henry por no hacerse presente en la cena de su mamá.

- Señores aquí tienen.

Habla un mesero que trae la cena que consiste en rollos de pollo con jamón, arroz árabe con pasas y una ensalada.

- Muchas gracias - decimos en conjunto.

Todos empezamos a comer en silencio, Eduardo diciéndole cosas al oído a Josefina para que cambie de cara, Marcus mandando un mensaje de texto por el celular creo que a Henry y pues yo muriendo de cólera.

Así paso toda la noche entre pláticas y algunas cuantas risas, pero aún así Josefina se ve triste por no contar con la compañía de su hijo. Llegó la hora en la que todos se van retirando poco a poco hasta solo quedarnos nosotros cuatro con algunos empleados que ayudan a limpiar todo.

- Nunca llegó - Habla Josefina.

- Tranquila amor quizás hubo un problema.

- Siempre hay algo que le impide venir y este año no fue la excepción.

Josefina se va corriendo, pero puedo ver lágrimas cayendo por sus mejillas.

- Lo siento chicos, pero debo ir con Josefina.

- No te preocupes papá Eduardo.

- No hay problema.

- Adiós y nuevamente un placer conocer a Daniela - solo le asiento la cabeza y sin más se va.

- ¿Nos vamos? - pregunta Marcus.

- Si - respondo.

Al día siguiente...

Despierto a eso de las 5:00 AM para poder alistarme e ir temprano al trabajo. Dirán ¿Por qué tan temprano? La respuesta es que quiero decirle unas cuantas cosas a Henry.

Hoy solo me visto con una falda tubo color negra acompañada de una blusa blanca con pliegues sueltos y ceñido en la muñeca.

Solo tome un jugo de naranja antes de emprender mi camino a la empresa de mi "querido" jefe Bolldem.

Al llegar rápidamente estacionó el auto y agarró mis cosas para subir por el ascensor. Voy directo al último piso, camino puedo observar el escritorio de la secretaria de Henry vacío y eso me relaja bastante.

No espero y camino con pasos agigantados a la oficina de ese hombre sin corazón. No toco ni nada solo la abro y ahí está sentado frente a su laptop.
Él alza la vista a ver quién a entrado a su oficina sin su consentimiento encontrándose conmigo para con mis manos sobre mis caderas.

- ¿No sabes tocar? - dados volviendo su vista a su laptop.

- Creí que no eras un ser despreciable, pero con lo de ayer me quedo sin dudas - empiezo a hablar.

- No sé que de que estás hablando - Todavía sigue sin mirarme.

- Por lo menos podrías verme a la cara - no me mira - CARAJO mírame idiota.

Levanta su vista con expresión enojada no me importa quiero hacerle sentir lo que sufrió su mamá.

- ¿Qué quieres?

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