Capítulo 13

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(Daniela)

Esto debe ser un mal sueño, sí eso debe ser, no puedo creer que de todas las empresas justo esta es la empresa del hombrecito ese que me tiro en aquella cafetería y arruino mi delicioso desayuno.

Aún recuerdo su cara cuando me vio ahí parada estaba entre dudoso y sorprendido con mi presencia y no lo culpo yo estuve así o peor por verlo y saber que es el jefe de todo.

Al terminar la presentación de Marcus todos volvieron a sus puestos y él me dijo que me sintiera cómoda que dudo mucho me sienta cuando tengo un hombrecito casi pisándome los talones.

Yo no creo en las casualidades de la vida así que no le tomaré mucha importancia a su presencia, además he escuchado que casi no sale de su piso y eso me alivia de una cierta manera.

Estoy poniéndome al día con algunos gastos e inversiones que se realizaron el mes anterior.

Me alegra muchísimo volver a mi rutina de levantar temprano y arreglarme para ir a trabajar. Claro ahora ya no voy a la empresa del señor Blair, pero me gusta ese ámbito en mi vida. Hablando de él he visto leído los periódicos y me sorprendió todo lo que vi en esa hoja completa donde decían que Gustavo Blair le había quitado todos los bienes a su padre y que ahora es prófugo de la justicia junto a su madre, esas escorias siempre supe que eran malas personas, pero nunca creí que le harían eso al señor Blair. Él que siempre lucho por dar lo mejor a su familia, yo sé que ser la cabeza de algo nunca es fácil, pero el señor Blair siempre se hacía tiempo para poder pasarlo con su esposa y algunas ocasiones con su único hijo.

Siempre he detestado a esos hijos que no valoran el esfuerzo de sus padres y peor si son malagradecidos me enoja muchísimo.

Todos sabes que los que comienzan mal acaban mucho peor y Gustavo junto a su madre no serán la excepción de eso estoy completamente segura.

Sigo revisando los documentos casi toda la mañana ya hasta me duele el trasero por tantas horas que he estado sentada.

Ya casi es la hora del almuerzo ¿Cómo lo sé? pues digamos que mi estomago es muy puntual en ese sentido, no conozco a nadie aparte de Marcus, pero no creo que el quiera ir almorzar conmigo.

Salgo sigilosamente como si hubiera entrado a robar, que patético de mi parte la verdad, sigo caminando hasta que una voz me sobresalta.

- Señorita Daniela - me calmo al reconocer la voz de la secretaria de Marcus.

- Hola - enserio Daniela, me pego mentalmente.

- Mmmm - se puede escuchar su incomodidad y yo aquí de espaldas que mal.

- Disculpa por darte la espalda no era mi intención - espero aceptar mis sinceras disculpas.

- No señorita, discúlpeme a mí por asustarla - me giro completamente -, pero quería saber si quiere ir a almorzar con todos nosotros.

- ¿Enserio?

- Por supuesto señorita quisiéramos conocerla un poco más.

- Yo estoy completamente encantada en acompañarlos.

- Perfecto señorita la esperamos en el comedor.

- Ahí estaré y dígame, Daniela o Dani, por favor - parece pensarlo.

- Muy bien Dani nos vemos abajo - se va dan pequeños saltitos.

Meneo la cabeza mientras suelto un pequeña risita.

- Veo que ya hiciste una amiga - doy un salto en mi sitio.

- Hay me asustaste Marcus - llevo mi mano al pecho.

DETRÁS DE TU SONRISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora