Capítulo 23

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(Daniela)

Después de tal evento con Henry lo estoy llevando al cuarto de invitados para que pueda dormir porque literalmente se está cayendo en mis brazos hacia el suelo.

- Vamos Henry te vas a caer - sigo llevándolo.

- Como usted diga mi capitana - hace señal de sargento.

- ¿Pero cuántas copas te tomaste?

- Solo unas cuatro botellas de vodka - en mi boca se forma una o.

- Valla que si tomaste.

- Solo un poquito.

- Ándale ya falta poco.

Al fin llegamos al cuarto, lo recuerdo sobre la cama y le quitó los zapatos para que pueda dormir a gusto.

- Hasta mañana - me voy despidiendo.

- Quédate - habla en un susurro.

- Henry ya duerme.

- Hazlo conmigo - este es un Henry al que no conocía.

- Está bien - se que no se cansará hasta que acceda.

Me echo de lado derecho dando la espalda, volteo de reojo y veo a Henry respirar tranquilamente por lo que apuesto que ya se durmió. No sé si irme, él es capaz de venir a buscarme, pero no quiero estar junto a él. No sé en qué momento me quedo dormida hasta que siento luz en mi cara. Poco a poco abro mis ojos, me siento en la cama, descubrí a mi alrededor y me doy cuenta que no estoy en mi cuarto.

- ¿Dónde estoy?

Observó mejor el lugar hasta ver mi lado izquierdo. Henry está completamente dormido. Veo mejor su rostro hay pequeñas ojeras debajo de esos ojos, sus pestañas largas y en un tono claro.

Vuelvo a la realidad y los recuerdos de anoche llegan de golpe. El viniendo, hablando conmigo, declarando y el be..so, un momento me bese con Henry Bolldem.

No sé que fue lo que me pasó, pero no tiene por qué volver a pasar, él ya dijo que no siente nada por mí, quizás el alcohol le jugó una mala pasada nada más y yo, entendí que ya no existirá otro, solo hubo uno en mi vida

Sin hacer nada de ruido bajo de la cama para irme a mi habitación. Al salir con total éxito de ese lugar me voy corriendo a mi habitación, no sé qué hacer, despertarlo y decirle que se vaya o dejarlo dormir.

Antes de decidir voy a mi baño a tomar una ducha rápida.

Me cambio con algo sencillo y voy hacia la cocina a preparar el desayuno. Decidí que no lo levantaré y le dejaré el desayuno con una pastilla.

Ojalá no despierte ahora porque no me lo quiero cruzar. Terminé de desayunar y recojo todo para lavarlo, me lavo los dientes y agarró mi bolsa.

Antes de salir le escribe una nota para dejarla junto a la mesada donde esta su desayuno.

"Te deje el desayuno y una pastilla, cuando te vayas cierra la puerta, gracias"

Si sé que el mensaje es muy seco, pero no le escribiré una carta de amor.

Capaz esto es escapar de él, pero no importa no lo quiero ver.
Cojo mi bolso y llaves y listo, hay un lugar al que quiero ir, pero no tenía valor de hacerlo desde hace mucho tiempo. Hoy es el día en cuál me arme de valor y al fin podré ir.

Subo a mi coche y arranco directo al cementerio.

En poco tiempo ya me encuentro frente al portón por cuál ingresaré, el vigilante me deja pasar sin ningún problema, al ya bajarme del coche voy en busca de unas flores.
A unos cuantos pasos veo pequeños puestos de flores y velas así que me dirijo ahí.

- Buen día señorita, ¿Qué va a llevar? - Habla la señora.

- Buen día, me gustaría un ramo de flores coloridas por favor.

- Como no ahora se lo doy.

- Muchas gracias.

Espero unos segundos para poder recibir mi pedido.

- Aquí tiene - el ramo tiene muchos colores tal y como le gustan.

- Son perfectas, gracias.

- Estamos para servirle.

Le pagó el ramo de flores y camino de lado contrario.

Mientras camino pienso en ese día en el cuál me arrebataron a la persona que más me apoyó en este mundo. También recuerdo el día del entierro no podía estar cerca porque su familia me culpaba por su muerte, hasta yo lo hacía, pero siempre recordé sus palabras que decían que no era mi culpa.

A veces lloraba hasta cansarme, me perdía en el tiempo, solo quería que me dijeran que era mentira todo lo que sucedió aquella noche.

Ahora me encuentro para frente a su tumba, donde está su cuerpo.

- Hola, perdóname por haber venido recién después de tanto tiempo, pero no me sentí lista.

Observó las letras de su nombre, las tocó para sentirlo cerca a mi.

- Sé que dijiste que no fui mi culpa, pero no puedo evitarlo James, por su culpa te fuiste de mi lado. No pudiste cumplir tu sueño de ser un gran pintor y todo por mi. Aún recuerdo cuando me contaste que una de tus pinturas había sido elegida para una exposición muy importante, pero nunca llegaste.
James, tú siempre ocuparas un gran lugar en mi corazón, antes de ser mi compañero fuiste mi amigo. Creí haber encontrado a alguien nuevamente, pero me equivoqué - mis ojos están empañados - porque yo ya tuve mi oportunidad en el amor y ese fuiste tú mi amor. Por eso decidí que me alejaré de él, no quiero una decepción o una simple aventura, te prometí que seguiría con mi vida, pero cada vez me golpeo con la realidad que ya no tengo esperanza en encontrar a mi nuevo amor, quizás me quede soltera toda mi vida con el recuerdo de haber amado alguna vez. Aunque no te puedo mentir con respecto a Henry, ayer al besarnos me hizo sentir algo que jamás sentí ni contigo, él me hace sentir, pero no quiero ilusionarme.

- También conocí a una persona increíble. Él es tan divertido, inteligente y además muy guapo. Quise contarle mi pasado y todo lo que sucedió antes de conocerlo, pero no me atreví. Hay algo que quiero agradecerte y es que me abriste los ojos, me fui como me lo pediste, volé.

Me quedo en silencio por lo que puede ser unos segundos, minutos o hasta horas. Veo en el cielo el atardecer por lo que deduzco que ya es tarde. No me fijé de la hora solo quería volver a verlo un momento.
Estoy lista para irme, pero una mano me detiene.

- ¿Qué haces aquí?

- Señora..

- Te pregunte algo - esta enfadada.

- Yo solo quería ver a James.

- Te lo dije una vez Daniela y te lo volví a repetir ¡¡aléjate de mi hijo!!

- Pero yo solo quería verlo.

- Despues de matarlo

- Yo no lo mate - mis mejillas están tan mojadas que me siento abrumada.

- Claro que lo hiciste, yo le dije que no se acercará a ti, pero no me hizo caso y mira dónde terminó, muerto.

No respondo y me voy corriendo.

- ¡¡Corre cobarde!!

Quizás ya no pueda volver, pero al menos pude volver a verlo una vez más.

- Siempre te recordare mi ángel - miro a lo lejos su tumba y me marcho.

DETRÁS DE TU SONRISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora