Capítulo 7: Droga

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MADRID, 31 MARZO 2019
01:24

Salí corriendo en busca de Gus, durante el minuto que estuve corriendo como una loca no paré de darle vueltas a las palabras de Silvia. A lo lejos vi a un grupo de personas formando un círculo y corrí hacia allí.

-¿Dónde está? -Le pregunté a Nourdin
-Allí está, no reacciona Nat... -Respondió él

Me acerqué hasta mi hermano

-Gus -Le dí unas palmaditas en la cara

- Gus joder - Lena se puso al otro lado de él

-No me hagas esto Gus - Dije con lágrimas en los ojos

Marga llegó y se acercó a mí poniéndome una mano en el hombro

-He llamado a Andrés, vienen de camino - la abracé durante varios segundos.

Cuando llegaron Andrés, Erika y Darío me levanté y fui hacia ellos. Los abracé como si no los hubiera visto en siglos.

-¿Cómo está? - Preguntó Erika

-No reacciona - contestó Lena. Me alejé y marqué el número de emergencias

-Buenas noches, necesito que manden una ambulancia a la calle García Domínguez, en la casa abandonada que hay. Mi hermano se ha desmayado y no despierta, por favor, vengan rápido. - colgué el teléfono y volví con los demás

-¿Qué mierda le has dado? - le preguntó Nourdin a Erika

-No sé, haber creo que era María, pero llevaba algo más porque subía más que la normal -Respondió ella

-joder... Cómo le pase algo... - estaba enfadada. Debía haber vigilado mejor a mi hermano, él debía haberse controlado, y encima sabiendo que esto podía volverle a pasar, y Erika no debía haberle vendido esa mierda. No buscaba culpables, pero al fin y al cabo podía haberlo evitado y que no llegara a más.

-Mirad por ahí viene la ambulancia - Dijo Silvia. Cuando la ambulancia llegó subieron a Gus y antes de irme Marga, Silvia, Darío, Lena y Erika se acercaron a mí.

-Avísame con cualquier cosa -Dijo Marga. Asentí

-Te acompaño -Dijo Darío. Al principio me negué, no quería que nadie se compareciera conmigo, pero al final accedí. Tampoco quería tener que aguantar la espera yo sola sabiendo que podría pasarle cualquier cosa a Gus.

Pasó más o menos una hora y pocos minutos, estábamos sentados en la sala de espera de urgencias a que alguien nos dijera algo.

-¿Has hablado con tu madre? -Preguntó él. Negué con la cabeza

- No me apetece tener que escucharla con la misma cantinela un mes. Si no es nada grave, no se tiene porqué enterar -Dije mientras apoyaba la cabeza en las piernas de Darío te recostaba. A pesar de ser un viernes y relativamente tarde, apenas había gente en esa sala.

-Puto Gus -Nos reímos, fue una mezcla entre nerviosismo y gracia. Estaba cansada de todo, de Gus, de Lena, de Madrid... quise volver a Barcelona y no pisar Madrid en mi vida de nuevo, quise coger a Darío de la mano y pirarme allí para siempre, rehacer mi vida y olvidarlo todo.

-Familiares de Gustau Albiñana -De repente una enfermera se acercó a nosotros. Me puse de pie y me acerqué un poco más a la enfermera mientras le confirmaba que éramos nosotros -Gustau ha sufrido una intoxicación debido a la ingesta de una cantidad superior a 4 litros. Para que me entendáis, ha sufrido un coma etílico, pero está todo bien. Le hemos hecho unos análisis y acaba de despertar, podéis entrar, pero no le altereis demasiado. En unos 30 minutos le darán el alta si todo sigue igual.

Entré en la habitación de Gus y lo abracé como si no hubiera un mañana

-Eres un hijo de puta -Le dije enfadada -Sabes el susto que nos has dado

-Lo siento, de verdad. ¿Has venido sola? -Negué con la cabeza y justo en ese momento, Darío entró por la puerta.

-¿Estás bien Gus? -Le dije algo más calmada pero todavía preocupada.

-Estaré mejor cuando salga de aquí, pero sí, tranquila.

-Joder es que después de lo que pasó en Barcelona... parece que no aprendes tío

Poco después le dieron el alta y aunque era menor, le dejaron salir sin necesidad de que viniera nuestra madre. Al salir de urgencias, unos metros más lejos vimos a Hugo, que se acercó a nosotros con cara de haber visto un fantasma.

-Me lo han contado todo los chicos, ¿qué ha pasado Gus? -Dijo HIT

-Coma etílico... -Respondió mi hermano.

-Madre mía Gus, pero estás bien ¿No? -Gus asintió -Si tuviera coche os llevaría, os puedo dar dinero para un taxi eso sí, ¿vuestra madre no ha venido?

-No sabe nada, no se lo digas por favor. Tú como si no nos hubieras visto.

HIT suspiró, nos dio dinero para el taxi y paró uno para que nos subiéramos. Le dimos las gracias 20 veces y nos montamos en el taxi. Durante todo el trayecto ninguno habló, cogí de una mano a Darío y apoyé la cabeza en el hombro de Gus.

El taxi llegó un par de minutos después a la puerta de casa, me despedí de Darío con un abrazo y le avisé de que me escribiera cuando estuviera en su casa. Entramos a la casa sin hacer ruído

-¿Duermes en mi habitación hoy? -Dijo Gus susurrando

-¿Juntos? ¿Cómo cuando éramos pequeños? - Él asintió -Pues si que sube la maría de Erika -Dije riéndome. Después de que insistiera mucho mucho acabé accediendo. Subimos sin hacer ruído a la habitación de Gus y se tumbó en la cama mientras yo me quitaba los zapatos

-¿Sabes? Aunque a veces me comporte como un gilipollas contigo, te quiero, al fin y al cabo eres mi hermana -Dijo Gus

-Yo también te quiero Gus, y no te falta razón con lo de que a veces eres un gilipollas -Me reí. Él me lanzó un cojín y yo me quejé.
Escribí a Marga para decirle que estaba todo bien y me tumbé junto a Gus

-Buenas noches, Gustau
-Buenas noches, Natalia

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¿Quién educa a quién? {HIT 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora