¿Quién educa a quién? {HIT 1}

Capítulo 10: Respuestas

                                                                MADRID, 13 ABRIL 2019

                                                                              13:45

Cuando llegó la hora de comer pensé en irme, total nadie se daría cuenta, pero algo dentro de mí me dijo que tenía que ir aunque estuviera sola. Gus no me hablaba, Darío no quería ni verme y Marga pasaba olímpicamente de mí. Me senté en una mesa apartada de todo y comí. De la nada Marga se acercó a mí.

¿Tú que?- dijo Marga mientras apoyaba sus brazos sobre la mesa donde estaba comiendo

-¿Qué de qué? -Respondí confundida

-Te he estado llamando, hasta estuve en tu casa

-Ya lo sé me lo dijo mi madre. Necesitaba pensar

-Tía lo siento. Me acojoné

-¿Y esa era tu puta excusa? ¿Que mierda de excusa es esa? Que era un puto error... -Estaba enfadada con ella, la conversación del sábado pasado fue la gota que colmó el vaso. No entendía por qué ahora si quería hablar y antes. Realmente Marga en ese momento era un puto rompecabezas

-Me he comportado como una hija de puta, lo sé, y entiendo perfectamente que no quieras hablarme

-¿Por qué coño lo hiciste? ¿Si de verdad te molaba por qué luego dijiste eso? Sabes, desde esa noche no puedo sacarte de mi cabeza, me fui a Barcelona a pensar, en nosotras, en mi salud mental, en mi padre, en Gus y Lena... y ni siquiera he podido desconectar porque te tenía todo el rato en la cabeza. No sé de qué coño vas Marga

-Me acojoné Nat. Fui una egoísta y al final solo pensé en mí. No quería hacerte daño enserio. Perdóname por favor -Antes de que pudiera responder apareció Darío por detrás suya

-¿Puedo hablar con ella un momento?-Le dijo a Marga refiriéndose a mí, ella asintió y volvió a la mesa donde estaba comiendo con Erika, Jaco y Andrés.

-¿Que pasa chico misterioso? -dije, intentando aliviar la tensión que había entre nosotros desde que había vuelto a Madrid

-¿Por qué te has largado sin avisar? Estaba preocupado -Dijo él, me sorprendió el tono con el que me estaba hablando, nada que ver con la frialdad con la que me había hablado horas antes en clase de Hugo

-Necesitaba pensar, me ha costado adaptarme a esto tío -Respondí.

-¿Estás bien tía? -Asentí

-Ahora un poco mejor. Lo siento mucho Darío, te lo tenía que haber contado.

-Tranqui, no te preocupes -Contestó mientras se sentaba a mi lado. Nos quedamos un rato ahí sentados sin decir nada mientras tenía la cabeza apoyada en su hombro

-Bien -Respondió. Sonó el timbre y salimos del "Anne Frank"

Pensé en esperar a Gus e irnos juntos para casa, pero no me apetecía escucharle dándome la charla y preguntándome una y otra vez el porqué de mi ida a Barcelona. Caminé hasta casa mientras escuchaba música, en ese momento sonaba Nos vamos a comer el mundo de Juancho Marqués y la M.O.D.A.

Cuando llegué ya estaba allí mi madre terminando de comer, la saludé y subí a mi habitación a dejar las cosas

-Nat, si us plau baixa un moment -Dijo mi madre. (Nat por favor baja un momento)

-¿Qué passa? -Respondí (Qué pasa)

-Aquesta nit arribo a les nou, vols que sopem junts? - Asentí mientras mi madre cogía el bolso para ir a trabajar, me dio un beso en la mejilla y se fue. Justo llegó Gus. (Esta noche llegó a las nueve, ¿quieres que cenemos juntos?)

-Ostia pero si estás aquí, pensaba que no. Como estás a tu bola. -Dijo en tono sarcástico

-Gus no empecemos -Le respondí sin ganas.

-¿Podemos hablar ya? -Preguntó Gus

-Para acabar mal paso -Dije

-Yo tampoco quiero acabar mal Nat, solo hablar, por favor -hizo una pausa para tomar aire y siguió hablando- ¿Por qué te has ido? -Me preguntó

-Joder... ¿Por qué todo el jodido mundo me pregunta lo mismo? Mira Gus me he ido porque aquí me ahogo, no pinto una mierda en Madrid. Si es que Lena tenía razón, aparezco de la nada e intento cambiarlo todo...

-¿Que pasa pequeña? ¿Ha pasado algo con Darío?

-No que va, si con Darío todo de puta madre. Pero todo esto me va muy grande, con lo bien que estaba yo en Barcelona -dije, me dejé caer en el sofá y me tapé la cara con las manos.

-Joder lo siento, no sabía que estabas tan mal. Y en parte yo tengo la culpa, he sido un gilipollas

-No Gus, nadie tiene la culpa, ni Marga, ni Darío, ni tú. La culpa es mía, he sido yo la que podía haber dicho que no estaba bien y en vez de eso he acabado haciendo lo de siempre, crearme una coraza y hacer ver que me la sudaba todo. Si es que HIT tiene razón, solo se huir -Gus me abrazó muy fuerte, echaba de menos eso. No sé cuánto tiempo estuvimos así pero fue reconfortante.

-Gracias Gus, te quiero mucho -Dije

-Y yo a ti, aunque a veces no lo parezca –Respondió Gus.

                                                                                      ***

Estuvimos toda la tarde viendo stranger things. Cuando dieron las ocho y media avisé a Gus, se nos había pasado hacer la cena y en media hora no nos daba tiempo a preparar nada, he de decir que ninguno de los ha cocinado algo que no sea una tortilla francesa.

-¿Pedimos una pizza? –Propuse

-¿Pizza otra vez? ¿Y si llamamos al italiano ese que han abierto el calle de enfrente? Dicen que hacen unas pastas increíbles –Dijo Gus, yo acepté y llamamos.

A los veinte minutos llegó, preparamos la mesa rápido y esperamos a que mi madre llegara. Cuando llegó dejó sus cosas, se cambió de ropa y nos sentamos a cenar. Gus cogió unas cervezas y las trajo.

La cena fue genial, recordamos viejos momentos, nos reímos... fue una cena muy buena. Nunca nos sentábamos a comer juntos, entre los horarios de mi madre y el instituto nunca podíamos.

Recogimos la mesa entre Gus y yo cuando terminamos de cenar, mi madre se fue a dormir y Gus subió a su habitación. Puse los platos en el lavavajillas y me quedé en el sofá viendo instagram. De repente sonó el timbre, en un primer momento me acojoné, eran más de las once de la noche y era martes. <<Se habrán equivocado>> pensé. Unos segundos después volvieron a picar al timbre, me levanté y abrí la puerta.

-¿Darío? ¿Qué haces aquí? ¿Ha pasado algo? –Me sorprendió verle, y más cuando i que tenía una herida en el labio y la pantalla del móvil