Capítulo Treinta y tres

120 17 10
                                    

Se había prometido la última vez, que no tomaría decisiones importantes sobre su carrera por alguien a quien quería, mucho menos aceptar un trabajo que le daría la vuelta a su vida.

Pero la esperanza de poder estar cerca de su gigante, de acercarse lo suficiente para disculparse con él y comenzar su relación de nuevo lo hizo enloquecer, razón por la que corrió hacia Suga y le dijo que aceptaba trabajar con él en su productora.

—¿Estás seguro? —Cuestionó su amigo con el ceño fruncido.— Ayer dijiste que...

—Lo sé —le cortó al pelinegro expandiendo su sonrisa—; estaba jugando.

—Baek...

El castaño suspiró y decidió ser honesto.

—Regresar al mundo de la música aún me incomoda, Suga, así que no, no quería aceptar, pero...

Respiró profundamente.

—Quiero recuperar a ChanYeol —el pálido hizo una mueca—; así que-

—No —cortó el Compositor poniéndose de pie—; retiro mi oferta.

—¡YoonGi! ¡Por favor!

—Quería ayudarte, pero tienes razón, la música ya no es lo tuyo y no quiero que cometas el mismo error que con TaeYeon —dictaminó.

—Esto es diferente, Suga...

—No lo es —espetó entre dientes—. Estás haciendo lo mismo y ambos sabemos que eso solo te hará miserable, y Park no se merece que luego te andes desquitando con él.

—Pero...

—He dicho que no.

BaekHyun dejó el departamento de su amigo con furia, corriendo hacia su auto como un niño pequeño en medio de un berrinche, para luego conducir a toda prisa hacia su casa y así poder gritar y romper cosas en paz sin que nadie lo detuviera o lo denunciara con la policía por alterar la paz.

—YoonGi tiene razón —dijo LuHan una hora después cuando lo llamó para contarle lo sucedido.

—Pero...

—No, Baekkie; debes entender que sacrificarte para estar con alguien no es un acto de amor, es un sentimiento egoísta para ser llamado héroe y luego tener derecho a ser todo lo idiota que quieras —espetó casi con un gruñido.

—¿Y si realmente me interesa volver a la música? —Cuestionó mordiéndose el labio inferior.— Componía canciones para Tae un par de veces al año, tampoco estoy tan alejado.

El pelimorado suspiró, cansado.

—Y yo cocino a veces para mi prometida, eso no significa que me haré chef —renegó enfureciendo nuevamente a Byun, quien colgó tras una molesta despedida y decidió llamar a otro de sus amigos, esperando un resultado diferente.

No lo logró, ellos seguían estando de acuerdo con Suga y parafraseando a LuHan.

Hasta KyungSoo.

—Si quieres, hazlo —le dijo su amigo sin darle tanta importancia.

—¿Qué? —Soltó BaekHyun sorprendido.

—Es tu vida, son tus decisiones, si quieres hacer algo, hazlo; si no, pues no —respondió el escritor con soltura, enloqueciendo aún más al castaño.

—Pero, ¿y si vuelvo a arruinar mi vida? ¿Y si soy miserable y lastimo a Channie? —Repitió angustiado las advertencias del resto de sus amigos.

—Baek, ni siquiera sabes cómo será regresar a la música, ¿y si te gusta? —Espetó aburrido.— Y lo siento, pero tampoco sabes si Park estará dispuesto a aceptarte, puede que esté saliendo con alguien más y ya sea feliz.

Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora