Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*

Capítulo Treinta y dos

El joven observó a BaekHyun de pies a cabeza con el ceño ligeramente fruncido y un brillo de curiosidad en los ojos.

—¿De dónde te conozco...? —Susurró observándolo con los ojos entrecerrados.

Byun inclinó levemente la cabeza a un lado, observando al muchacho con cuidado; pero no creía haberlo visto antes.

—Tengo tu imagen... en blanco y negro —murmuró el muchacho parpadeando varias veces—; ¿papel periódico? Oh por dios... —La mandíbula se le descolgó.

—¿Qué? —Exigió el castaño.

—¡¿Eres un asesino?! ¡¿O un ladrón?! ¡Seguro que te vi en un anuncio de 'Se busca'! —Exclamó el menor con una amplia sonrisa en los labios, lo que hizo estremecer al mayor.

—No, no, no, nada de eso —espetó Byun negando.

—¿JiMin? ¿Quién es? —Oyó la voz de su amigo desde el interior y una corriente nerviosa surcó su columna.

—Un asesino serial —respondió el menor alegremente.

YoonGi llegó a lado del muchacho y frunció el ceño hacia el castaño; mostrándose más molesto que sorprendido.

—¿Qué quieres, BaekHyun?

—¡¿Qué?! —Gruñó el menor.— Así que tú eres el idiota de la llamada —dijo entre dientes, con un tono de voz completamente gélido y amenazador.

El rubio tragó con fuerza, pero obligando a su cuerpo a no retroceder aunque sus piernas se sintieran como gelatina.

—¡Te dije que no volvieras a acercarte a mi Hyung! —Exclamó el niño con la mandíbula y los puños apretados.— ¡¿Acaso quieres morir?!

—Está bien, JiMinnie, yo me encargo —dijo Yoon dando un paso al frente.

—No, déjalo —pidió Baek con un suspiro—; me merezco que me rompa todos los huesos y entierre mi cabeza en cemento por lo estúpido que he sido contigo.

Tragó llenándose de fuerza.

—Así que adelante niño, dame tu mejor golpe —accedió cerrando los ojos y preparándose para el impacto.

Pero nada llegó.

Con curiosidad, abrió los ojos uno a uno y se enfocó en la mirada curiosa del menor delante de él, quien, tras dedicarle una sonrisa dulce, golpeó su estómago con un gancho que lo dejó automáticamente sin aliento.

—Esa es por hacer llorar a mi Hyung —susurró en su oído antes de darle una patada en la canilla, provocando que Byun cayera con un grito adolorido—, y eso es por si acaso.

—JiMin, ya fue suficiente —ordenó YoonGi acercándose al castaño y ayudándolo a levantarse.

—De verdad lo siento, Suga —lloriqueó BaekHyun cojeando hacia el interior del departamento.

El compositor sonrió divertido y ayudó a su amigo hasta el largo sofá de su sala.

—¿Deseas algo de tomar? —Ofreció el menor nuevamente con dulzura.— ¿Veneno, quizá?

—JiMinnie...

El menor rodó los ojos ante la advertencia de su Hyung y se alejó de la sala dejando a los amigos solos para que pudieran conversar.

—Tienes un excelente guardaespaldas —dijo BaekHyun mientras iba recuperándose. Suga sonrió y asintió.

—¿Qué haces aquí Baek? ¿Qué necesitas? —Preguntó yendo directamente al grano.