Capítulo Quince

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BaekHyun abrió los ojos como platos y corrió al baño para intentar limpiar la evidencia de una de las más grandes estupideces que había cometido en su vida.

—Mierda, mierda —se quejó mientras limpiaba la esencia del gigante que comenzaba a rodar por su pierna y decidió que mejor sería tomar un baño, aunque sabía que eso no disminuiría el porcentaje de peligro.

Abrió la ducha y se paró bajo el agua, dejando que la cálida temperatura le diera el abrazo que necesitaba en ese momento para calmar su ansiedad.

—¿Baekkie? —Llamó ChanYeol ingresando al baño con ojos grandes y brillosos, tan asustado como un niño pequeño a punto de ser regañado.

El rubio cerró los ojos y respiró profundamente; no podía reclamarle nada, él mismo había estado tan lujurioso que no se había parado a pensar en lo arriesgado que era no usar preservativo incluso en plena felación. ¡El gigante podría estar enfermo!

Sus amigos iban a golpearlo si se enteraban.

No, no era hora de pensar en eso; debía mantener la calma y proyectar cosas buenas, no podía dejar que su rostro se llenara de líneas de preocupación o que le salgan canas prematuras. ¡Primero muerto!

Bueno, gracias a su estupidez, ese deseo se le cumpliría pronto.

—¿BaekHyun? —Insistió el gigante dando un paso más cerca.

—No quiero morir —declaró el más bajo dejando caer la cabeza.

—¿Qué?

—Aún tengo mucho por hacer —dijo volteando hacia el Compositor—, aún no he ido a África para amaestrar a un león, ni he subido ebrio a la torre Eiffel y mucho menos he peleado con una ardilla...

—¿De qué hablas? —Preguntó Park observando al manager de Cromo como si se hubiera vuelto loco. El rubio rodó los ojos y le salpicó agua a modo de reproche.

—De que no sé qué clase de enfermedad venérea tengas y ¡has terminado dentro de mí! —Exclamó pataleando dentro de la bañera.

—Cuidado, te puedes caer —dijo ChanYeol acercándose para sujetar al más bajo antes de que resbale.

—Oh dios, me siento débil... —El gigante logró sostener a su ángel antes de que cayera.— Creí que tenía días, pero parece que solo serán segundos...

—Baek...

—Dile a mis padres... —Tosió tenuemente— ...que pueden meterse todo su dinero por el...

—¡BaekHyun! —Exclamó el peligrís sacudiendo los hombros del más bajo para llamar su atención.— Estoy por completo sano y tú también; no te pasa nada.

El rubio frunció el ceño y se retorció buscando apartarse del más alto, golpeando las manos ajenas en el camino.

—¡O sea que me has hecho preocupar en vano!

Park bufó y negó divertido con el nuevo berrinche de su ángel, observándolo envolver su cuerpo con una toalla y acercarse al espejo para admirar las arrugas imaginarias que le habían salido en este supuestamente agónico par de minutos.

—Pero si no me has contagiado de nada, ¿por qué siento mis piernas tan débiles? —Consultó con un delgado puchero que le daba a sus labios una forma de 'v' invertida.

ChanYeol sonrió y se acercó a Byun con un deje de sensualidad que estremeció nuevamente al rubio, quien no se resistió cuando el gigante lo tomó en brazos instándolo a rodear nuevamente su cadera con las piernas.

—Quizá porque acabas de tener un increíble orgasmo y aún no te recuperas —se burló el peligrís con una amplia y orgullosa sonrisa iluminando su rostro.

Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora