Capítulo Treinta y nueve

329 52 41
                                    













—¿Qué? Pero...

BaekHyun miró su disfraz y renegó. Quería oír la declaración de su amado gigante en una cena romántica, después de que ChanYeol lo haya perdonado y con una promesa del mejor sexo de la vida como postre, no fingiendo ser un chiquillo cualquiera.

—Te daré 50000 wons si la escuchas y me das tu opinión —propuso Park con una mirada indiferente.

Byun quería gritar de frustración.

—O puedes elegir marcharte —se encogió de hombros volviendo a darle la espalda—. Tú decides.

El Presidente de D-2 empuñó sus manos y gruñó antes de aceptar, tomando una silla del comedor a petición del Compositor para ubicarse a su lado.

Park se aclaró la garganta, respiró profundamente y, tras dar una ligera mirada al castaño, comenzó a tocar los acordes de una lenta y melancólica melodía, la cual causó un profundo estremecimiento en BaekHyun.

Con el rostro de un ángel, un cálido misterio vino a mí, y eras tú.

El más bajo abrió los ojos como platos y observó a su gigante con nerviosismo; ¿lo había descubierto? No debería estar sorprendido después de la acalorada e indudablemente personal disputa que habían tenido, pero entonces, ¿por qué no había dicho nada? ¿Por qué se veía tan tranquilo?

ChanYeol sonreía ligeramente de lado, viéndose arrogante y divertido, pero también increíblemente apuesto.

El único que pueda estar a tu lado y amarte, quiero ser yo —cantó con aquella voz ronca que Byun amaba—. Incluso en las frías mañanas de invierno y en las noches que parecen solitarias, todavía estaremos juntos, aquí.

Las extremidades del más bajo comenzaron a temblar ante las nuevas promesas implícitas en la voz grave del Compositor.

Cambiaré la oscuridad a luz por ti, esta noche; será como un milagro increíble —los ojos de BaekHyun se humedecieron—. Hoy te abrazaré fuertemente, dándote mi corazón y alma, porque eres mi todo en la vida, para toda la vida.

La promesa de su gigante estrujó su corazón dejándolo sin aliento.

Lentamente, se quitó el cubreboca pero sin atreverse aún a levantar la mirada hacia su gigante.

Mil palabras no son suficientes para decirte que incluso si vuelvo a nacer, te elegiría a ti —cantó ChanYeol observando las lágrimas rodando por las mejillas de su ángel.

Baek se quitó la gorra y levantó el rostro enfrentándose al Compositor, quien le sostuvo la mirada con sus propios ojos humedecidos, expresando la profundidad de los sentimientos que ni por un solo segundo habían dejado de albergarlo.

No puedo estar con nadie más que contigo, para toda la vida.

La determinación en la voz del pelinegro terminó de romper al Presidente de D-2.

—Lo siento mucho, Channie; de verdad lo lamento —dejó salir entre sollozos—. Lo último que quería era lastimarte.

Park suspiró bajando la mirada.

—Te di por sentado, me confié y no te lo merecías; eres lo mejor que me ha pasado en la vida —declaró el castaño con las manos hechas puños—. Tú me ayudaste a sanar, me devolviste la vida, Chan, no tienes idea lo especial que eres para mí.

—BaekHyun...

—Entiendo que me odies, que no quieras darme otra oportunidad, lo entiendo, juro que lo entiendo y no voy a forzarte a hacerlo; pero por favor —rogó juntando sus manos frente a su gigante—, por favor... perdóname.

Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora