Capítulo Cuatro

368 62 28
                                    

Debía estar completamente loco. ¿Qué otra explicación había para mantenerse pegado a su banco cuando su radiante ángel lo había invitado a conocerlo mejor? Excepto que ChanYeol podía reconocer la estrategia del rubio y estaba seguro de que aquel hombre con aspecto falsamente inocente, seguía siendo el mismo demonio que arrasó con toda su universidad.

De acuerdo, estaba siendo injusto. BaekHyun había cambiado desde que se graduó, podía verlo; pero no consideraba aquello como algo exactamente bueno. El más bajo parecía aún más letal de lo que recordaba; el impulsivo y temerario muchacho que no temía colarse en fiestas y salir con profesores con tal de divertirse, había evolucionado a un hombre paciente, cuidadoso y manipulador, quien no había dudado en darle una mirada cómplice a cada uno de sus pretendientes en el bar, para extenderles la oferta en caso de que ChanYeol la rechazara.

Entonces por qué se encontraba quieto en su lugar en vez de ir tras el rubio e impedir que continuara acumulando nombres en su lista. La respuesta era obvia: su ángel podía reducirlo a gelatina con una sola mirada y el peligrís no quería ser lastimado.

El gigante sintió más que vio a varios hombres caminar disimuladamente en dirección a los ascensores, y su cuerpo se movió por sí mismo. Se puso de pie torpemente, tumbando el banco en el que había estado sentado, y salió corriendo tras el más bajo, encontrándolo a punto de pulsar el botón del elevador mientras dos de los hombres que habían estado mirándolo en el bar se acercaban al mismo tiempo, uno a cada lado.

—¡BaekHyun! —Exclamó llamando la atención del rubio, quien lo observó con sorpresa al no recordar haberle dado su nombre.— Espera —pidió el de orejas grandes mientras patinaba en su intento de no chocar contra nadie al detenerse.

—¿Cómo...

—Me equivoqué de camino —mintió ChanYeol con torpeza mientras rascaba su cabeza, cortando la obvia pregunta de su ángel.

Las puertas de metal se abrieron y el gigante no perdió oportunidad de sostener al más bajo por la cintura y guiarlo al interior, cubriendo el delgado y menudo cuerpo contrario con el suyo, e ignorando las cuchillas en su espalda provocadas por las furiosas miradas de los admiradores del rubio, quien se limitaba a observarlo con una expresión extrañada.

Apenas las puertas fueron cerradas, Baek sacó su celular del bolsillo, abrió la aplicación de notas y comenzó a escribir, para luego lanzar un puñete al estómago del gigante y mostrarle la pantalla.

Park se quejó audiblemente por el sorpresivo ataque y acarició su estómago antes de prestar atención a las letras escritas en el teléfono del más pequeño: "¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? Mas vale que me digas la verdad si no quieres desangrarte hasta morir en un basurero."

El gigante sonrió ante la amenaza de su ángel y le quitó el celular para escribir su respuesta: "¿Puedo desangrarme hasta morir en algún otro lado? Los basureros no me gustan, soy algo claustrofóbico."

BaekHyun frunció el ceño y volvió a teclear: "¡¿Crees que estoy jugando?! ¡Si no me respondes en este instante voy a a arrancarte las uñas de las manos con una pinza y prender fuego a los dedos de tus pies!"

ChanYeol rió a carcajadas llamando la atención de todos los presentes en el reducido espacio y escribió: "LOL"; lo que llevó al rubio finalmente al límite.

—¡Yah! —Gritó al mismo tiempo que las puertas del ascensor se abrieron en su piso.

—¡Llegamos! —Exclamó el más alto con emoción antes de colocar sus manos sobre los hombros de su ángel y empujarlo fuera del elevador, despidiéndose con burla de los desconocidos que seguían observándolo con molestia.

Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora