Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*

Capítulo Veintinueve

La llamada de KyungSoo llegó al siguiente día, invitándolo a un bar para tomar algo mientras JongIn se quedaba en su oficina, trabajando en la nueva campaña publicitaria que debía crear para Kim-miK.

—¿Cuándo regresaste? —Le preguntó a BaekHyun tras un breve abrazo a modo de saludo.

—Hace unos días y todo parece haber cambiado —suspiró el mayor con pesar.

—Bueno, la vida no gira en torno a ti, obviamente ha avanzado —dijo el pelinegro antes de tomar un trago de su bebida.

—Lo sé; ¿por qué lo dices así? —Dijo el rubio sintiéndose incómodo.

—No, no lo sabes —respondió el fotógrafo con cansancio—; si lo supieras no habrías desaparecido sin avisarle a nadie ni dejado tus obligaciones sin atender.

Byun abrió la boca queriendo defenderse pero nada salió, encontrándose demasiado consciente de su falla ahora que recordaba el cronograma que él mismo había armado para el proyecto de sus amigos, el cual no había podido cumplir.

—Lo siento —susurró bajando la mirada, sintiéndose terrible.

—Está bien —dijo el menor encogiéndose de hombros, quitándole importancia al asunto—; pero MinSeok y Lu están furiosos, así que...

—Lo sé —Baek volvió a suspirar—; quedé empapado con su ira.

KyungSoo sonrió y negó antes de levantar la mano para llamar al camarero y ordenar la cena.

—¿De verdad no estás enojado? Arruiné la oportunidad de hacer la película —dijo el mayor recordando el trato que tanto había querido cerrar en beneficio de su amigo.

El fotógrafo negó y sonrió dulcemente.

—JongIn se hizo cargo —declaró con orgullo—; él se reunió con la productora y terminó de discutir los contratos de todos. La grabación empezó hace un par de semanas.

—¿Y qué hay del nuevo libro? ¿Y las ganancias del anterior? —Cuestionó el rubio, preocupado.

—MinSeok Hyung y NamJoon se están encargando de eso.

—Realmente lo siento, KyungSoo; no noté lo egoísta que estaba siendo —dijo sinceramente.

El pelinegro alzó una ceja y sonrió divertido.

—¿Y ahora sí lo haces? —Preguntó burlón.— ¿Te golpeaste la cabeza o algo? Qué milagro.

El mayor rodó los ojos y golpeó el hombro de su amigo con su puño.

—¡Yah! Compadécete de mí —pidió con un suave lloriqueo.

KyungSoo negó y bebió un poco más de su copa.

—¿Y TaeYeon? Kim dijo que habían regresado, ¿viniste con ella?

BaekHyun suspiró y comenzó a relatar todo lo que había pasado, esperando que su amigo estuviera dispuesto a ayudarlo a encontrar a su gigante.

—ChanYeol se fue a vivir a las montañas —declaró el fotógrafo con una seriedad impenetrable.

—¡¿Qué?! —Los ojos del rubio estaban abiertos como platos y sus palmas a punto de ser lastimadas por la presión ejercida con sus uñas contra ellas.

—Es lo que JongIn dice. —El fotógrafo se encogió de hombros.

El mayor jaló su propio cabello casi queriéndoselo arrancar y se inclinó hacia su amigo.

—Tu novio puede irse a la... —gruñó.— Dime la verdad, ¿dónde está Park? —Exigió.

—Eres tú quien salía con él, no yo... —comentó el pelinegro haciéndose el desentendido.