Álbum de Promesas [ChanBaek] (Memorias 3) *Editada*

Capítulo Dieciocho

Capítulo dedicado a te_de_maite en agradecimiento por su apoyo al votar, comentar y siempre estar pendiente de la historia. Infinitas gracias y mucho amor 🖤🖤🖤🖤🖤🖤.

Habían pasado dos meses desde la ultima vez que vio a su ángel. Aunque ChanYeol no quería ser consciente del tiempo que pasaba sin aquel infame rubio, lo era. Poco más y marcaba cada día en su piel para no olvidarlo; pero no era necesario: el cambio de temporada lo había hecho por él.

—¡Yah! ¡Me estás escuchando! —Exclamó YoonGi sacándolo de su ensimismamiento.— ¡Qué rayos pasa contigo!

—¿Qué? —Preguntó el gigante confundido.

—Estás demasiado distraído, Park, y si le presentas esto al jefe, seguro va a despedirte.

El gigante suspiró y pasó las manos por su rostro, frustrado.

—¿Tan mal está? —Consultó acercándose a la computadora, sorprendiéndose él mismo ante cambios y arreglos que jamás habría hecho de estar enfocado.

—Hombre, no sé que te pasa; pero eres un compositor, debes canalizar lo que sientes a través de la música, no desquitarte con ella —renegó Suga desechando el archivo para abrir uno nuevo y tomar la canción original, dispuesto a arreglarla él mismo.

—No, espera —pidió el ahora pelinegro—; debo hacerlo yo, necesito mejorar.

YoonGi suspiró un poco frustrado por el límite de tiempo que tenían antes de la entrega del disco que estaban produciendo juntos, pero no dudó en darle una nueva oportunidad a su amigo: sabía por experiencia que el gigante era más talentoso de lo que dejaba ver.

—Comienza, iré por algo de comer: nos quedaremos toda la noche —informó tomando su billetera.

ChanYeol gimió con cansancio, pero se limitó a asentir, tenía que cumplir con esta tarea como fuera, era importante mantener un récord perfecto antes de dimitir; odiaría que las personas creyeran que fue despedido por hacer mal el trabajo que tanto le apasionaba.

Sin embargo, no sabía cómo lograrlo cuando se encontraba por completo en blanco y sin saber por dónde comenzar. Necesitaba relajarse, vaciar su mente.

Minimizó el archivo nuevo buscando acceder, a través de la web, a su lista de reproducción favorita, pero en cambio se encontró con una mezcla en la que Suga había estado trabajando. ¿Era para su disco en solitario?

La curiosidad y la emoción de un verdadero fan vencieron contra el decoro y reprodujo la pista que inmediatamente lo sacudió hasta lo más profundo de su ser.

Reconocería aquella voz hasta debajo del agua.

Sintió sus ojos picar frente al hermoso cántico de su ángel llenando toda la cabina, y por un instante creyó encontrarse nuevamente viajando a su lado, sujetando su mano y oyéndolo tararear esa misma melodía mientras se bañaba...

Esa melodía...

Estaba seguro de que BaekHyun iba improvisando con ella cada vez que pisaba la ducha, ¿la había compuesto él o se estaba preparando para ayudar al peliazul en su disco? Necesitaba respuestas, y qué mejor fuente que la canción misma.

Volvió a colocar la pieza desde el inicio y escuchó atentamente las palabras pronunciadas por su ángel.

—Borracho por la felicidad que brilló brevemente con la luz de los recuerdos, me quedé ciego por un momento. Ya estás en un lugar que no puedo alcanzar —Park contuvo la respiración—. Llegaste a brillar como un relámpago, iluminando el mundo entero; me mostraste el mundo como si fuera mío, y entonces te marchaste.