—Ya lo sabíamos.
—¿Qué?
—Se veía a la legua.
—Pero-
—Aw~ ¡Finalmente admitieron que se quieren!
Tras una larga charla sobre cómo seríais capaces de anunciar vuestros sentimientos ante todos, sorprendentemente recibisteis una reacción de lo más inesperada.
Además, era la primera vez que Raphael no gritaba a su hermano que cerrase la boca.
—¿Realmente era tan obvio?—suspiró el de banda a roja, avergonzado.
—¡Incluso vimos cómo se besaban en plena invasión alienígena!—tarareó el menor de los hermanos.
—¡N-No fue en la boca...! No del todo—murmuraste lo último.
—Ambos son muy afortunados—Splinter caminó hasta quedar frente a la pareja—. Hijo mío, nunca antes os preparé para enfrentar un sentimiento tan fuerte. Pero has conseguido unirte a él y aceptar a ______ como tu compañera de vida.
—Cierto. Dado que sois tortugas—jadeó sorprendida—. ¿A caso tenéis alguna forma de elección de pareja o algo así?
Raph la miró por unos momentos antes de apartar sus ojos chasqueando la lengua.
—Bueno, las tortugas de agua-
—Eres única para él, ______—Leo interrumpió la información científica de Donnie.
Volvió su vista a la tortuga, procesando las palabras del líder y terminando en un abrazo hacia Raphael.
—¡Entonces yo también te elijo como mi compañero de vida!
Esa declaración enterneció el corazón acorazado del mutante. Llevó sus brazos con cuidado a la espalda de la chica y acarició su cabeza soltando un suspiro de alivio.
—¡Oh! ¿Podré ser tío?
—¡Cállate, Mikey!
—Ya estabas tardando—rió la chica.
—¿Podemos irnos ya? Esto es demasiado vergonzoso—confesó al ver las miradas traviesas de sus hermanos. Podía jurar que incluso su maestro quería hacerle pasar un mal rato.
—Bien. Vayamos a darle la noticia a mi prima.
—Sí. Era bastante obvio.
—Definitivamente.
Raph fulminó con la mirada al tipo que seguía sin convencerme de ser apto para mi prima.
—¿Esto es en serio?—casi te hacía gracia la situación—. ¿Y tú qué haces aquí?
—Estaba a punto de salir con O'neil a jugar un partido.
—¡Se lo prohíbo!—miré a April—. ¡Te lo prohíbo!
—Oh, vamos, _____—sonrió con complicidad—. Así podrán tener un rato a solas.
—¡N-No es excusa!—miraste de reojo a Raphael, quién se veía ansioso por lo que April acababa de comentar.
Bufaste, cruzándote de brazos y zapateando el suelo. Miraste a Casey con autoridad, acercándote a él de forma amenazante.
—La quiero en casa antes de las diez—miraste a April antes de volver a tu objetivo en el punto de mira—. ¡Diez y media! Y váyanse antes de que me arrepienta de mi decisión.
Ambos tomaron sus pertenencias y salieron rápidamente del apartamento entre risas.
Antes de poder dejar que se formase cualquier silencio incómodo, tomaste a Raphael de la mano para llevarlo a tu habitación y sentarlo en el suelo, en frente de tu televisor.
—Tengo que haberlos guardado por... ¡Aquí!
Tomaste dos controles, dirigiéndote a la pantalla de mediano tamaño y encendiendo la consola.
—Ten—le extendiste uno de los mandos—. Espero que sepas manejarlo—sonreiste.
—¿Me estás retando, pequeña?
—Hm...—te dejaste caer sobre sus piernas, quedando de espaldas a él y sorprendiéndolo—. Puede.
—Te vas a enterar—pasó sus brazos a tu rededor para tomar el mando correctamente y dejarte un espacio para que pudieras jugar con comodidad.
Pasaron la noche entre risas y alguna que otra pequeña discusión por ver quién se merecía la victoria en cada partida. A Raphael le resultaba adorable ver tu ceño fruncido por la expresión de molestia que mostrabas.
—Mañana...¿Tienes clases?
—Desgraciadamente—suspiraste echándote hacia atrás para apoyar tu cabeza en su pecho—. Saldré algo tarde y no creo que pueda ir a veros.
—Te recogeré.
—Entonces nos vemos mañana. Ya es tarde y-
Mi espalda golpeó contra su pecho al tratar de levantarme. Levanté mi cabeza, viendo cómo él apartaba la mirada con vergüenza.
—¿Por qué me echas?
—Oh—reí—. No lo hago—acaricié su mejilla—. Es solo que mañana tengo que madrugar y debería irme a la cama, así que tampoco esperaré a April.
—Pero yo podría quedarme—apoyó su barbilla en mi cabeza—. Observarte. Te ves...bien...cuando duermes.
—No lo creo—solté una carcajada—. Oye, pareces un niño con esa actitud.
—¿Te molesta?
Extendió sus manos frente a mí, invitándome a juntarlas con las mías. La diferencia entre ellas era más que evidente mientras que Raph acariciaba mis nudillos.
—En absoluto. Pero desgraciadamente no creo que entremos los dos en la cama.
—Dormiré en el suelo—me levantó en brazos—. A tu lado.
—Entonces dormiremos los dos en el suelo.
Tomé sus mejillas haciendo que girase su cara a mí. Me estiré y planté un pequeño beso en sus labios, sorprendiéndolo.
—Me siento tan extraño cuando haces eso...—suspiró—. Se siente demasiado bien, ________.
Esa faceta tan feroz que mostraba había desaparecido por completo ante mí. Ya no se mostraba agresivo cuando quedábamos a solas, incluso cuando Mikey hacía alguno de sus comentarios él trataba de permanecer sereno.
—Raphael...—le abracé por el cuello—. ¡Eres tan lindo!
—¡A la cama!—me dejó en el suelo repentinamente.
—¡También eres lindo cuando te pones nervioso!—grité al ver cómo se alejaba saliendo de la habitación.
—¡Cámbiate para ir a dormir!
—¡Como tú digas, amor!~
Solté una carcajada al escuchar cómo tropezaba con uno de los muebles y tiraba las cosas que se encontraban sobre este.
Después de cambiar mi ropa a mi camisón de tirantes, llamé a Raph para que regresara a la habitación con mantas y cojines en mano.
Sus ojos me estudiaron por un momento antes de apartar su mirada y evitar el contacto visual.—¿Crees que me deba cambiar a otra cosa?—quise romper el silencio—. Suelo dormir en ropa interior, pero como...te quedas esta noche...
—No me molesta—terminó de acomodar las sábanas en el suelo—. Vamos a dormir.
—Bien. Terminaré de preparar los libros para mañana.
Apagué la luz, encendiendo la lámpara de mi escritorio para poder organizar la mochila para mi próximo día de universidad.
Comentaba sobre mi molestia hacia los exámenes, hasta que escuché un ruido extraño como respuesta. Me giré a Raph, acercándome, caí en la cuenta de que me encontraba hablando sola.
—Él también estaba cansado—me agaché para quitar su venda roja—. Que duermas bien, Raphael—besé su frente antes de envolverme entre las mantas a junto a él.
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MI LUZ ENTRE LAS SOMBRAS || RAPHAEL X LECTORA
FanfictionUn cuarteto de héroes enmascarados es descubierto por nuestras protagonistas tras años entre las sombras. La situación será complicada de asimilar, ¿qué hará nuestra protagonista al respecto?