FIN

3K 319 35
                                    

—¡No puedo hacerlo!

—______, tranquila. Estás teniendo 'la crisis' antes del matrimonio.

—¿Qué crisis? Yo no estoy histérica. ¡No me trates como una histérica!—dijo al borde de las lágrimas.

Las costureras veían a la novia con una pequeña sonrisa divertida, confirmando las palabras de la prima de la misma sobre su estado de pánico. Las tres señoras, a su avanzada edad, comprendían la situación, sin embargo, la maquilladora parecía tener delante a una novia completamente ida de sí.

—¡Vamos, _______!—habló animada Amanda—. Todo saldrá bien, no tienes que preocuparte por nada. Seguro que Raph también se encuentra nervioso, así que ambos tenéis que hacer lo posible por transmitiros paz el uno al otro.

Por otro lado, dentro de las alcantarillas, un novio se encontraba de lo más tranquilo en comparación con la femenina.

—¡Me voy a casar!—gritó por todo el lugar con la sonrisa más grande que podía tener, algo que asustó al resto de mutantes, incluyendo a Splinter.

—Hijo mío—se acercó el mayor—. Me hace tan feliz verte así, a punto de vivir uno de los días más felices de tu vida.

—Padre—se arrodilló frente al mutante que tanto esfuerzo puso en su crianza—. Creo que es un buen momento...para agradecerte todo lo que has hecho por mí y por mis hermanos. Gracias por todo.

—En pie, Raphael—esbozó una sonrisa llena de orgullo hacia su hijo—. El día de hoy te deseo lo mejor. Sé feliz junto a la mujer que amas y forma una hermosa familia.

Raphael asintió con energía, mirando a sus hermanos con la misma sonrisa y recibiendo gestos de ánimo y apoyo.

—¡Raphael!

—April—habló el líder del grupo—. ¿No deberías estar con ______?

—¿Qué ocurre?—preguntó el de bandana rojiza al ver el rostro preocupado de la chica.

Los problemas nunca se acabarían ni el mejor día de sus vidas.

—¡Malditos miserables, suéltenme!

—Sabemos que conoces al "justiciero".

—Tranquila, si colaboras no habrán daños de más.

—Bonito vestido, quédate ahí quieta si no quieres mancharlo.

—Vosotros tres, no tenéis ni idea con quién os estáis metiendo—forcejeaste con las cuerdas que mantenían atados tus pies y tus manos.

—No te preocupes, podrás seguir como si nada y casarte hoy mismo, como lo tenías planeado.

—¡No es justo que el justiciero se esconda! Un cobarde no puede tener ese título tan honorable.

—Lo desenmascaramos y nos largamos.

—¡No me preocupo por mí, idiotas!—suspiraste con frustración—. Me preocupaís más vosotros.

—¿Cómo dices?

Pegaste un grito al escuchar un fuerte estruendo antes de que un manto de polvo se levantara en la sala por la puerta que salió volando de su lugar.

Tu cuerpo se paralizó, y pudiste apreciar los de tus secuestradores en el mismo estado que tú o mucho peor. Era tan imponente, oscura e intimidante el aura que entró a la sala que ninguno se atrevió a mover un sólo músculo de su cuerpo.

—¿Qué...?—consiguió pronunciar uno con la voz temblorosa.

—¿Es el justiciero?

—¡No... No veo nada!

MI LUZ ENTRE LAS SOMBRAS || RAPHAEL X LECTORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora