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Después de aquel día lleno de tantas emociones, decidí volver a centrarme en mis estudios.

Así es. Yo también pensaba que viviría aventuras locas y fuera de lo común junto con mis nuevos amigos, pero mi prima, y tutora legal, me obligaba a asistir a clases.

—Qué aburrimiento—miré por la ventana del aula.

Me encontraba en mi hora de descanso, sin saber qué hacer. Me hablaba con la mayoría de la clase, pero no los consideraba mis amigos ni personas tan cercanas.

—Ey, ________—se acercó uno de los chicos—. Pensábamos quedar después de clases a tomar algo. ¿Te apuntas?

—¿Qué vais a "tomar" exactamente?—arqueé una ceja.

—Vamos. No seas aburrida—puso su mano sobre mi hombro.

Iba a responder de mala manera, hasta que aquel chico soltó una queja. Una pequeña y húmeda bola de papel le había dado de lleno en la frente.

Aguanté la risa, identificando inmediatamente el rostro de mis salvadores.
Raph volvía a hacer de mi guardaespaldas junto a Mikey.

—Al final no va a resultar un trimestre tan aburrido—sonreí en la dirección de los mutantes.

Las clases terminaron de una forma medianamente normal. Salí del edificio y me dirigí a casa, donde April me estaría esperando.

—Chicos, podéis salir—confirmé—. Es de noche y las calles están muy vacías.

Raph salió como una sombra, sigiloso, quedando a mi lado y caminando conmigo.

—¿Y Mikey?

—Em... Ha preferido irse—miró hacia otro lado—. Sí, eso es lo que ha...preferido.

—Bueno—miré al frente tras darle una mirada de sospecha—. ¿Mi guardián me guiará a hasta casa esta noche?

—Hm—asintió con una pequeña sonrisa en su rostro.

—¿Sabes? Estos meses he notado una gran evolución en tí.

—No hables de mí como si fuera un estúpido Pokémon.

—¡Tú ya me entiendes!

Rio ante mi reacción por sus falsas palabras. Había vuelto a caer en una de sus molestas formas de incordiarme.

—Bueno, que... Me gusta que seas como eres. ¡Quiero decir!—me apresuré a explicarme—. Puedes ser irritante, gruñón y molesto. Pero hay más cosas buenas en tí de lo que crees.

—¿Y eso a qué viene?

—¡Tenías que arruinar mi momento emocional!—golpeé su pecho acorazado—. No sé. Tal vez es que estos días en los que he tenido la oportunidad de conocerte un poco más—me detuve en seco—. Raph...

—¿Eh?—se volteó hacia mí.

—El amor es la energía más poderosa y desconocida del mundo.

Parecía procesar mis palabras por unos momentos, hasta que vi cómo su cara cambió haciendo que soltara una carcajada.

—¡Lo siento! ¡No sabía cómo sacar tema de conversación!

—¡Podrías haber empezado por decirme que también conoces a Vin Diesel!

—¿Lo dudabas?

Las pequeñas conversaciones que creábamos a lo largo del camino, nos hicieron perder la noción del tiempo. Ya nos encontrábamos en la calle de mi apartamento y debía despedirme de Raph.

MI LUZ ENTRE LAS SOMBRAS || RAPHAEL X LECTORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora