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—¿Es en serio?

—Siento no habértelo consultado antes. Debería haberlo hecho, ¿verdad?

—Bueno, pues...creo sí. Pero no es nada grave, además, era una duda que tenías, así que está bien que trates de resolverla.

Raph había venido a recogerme de la universidad. Íbamos caminando por las azoteas para no ser descubiertos.

La confesión de Raphael me había sorprendido. Aunque, a decir verdad, yo también llegué a preguntarme sobre la posibilidad de reproducción entre un mutante y una persona normal.

—Donnie se puso a explicar cosas frikis que terminó resumiendo en que es genéticamente imposible, pero que al tener ADN ligado al ser humano... Solo hay una forma de saber si eso puede suceder.

Tragué saliva con fuerza. Sentía mis mejillas arder ante las palabras de Raphael, sobretodo por la frase "Solo hay una forma de saber...".

De repente detuve mi paso, viendo enfrente del edificio una tienda en particular, casi como si fuera una señal del destino. Miré a Raph, quien se mostró algo confuso.
















—Es muy linda, ¿verdad?—acaricié su pequeña cabeza con mi dedo—. Bueno, lindo.

—¿En verdad te ha parecido una buena idea?

—¿A tí no?—miró al mutante con pena—. Es una tortuga muy linda. A pesar de ser de tierra seguro que os lleváis genial.

—No lo creo—murmuró irritado.

Miraba de reojo la pequeña escena que ella estaba creando con la tortuga que acababan de adoptar en la tienda de mascotas. Su rostro mostraba completa molestia y total desacuerdo al ver que su pareja prestaba especial atención al animal terrestre. Hasta que ese pequeño intruso llegó al lado de Raphael, formando pequeños chasquidos amistosos.

—No vengas con eso—empujó a la pequeña tortuga con su dedo—. Tú y yo no seremos amigos. No con ella de por medio—le miró amenazante.

—Oye, ¿de qué hablan?—se acercó apoyando su cabeza en el costado de Raph para mirar a su nuevo compañero—. Raph... Realmente he pensado que podríamos tratar de lidiar con este pequeño. Ya sabes, aunque parezca una tontería, cuidar a una "mascota" podría acercarnos a otro tipo de circunstancias en un futuro.

Sus ojos se iluminaron tras analizar las palabras de su compañera. Ella estaba pensando en un futuro junto a él, del mismo modo que él lo había hecho con ella.

—Spike.

—¿Eh?

—Así se llamará—acarició la cabeza del pequeño ser con su dedo—. Y será nuestro hijo a partir de ahora.

—¿N-Nuestro...?

—¡Tú misma lo has dicho!

—¡B-Bueno sí, pero...!—suspiró con los colores adornando sus mejillas—. Es extraño oírlo de tu boca. Me hace muy feliz, Raphael.

Sus ojos se cruzaron con una distancia adecuada para poder contemplar el brillo que desprendían. Raphael se fue acercando con cuidado, buscando una muestra de afecto romántica dado el momento íntimo.

El beso nunca llegó.

—¡Ay!

—¿R-Raph?—se puso de pie de inmediato tras analizar la situación—. Ay, Dios.

—¡Me está mordiendo!

—¡E-Espera!—tomó al pequeño para tirar de él con cuidado—. Pero si todavía es una cría.

—¡Oye, suelta!

—Ya está, ya está—acercó la cría de tortuga a su pecho—. No me quiero imaginar cuando sea grande.

—Eso díselo a mi dedo—gruñó fulminando al animal con la mirada.

—¿Te duele mucho?—se agachó hasta el mutante con un rostro preocupado.

—Está bien, tranquila—le restó importancia al asunto.

—¿De verdad?

—Bueno, me vendría bien algo para el dolor.

—¡Traeré el botiquín!—dejó a Spike sobre la cama para correr en busca del botiquín de primeros auxilios.

—Oye...

Su paso se vio frenado ante el agarre del mutante sobre su muñeca. Se giró extrañada para mirarlo.

—No...—apartó la mirada avergonzado —...No me refería a eso.

Con una sonrisa adornando su cara, se acercó hasta él, tomando sus mejillas y aprovechando que se encontraba sentado sobre el suelo, se inclinó para juntar sus labios en un beso.

—¿Ahora?—preguntó divertida—. ¿Cómo te encuentras?

—No lo sé—sus ojos la miraban desde abajo con admiración—. El dolor se ha ido un poco, pero no del todo.

—Vaya, eso sí que es un problema—se dejó caer sobre las piernas de Raphael, quedando frente a frente—. ¿Crees que debamos seguir con la misma receta?

—Tú me puedes dar todas las recetas que quieras.

—Mi paciente está muy ansioso por ser atendido, pero su hijo no parece estar muy contento por ello.

Ambos giraron sus cabezas en dirección a la tortuga, quien observaba el momento de pareja con sospecha en su mirada.

—Cierto, mi hijo... ¿Sabe que su madre es una mujer maravillosa?

—¿En serio? Qué afortunada debe de ser al tener una pareja tan galante.

—No te creas—suspiró con diversión—. Mi carácter no define muy bien esa palabra, pero yo sé que a ella le gusta.

—Le encanta.

—¿Hm?—ladeó la cabeza con una sonrisa juguetona con algo de picardía.

Sus rostros volvían a aproximarse peligrosamente, pero esta vez se vieron interrumpidos por el sonido de las llaves tratando de abrir la puerta.

Por suerte los pasos de los dos intrusos en su momento íntimo se alejaron hasta la habitación de la mayor y dueña del apartamento.

—Tengo que hablar con ella sobre su "asunto" con Jones.

—Déjalos estar—rodeó tu cintura con sus brazos para apretarte en un abrazo y pegar vuestros cuerpos.

—Me preocupa Mikey.

—A mí también me inquieta cómo podría reaccionar. Pero, por muy duro que sea para él...—apoyó su barbilla en tu hombro—. Tendrá que seguir adelante.

—Oye—jugueteaste con las cuerdas rojas que colgaban de su bandana—. ¿Qué pensabas hacer si no hubiera aceptado tus sentimientos?

Hizo más fuerte el agarre sobre tí, como si en ese momento no quisiera dejarte ir o temiera que huyeras.

Antes de dar un respuesta, sus ojos se posaron rápidamente sobre la cama, comprobando que Spike se encontraba adormilado sobre el colchón.

—Bueno... La verdad es que estaba mentalizado para eso.

—¿Qué...?—te separaste con los ojos bien abiertos.

—Aunque...m-me sorprendió bastante que te me declarases tú primero.

Tus mejillas se tiñeron de rojo al ver la mirada de Raphael llena de inocencia.

—Al principio me decía "solo se lo diré para que lo sepa", dando por hecho que no me aceptarías por...mi aspecto.

—¡Pero ya ves lo mucho que te adoro!—tomaste sus mejillas para plantar besos en ellas.

—Me...Me gustas, ________. Y mucho

—Tú también me gustas, Raphael.

MI LUZ ENTRE LAS SOMBRAS || RAPHAEL X LECTORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora