MI LUZ ENTRE LAS SOMBRAS || RAPHAEL X LECTORA

08

—¿_______?

—Hola—sonreí con tristeza.

—¿Te encuentras bien?—comenzó a analizarte de arriba a abajo en busca de heridas—. Esta vez nos has estado ni dos días fuera. ¿Ha pasado algo?

—Estoy bien—la abracé con fuerza—. Lo siento.

—Lo importante en que estés bien—acarició mi cabeza—. ¿Quieres que pida algo para comer?

—Por favor.

Mientras April tomaba el teléfono para ordenar comida, encendí la televisión buscando el canal de noticias.

—Ah, ¡venga ya!—pasaba de canal en canal—. Ese idiota está en todos los noticieros.

—¿A quién maldices esta vez?—preguntó April desde la cocina.

—¡Al pajarraco!

—¿Vern? Dentro de poco será el supuesto aniversario.

—¿Un aniversario por salvar la ciudad?—me crucé de brazos—. Estupendo. Ahora tendremos que soportar ver cómo se queda con todo el éxito.

—Vamos—se dejó caer sobre el sofá, a mi lado—. Sabías que las tortugas no podían atribuirse el mérito. Y tú solo eres una adolescente.

—"Debo centrarme en mis estudios"—repetí las usuales palabras de mi prima.

—Así me gusta—picó mi mejilla—. Y ahora a poner la mesa.

La comida llegó en menos de quince minutos y nos sentamos a comer tranquilamente. Al menos eso pensaba yo.

—Te noto inquieta—la miré escéptica.

—No es nada—continuó degustando su plato.

—¿Segura?—entrecerré los ojos.

—Por supuesto. Después iré a ver a las tortugas.

—Oh. ¿Puedo ir yo también?

—Mañana tienes que ir al instituto—negó—. No puedes.

—Siempre me dejas ir a pesar de eso—sonreí—. ¿Entonces me estás ocultando algo?

Continuaba negando los hechos obviamente falsos. Siempre se le dio fatal mentirme, así que, para averiguar lo que me estaba ocultando, la seguiría esta noche.
Parecía que iría a ver a las tortugas, ya que se adentró en las alcantarillas, pero no sabía para qué.

A penas lograba entenderlos desde la distancia a la que me encontraba, pero era capaz de divisar las imágenes en los ordenadores de Donnie.

—¿Qué...?

Varias imágenes del Triturador se reflejaban en las pantallas, y en una de ella como si estuviera atravesando una especie de portal.

Donnie le dio a April algo parecido a un dispositivo antes de que ella se marchara.

—¿Qué demonios está pasando?—salí de mi "escondite".

Las tortugas se voltearon con sorpresa en sus rostros. Comenzaron a mirarse entre sí, pensando qué responder ante mi pregunta.

—El Triturador—habló Leo—. Ha escapado.

—¿Por qué no me lo habéis dicho?—comenzaba a enfurecerme.

—April no quería...—habló Donnie—ponerte en peligro.

—______, solo tratamos de protegerte—Leo se acercaba a mí.

—¿No éramos una familia?

—¡Y la familia se protege!—habló Raph, furioso.

—¡No teníais derecho a ocultármelo! A mí casi me mata. ¿Y si hubiera estado tranquila por la calle y se le ocurre hacerme algo? ¡Siempre iría con la guardia baja! ¡¿No pensásteis en eso?!