Nota de la autora:
No quiero hacer lo mismo que VLD y darle a Hunk poco tiempo en pantalla.Así que tendrá su propio arco o dos y una buena cantidad de tiempo en pantalla en esta historia, aunque su nombre sea Henare en lugar de Hunk :))
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Había muchísima sangre, y estaba intentando no entrar en pánico.
Después de asegurarme de que las persianas estuvieran cerradas y las luces apagadas, excepto la de la cocina, había ayudado a mi madre a llevar a Akira a la mesa central de la cocina. Él había permanecido en silencio todo el tiempo, apenas emitiendo algo más que un siseo de dolor cuando le hacíamos daño por error.
Observé cómo trabajaba mi madre, rasgando con cuidado la tela de su pantalón. Miré a Akira, que estaba sudando profusamente. Su pecho subía y bajaba mientras una fina capa de sudor brillaba en su rostro.
Tenía los ojos bien cerrados, pero sabía que estaba consciente.
―Akira, amigo, vas a salir de esta ―dije suavemente, extendiendo la mano y tocando uno de sus puños cerrados. Con un poco de persuasión, sus dedos se desplegaron y yo entrelacé los míos con los suyos. Mi ansiedad aumentaba con cada pequeño gemido de dolor que trataba de reprimir.
―La bala no está muy metida, pero le va a doler muchísimo si se la saco porque no tengo nada para adormecerlo. ―Mi madre suspiró mientras tomaba uno de sus extractores y una cuchilla. El sudor se deslizaba por mi nuca mientras la luz se reflejaba en la afilada cuchilla.
―Joder...
―Esa boca. Pregúntale si le parece bien que le ayude ―dijo suavemente. Le di un par de toques a Akira, y sus ojos se abrieron poco a poco. Entonces gruñó sin darme oportunidad de preguntar.
―Por favor.
Fue una súplica patética, pero mi mamá se puso a trabajar después de desinfectar todo.
―Leandro, pásame el trapo.
Le entregué las cosas que necesitaba conteniendo el aliento mientras comprobaba el estado de Akira cada pocos segundos. Parecía incapaz de desmayarse, obligado a soportar cada toque y corte en su carne con los ojos cerrados y respiración dificultosa.
Lo que fueron tan solo unos minutos parecieron décadas.
Con un estrépito, mi madre dejó caer la bala extraída en un cuenco de espuma, sus ojos centelleaban de fatiga bajo la luz de la cocina.
Luego se puso a coser la herida. El dolor ahora era menos intenso que antes, y pude ver cómo Kira se relajaba poco a poco. Sus ojos se cerraron poco a poco mientras inhalaba y exhalaba, una mano aún en la mía.
Después de unos segundos, me di cuenta de que se había quedado dormido. Mi madre limpió la mesa y yo traté de no mirar la cantidad de sangre que se estaba impregnando en la toalla.
Lo peor había pasado en cuestión de minutos, pero la herida aún podía infectarse.
Con cuidado, bajé a Akira de la mesa y me maravillé de lo bajito que era este chico.
Su cabeza arropada por mi pecho, nuestros brazos entrelazados. Era una cabeza más bajo que yo y era mucho más vulnerable dormido.
Asegurándome de evitar que su pierna expuesta rozara algo, lo acosté en el sofá con cuidado.
Le arropé con una colcha hasta la barbilla.
¿Cómo podía una ciudad entera odiar a alguien así?
―Leandro.
Me enderecé, mi madre estaba de pie junto a la puerta con los brazos cruzados. A pesar de que era la persona más alta de la habitación, de repente me sentí pequeño, incapaz de mirarla a los ojos.
―¿Sí, mamá?
―Tienes mucho que explicar.
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Henare no podía dormir.
Incluso bajo el calor de tres edredones, el sueño parecía estar a millas de distancia. El chico que alguna vez fue alegre y tranquilo sentía cualquier cosa menos calidez esta noche.
Echaba de menos a su mejor amigo, sí, pero también estaba confundido. ¿Cómo diablos podría un tipo como Leandro terminar bajo el escrutinio de toda una fuerza policial?
Claro, a veces podía ser torpe... ¿pero esto?
Hanare se levantó, los muelles de su colchón chirriaron ruidosamente en la oscuridad del dormitorio de su pequeño apartamento.
Quizás un tentempié le ayudara.
El reloj analógico marcaba unas cuantas horas después de la medianoche, lo que significaba que el sol saldría pronto, al menos el policía en prácticas tenía el día libre.
Pasó junto a una puerta cerrada y se detuvo en medio del corto pasillo, con los dedos crispados.
No había entrado en la habitación de Leandro desde la mañana de su presunto secuestro.
Se había negado a cruzar el umbral de la puerta, incluso cuando la policía había entrado y registrado cada centímetro, incluso cuando su propia habitación se sentía demasiado grande, incluso cuando no podía recordar la cara de su amigo, solo de los borrosos vídeos de la cámara de la policía que salían en las noticias.
Y no pensaba entrar ahora.
Así que se dirigió a la cocina, buscando distraídamente en el frigorífico.
¿Yogur? Nah.
Batido de chocolate, demasiado dulce.
Sobras, demasiado pesadas.
Así que decidió ponerse a cocinar.
No fue hasta que terminó de agregar los ingredientes que se dio cuenta de que no estaba haciendo ninguna receta antigua.
Estaba haciendo el pan de arándanos favorito de Leandro.
Sabía mucho mejor que el pan de plátano, según Leandro.
Y algo dentro de Henare le dolía. Simplemente no podía aceptar el hecho de que su amigo fuera un criminal y, a pesar de ello, se dedicaba a luchar por el bien de los demás. No era del tipo que se lanzaba a pelear tan rápido.
Pero podía hacer otra cosa, podía hacer lo contrario a lo que hacía siempre y resolver las cosas él mismo.
Una vez que hubo puesto su masa inducida por el estrés en el horno, tomó su teléfono, rebuscó en su congelador lleno, y al fin encontró el pequeño frasco que estaba buscando.
La entrega se había realizado esa misma noche, pero había sido su única pista, incluso si podía llevarlo a la cárcel.
―¿Her... ro? ―Una voz entrecortada y adormecida se escuchó en el otro extremo. Henare agitó el frasco pensativamente antes de envolverlo con su enorme mano.
―Oye Vio, ¿estás libre hoy?
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OH! LEANDRO. leakira
Fanfiction❛❛ eso significa : 'te amo, pero deja de arruinar las cosas' en español. ❜❜ ____ leakira más información adentro simplificados © 2021 𐚁ྀ akira ✘ leandro. ⚣ ᧔ obra original por saturnsavocados en Wattpad ᧓ #235 tumblr 1...