Thaly ya no estaba segura de qué pensar. Había aceptado lo que su profesor le decía sin meditar; de buenas a primeras había creído que la amaba ¿qué tal si lo que Daniel decía era verdad? No, no podía. Confiaba en Nicolás, después del ingeniero Cohen él era la única persona en la que confiaba ciegamente. Despejó esos pensamientos mientras se dirigía a encontrarlo.
Esta vez no vio su auto, su motocicleta plateada estaba parqueada en la acera y él la esperaba apoyado contra un poste, fumando un cigarrillo. Lo miró de lejos un momento, se lo veía tan bien; parecía salido de una película. Su cabello alborotado, su chaqueta negra y sus jeans desgastados le hacían parecer el chico malo de alguna película. Ese pensamiento le dio gracia, cualquiera que no lo conociera no se imaginaría ni en un millón de años que era profesor en un colegio privado. Nicolás no se dio cuenta de la presencia de Thaly hasta que ella lo saludó. Intentó ocultar el cigarro; lo lanzó lejos y la muchacha volteó los ojos.
Se acercó a él y se puso de puntas para darle un beso. Él se agachó y sintió cómo le sacaba la cajetilla de cigarros que tenía en el bolsillo de su chaqueta. Thaly sonrió triunfante, abrió la caja y vació el contenido en una alcantarilla.
—¡Oye no hagas eso! —intentó detenerla sin éxito.
—¿No querías dejarlo?, te alejo la tentación.
—Ya te dije que fumo muy rara vez, eso no era necesario —le reprochó pasándole un casco.
—Mentiroso, fumas siempre que yo no estoy, siento el sabor a tabaco cuando me besas.
—Lo siento —se disculpó avergonzado—. ¿Te molesta mucho?
—Sí, de hecho ya está en mi lista. Si fumas va a darte cáncer y envejecerás más rápido.
—Claro, no quieres que parezca más viejo de lo que soy. —Se subió en la moto y Thaly se sentó atrás después de darle un puñete en el hombro.
—Sabes que no es eso, solo cuido tu salud.
—De acuerdo doctora. Luego tendrás que mostrarme la lista actualizada.
—¿Toda la vida vas a molestarme con la lista? —preguntó ruborizada mientras lo abrazaba por la espalda.
—Sí, toda la vida —respondió poniendo en marcha la moto.
***
Ni bien Thaly entró al departamento se acomodó en el sillón y prendió la televisión. Nicolás cerró la puerta, le quitó el control remoto y la apagó.
—Viniste a estudiar, saca tus cosas. Daremos un repaso y luego harás otro examen. —Se aproximó a un estante alto y colocó el control en la parte superior.
Thaly se movió perezosamente, alzó su mochila lanzándole miradas de odio. Nicolás se dirigió a la cocina.
—¿Quieres tomar algo? —preguntó mientras preparaba café.
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Después de clases (DDC1)
RomanceNicolás es un joven maestro que empieza a impartir clases en un colegio supliendo a su tío. Todo va bien en la escuela pero los inocentes encuentros que tiene cada mañana con una de sus alumnas hace que entre ellos dos surja un fuerte sentimiento. ¿...