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Después de su desastrosa tarde en el estadio, llamó a Nicolás ni bien llegó a su casa. Era extraño poder usar el teléfono con libertad, su padre controlaba cada mes las llamadas y verificaba con el identificador a quien correspondía cada número con el cual ella se comunicaba. Siendo que Vanessa ya sabía sobre Nicolás, no le preocupaba en absoluto que ella supiera que a veces podía pasarse más de una hora hablando con él, enrollando el dedo en el cable del teléfono o garabateando en una libreta, unos días atrás incluso habían intercambiado canciones hasta la madrugada.
Esta llamada sin embargo fue corta. Nicolás se mostraba un poco esquivo desde su breve conversación de un par de días atrás. Contestó el teléfono y apresuradamente le informó que tenía mucho trabajo por realizar y que ya hablarían después. La primera vez no le preocupó a Thaly, no obstante, casi no hablaron el resto de la semana y solo se vieron durante la clase. Nicolás ni siquiera llegaba temprano como siempre, sino al filo de la hora, impartía su clase y salía apresurado a la primaria. Cuando Thaly intentó encontrarse con él después de las clases, Nicolás nuevamente tenía alguna excusa. Le era imposible no considerar que Nicolás la evitaba a propósito; ya incluso le daba un poco de miedo volver a entablar una conversación con él, pues podían dirigirse a una ruptura.
Inevitablemente perdió el sueño un par de veces, lo que la ponía aún más cansada y ansiosa durante el día. Cuando eso pasaba respiraba profundamente, deshaciendo el nudo de los nervios, pensando en que simplemente debía darle a Nicolás su espacio y que él sería lo suficientemente directo para terminarle de frente y no escondiéndose como un niño.
***
Thaly tenía la última competencia antes del nacional ese fin de semana y albergaba la esperanza de que aquello le subiera el ánimo, sobre todo porque Nicolás siempre asistía con la excusa de alentar a todo el equipo de su colegio.
Despertó tarde, lo suficiente para perder casi todas las pruebas de la mañana, para las cuales, por fortuna, ya tenía una marca clasificatoria. A la prueba que no podía faltar era a la de relevos, y logró llegar a tiempo para ella.
Ni bien entró al estadio, observó las graderías. Varios padres y algunos maestros de otras escuelas miraban hacia la pista, cubriéndose con gorros y sombrillas, ya cansados, aburridos e insolados; mas no localizó a su novio por ningún lado. Tal vez se había olvidado de asistir, o al no verla en las pruebas previas se había retirado más temprano. Al menos quiso creer eso, luego consideró que Nicolás la habría llamado de inmediato al no verla participar en las pruebas de velocidad.
De nuevo intentó que eso no le afectara. Comenzó a cambiarse y al escuchar el tercer llamado para la competencia de relevos, se dio cuenta de que no tendría tiempo de calentar, así que fue trotando hasta su lugar, en la última recta de la pista, donde correría el remate.
—¿Qué hace aquí? —Escuchó la voz de entrenador Shirakawa, quien apareció con una mueca de disgusto tan marcada que sus ojos desaparecían entre las arrugas de su cara. Detrás de él venía Ada, quien se suponía era el primer relevo. Thaly miró hacia el punto de partida, en su lugar estaba una de las suplentes.
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Después de clases (DDC1)
RomanceNicolás es un joven maestro que empieza a impartir clases en un colegio supliendo a su tío. Todo va bien en la escuela pero los inocentes encuentros que tiene cada mañana con una de sus alumnas hace que entre ellos dos surja un fuerte sentimiento. ¿...