Falso y Verdadero

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-Espero que a mi cuñada le guste mucho.

-No deberías regalarle eso.

-Te haces la que no me importa, pero sé que también quieres ver su rostro de alegría cuando lo vea y déjame recordarte que tu escogiste el celular y hasta gritabas: "Mi hermana tiene que tener el mejor celular del mundo."

Nayeon le hizo una mueca, quería verse firme ante esas declaraciones, su novia tenía razón, también quería ver la cara de su hermana cuando vea su obsequio.

Las voces de su madre y su hermana se escuchaban en la puerta principal, por lo que ambas decidieron ir inmediatamente.

-Con cuidado Sana, por favor, entra con cuidado. -la señora Minatozaki parecía primeriza, se preocupaba mucho de que su hija menor tropezara.

-Mamá, estoy bien.

-Sana, por favor, solo quiero que vayas con cuidado.

-¿Qué ocurre, Ma?-Nayeon pregunta con un tono preocupado, viendo a su hermana caminar más lento de lo que acostumbra.

-Tu hermana tuvo una caída, que por suerte no fue tan grave y ahora quiero apoyarla, pero no me deja así que quiero que tenga cuidado.

-¡¿Qué?! Déjame cargarte.

-No, no. No fue para tanto, no se preocupen tanto por mi. -dice con un tono enfurecido.

-Sana pensó que vio a Dahyun y quiso alcanzarla, le dije que de seguro se confundió porque era una colonia algo sencilla y personas de nuestra clase no frecuentan ahí.

Nayeon miro fijamente a su hermana, que tenía la mirada hacia abajo, sentía tristeza que su madre no le creía y sobre todo que se aproximaba un regaño quizás no tan fuerte de parte de su mayor.

Jeongyeon vio la mirada molesta de su novia y sabia el motivo, así que antes de que pudiera decir algo, ella intervino.

-No te preocupes cuñadita, esas cosas suceden. Yo también estoy segura de que Nayeon me vigila en la veterinaria, pero no lo admite.

Sana sonríe por el apoyo que le brinda su cuñada, quizás la única que si le cree.

-Lamento que te hayas lastimado por esa chica, pero yo hablaré con ella y le diré que ponga más atención a su alrededor. - aquello ultimo lo dijo con un tono amenazante que Sana no sabía con exactitud si era una amenaza o solo su imaginación.

-No la vayas asustar, Jeongyeon.-hace un puchero en lo que sigue intentando llegar a las escaleras.

-No lo haré. - guiñando el ojo. - Cambiando de tema, Nayeon y yo queremos darte algo. -Jeongyeon extendió su regalo y Sana estaba confundida, no era su cumpleaños para recibir regalos. -Ábrelo si quieres, pero también lo puedes abrir en tu habitación.

-Bueno...es que...- no quería admitir que no sabía cómo hacerlo, por lo que busco a su mamá con la mirada para que la ayudara, esta hizo caso de su ayuda y se recargo en la parte de atrás por si llega a caer en cualquier lado. Sana siempre era cuidadosa con sus movimientos para no caer, sus muletas de antebrazo son todo lo que tiene para apoyarse y sentirse "segura" por lo que empezó a quitar la envoltura del regalo, quedándose sin voz al verlo. -P-p-pero, muchas gracias, en serio muchísimas gracias por est ...

-¿Un celular? No creo que Sana lo necesite. -interrumpió su madre.

Jeongyeon ya se esperaba esa respuesta de parte de su suegra, por lo que quería decirle que no le importaba su opinión, aunque le costará su cariño en esa familia, pero Nayeon ya se le había adelantado.

-Yo creo que si lo necesita. - respondió Nayeon, dejando a su madre confundida. - Sana, ya no es una niña. Y como yo tengo uno, creo que Sana también merece el suyo, merece su privacidad y como ahora es amiga de "Dahyun" estoy segura que la comunicación así será mejor para las dos. Sana ya no tendría que esperar a que vayas tu a la casa de la señora Kim y que le digas que días si y que días no, estoy segura que entre ellas se pondrán de acuerdo.

Déjame caminar contigo - SaTzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora